Autor: POR Valentina Cuello Trigo. ILUSTRACIÓN. Rodrigo Valdés.
La cortina de humo de los vapeadores
La cortina de humo de los vapeadores vapeadores EN CHILE, LOS JÓVENES ENTRE 19 Y 25 AÑOS SON LOS PRINCIPALES USUARIOS DE LOS VAPEADORES --O CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS-CON LA IDEA DE QUE SON MENOS DAÑINOS QUE EL CIGARRO TRADICIONAL. ASÍ LO ADVIERTEN LOS ESPECIALISTAS, QUIENES AFIRMAN QUE ESTA PRÁCTICA, AL IGUAL QUE EL TABACO, PRODUCE DAÑO PULMONAR, ES ALTAMENTE ADICTIVA Y PUEDE AUMENTAR EL RIESGO DE CÁNCER. POR Valentina Cuello Trigo. ILUSTRACIÓN: Rodrigo Valdés. H ace dos meses, una joven de 20 años que estudiaba Medicina llegó a la consulta de la médico broncopulmonar Paulina Barría en Las Condes.
No era la primera vez que se atendía con ella, pero su situación había cambiado: en las últimas semanas, las crisis respiratorias que antes estaban controladas se habían vuelto más frecuentes y severas, especialmente cuando se resfriaba, y el tratamiento ya no parecía funcionar. Lo llamativo es que a primera vista, no había causa evidente.
Entonces Barría le preguntó si fumaba. --Me dijo que no, pero que estaba usando un vapeador de menta para concentrarse y estudiar hasta tarde --recuerda la broncopulmonar, quien hoy reconoce que hay una falta de información por parte de los jóvenes, los principales consumidores de los vapeadores.
Según los datos publicados en el 15 Estudio Nacional de Drogas en Población General de Chile, por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol de Chile (Senda), la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos se concentra en el grupo de 19 a 25 años, seguido por el segmento de 12 a 18 años.
El Instituto de Salud Pública (ISP) explica que el vapeador es un dispositivo con un cartucho que contiene líquidos con químicos como propilenglicol, glicerina y saborizantes, los cuales se calientan con una batería hasta crear un aerosol que pueda ser inhalado por el usuario. Y aunque existen variantes sin nicotina --componente del tabaco--, los que cuentan con esta son los más utilizados. Aunque muchos no lo saben. Constanza Silva, antropóloga y académica de la Universidad San Sebastián, lo ha visto en el estudio que lidera para caracterizar a los usuarios que utilizan el vapeador. Comparte que pocos conocen con certeza qué contienen los líquidos que inhalan, cuánta nicotina incorporan o qué tipo de vapeador están utilizando.
Para Felipe Rivera, académico del Centro Especializado para la Prevención del Consumo de Sustancias y el Tratamiento de las Adicciones (CESA) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, este desconocimiento es el mayor problema: --Vamos a tener los mismos problemas que con el otro cigarrillo y más... porque existe una idealización de inocuidad (no genera daño). UN HÁBITO GENERACIONAL La investigadora Constanza Silva afirma que quienes vapean siempre comienzan por recomendación de un tercero. A menudo, los aparatos llegan como un regalo, un dato entre amigos o una compra motivada por el diseño o un sabor. Un patrón que desde el Instituto de Salud Pública de Irlanda responde a tres motivaciones principales: divertirse, desestresarse y una actividad que hacer cuando se está aburrido.
Frente a esto, Rodrigo González, psicólogo de Clínica Bupa Santiago, agrega que entre los jóvenes este tipo de productos destaca debido a la atracción por la novedad y el deseo de desafiar normas, donde el vapeo puede percibirse como una forma de rebelarse o experimentar nuevas sensaciones. --También influye el entorno social, donde muchas veces se normaliza su uso, minimizando los riesgos en comparación con el cigarro tradicional. Además, al no observar consecuencias inmediatas, se genera una falsa sensación de seguridad que dificulta visualizar los efectos a mediano o largo plazo --afirma González. Las cifras del estudio Behaviour in School-aged Children (HBSC), encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), constataron la prevalencia del vapeador sobre la del cigarro tradicional. De acuerdo con las cifras, el 32% de los jóvenes de 15 años ha probado el vapeador y el 20% los ha usado en el último mes, superando el uso del cigarro convencional. Frente a esto, el psicólogo González afirma que el vapeo funciona como un marcador generacional. --El márketing está dirigido a adolescentes y adultos jóvenes, apelando a elementos estéticos, sabores y moda. Esto, sumado a la baja percepción de riesgo y la ausencia de experiencias negativas entre sus pares, refuerza esta identificación generacional. A diferencia de generaciones mayores, los jóvenes de hoy no han vivido de cerca los efectos del tabaquismo tradicional.
Asimismo, la investigadora Silva apunta al componente social a la hora de vapear. --Lo que estamos viendo ahora es que compran los vapeadores en base a recomendaciones, por ejemplo, las marcas, cómo se ven, qué tan fácil o qué tan portables son --menciona la académica y agrega que a diferencia de las personas mayores, los jóvenes generan redes en torno al vapeo, utilizando los cigarros electrónicos en grupo, aunque cada uno lleve el suyo. De esta forma, las dinámicas que se instalan difieren con las de aquellas personas de más de treinta años.
EL RIESGO QUE NO SE PERCIBE Verónica Zumarán, psiquiatra de Clínica Las Condes, afirma que desde la irrupción de los vapeadores a inicios de los 2000 como una alternativa al cigarro tradicional, estos han sido percibidos como una práctica menos riesgosa, reafirmada por la forma en que se comercializan y popularizan entre los jóvenes.
Una mirada que comparte la broncopulmonar Paulina Barría, quien alerta de que para los consumidores es complejo saber exactamente lo que contienen los cigarrillos electrónicos, ya que no siempre se describe el contenido. --Se ha minimizado el efecto tóxico de estos, convirtiéndose en un objeto de moda --afirma la profesional. Según datos disponibles en el portal del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (Estados Unidos), en la publicidad de los cigarrillos electrónicos se utilizan los mismos temas que motivan. La cortina de humo de los vapeadores 3 q e. La cortina de humo de los vapeadores el consumo del tabaco a través de plataformas digitales. Así, en 2021, aproximadamente el 74% de los estudiantes que usaron las redes sociales habían visto publicaciones o contenido relacionado con los cigarrillos electrónicos.
No obstante, desde la Organización Mundial de la Salud han alertado de que no está comprobado que los cigarrillos electrónicos ayuden a dejar de fumar, y que en su lugar, hay cada vez más evidencia sobre sus posibles efectos negativos en la salud. --Los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos van desde la irritación de la garganta, problemas respiratorios, aumentos de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardíaca y desarrollo a largo plazo de riesgos como el cáncer o la ateromatosis --afirma Carolina Herrera, broncopulmonar de Clínica Dávila. Esta sensación de inocuidad también la han constatado los expertos en la consulta.
La psiquiatra Zumarán afirma que muchos de sus pacientes han manifestado que prefieren vapear marihuana en lugar de fumarla, ya que el formato "no deja olor" o "parece menos invasivo". Sin embargo, estos terminan con dependencia, ya que el hábito, en apariencia inofensivo, cae en un patrón repetitivo, derivando en consecuencias para la salud mental. --Hay mucha falta de información seria y de conciencia de sus efectos. Incluso se debe preguntar de manera dirigida en la entrevista médica a los pacientes si fuman tabaco, marihuana o vapea, porque cuando uno no lo pregunta directamente, en general no lo mencionan --afirma Barría. Frente a esto, la advertencia de la broncopulmonar Herrera es clara: --En ningún caso vapear es una alternativa saludable ni debe ser considerado como menos dañino que el tabaco tradicional. EL EFECTO ACUMULATIVO Según el broncopulmonar Felipe Rivera, muchos de los elementos que producen cáncer y que se encuentran en el cigarro convencional también están en el vapeador.
Rivera plantea que entre el 80% y el 85% de los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, y algunos de estos productos incorporan saborizantes que no solo propician la adicción, sino que también aumentan la toxicidad a nivel celular. Asimismo, la broncopulmonar Paulina Barría describe que en estos se pueden encontrar sustancias químicas cancerígenas, siendo el caso de los metales pesados como el níquel, estaño e incluso el plomo.
En marzo de este año, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester publicaron los resultados de su investigación en la revista Scientific Reports, donde constataron el efecto del cigarrillo electrónico a nivel genético y afirmaron que vapear podría activar señales en el cuerpo que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
El académico Felipe Rivera reafirma: --Las sustancias tóxicas que están en el cigarrillo electrónico producen daño estructural de las células pulmonares, cardíacas y de las células cerebrales; en otras palabras, existe un futuro pésimo con el cigarrillo electrónico.
Por su parte, José Miguel Bernucci, director de Prevención y Detección Precoz del Cáncer en la Fundación Arturo López Pérez (FALP), plantea que aún no se percibe el impacto total de usar el vapeador, pero que hay que considerar las consecuencias de su consumo sostenido para el futuro. --Los jóvenes lo asocian con poco riesgo y probablemente todo el daño que van a generar todavía no lo vemos, porque es un daño acumulativo --afirma Bernucci, quien además refiere que este se vuelve crónico en las vías respiratorias, lo que se asociaría a un mayor riesgo de padecer algún tipo de cáncer.
Según el profesional, gran parte del riesgo de cáncer de pulmón está relacionada con la exposición a contaminantes ambientales, entre ellos el humo del cigarro tradicional, y que frente a las características que se comparte, el humo generado por los vapeadores sería igual de dañino.
En Chile, el Instituto de Salud Pública ha analizado más de 100 productos, constatando que en un 100% de estos se incluían esencias y saborizantes no autorizados para ser inhalados, mientras que el 59% contenía nicotina sin indicarlo en el etiquetado.
Además, se detectó la presencia de cannabidiol (CBD) en el 2,5% de las muestras y de solventes como etanol y acetato de etilo en el 1%. La broncopulmonar Carolina Herrera concluye: --Muchos usuarios consideran que haber dejado de fumar, siendo usuarios activos de cigarrillo electrónico, es como un paso adelante. Y la noticia es que no han dejado de fumar realmente. n Constanza Silva, académica de la Universidad San Sebastián. Felipe Rivera, académico de la Universidad de Chile. Rodrigo González, psicólogo de Clínica Bupa Santiago. El vapeo funciona como un marcador generacional, porque está dirigido a adolescentes y adultos jóvenes, apelando a elementos estéticos, sabores y moda, además de promover una baja percepción de riesgo. Verónica Zumarán, psiquiatra de Clínica Las Condes. Paulina Barría, médico broncopulmonar de Clínica Las Condes..