Editorial: Aproximaciones al royalty portuario
Editorial: Aproximaciones al royalty portuario E I debate sobre el denominado royalty portuario ha encendido las alarmas en el sector maritimo-portuario y en las comunidades que conviven con esta actividad estratégica.
Las propuestas presentadas en el Congreso -un impuesto de US$ 2 por tonelada a importadores y exportadores (senador Latorre) y de US$ 1 a las navieras (diputado Cuello)buscan, en principio, que las ciudades puerto reciban una retribución por el peso que soportan en infraestructura, congestión y externalidades de la actividad. Sin embargo, el camino para lograr este objetivo no está exento de riesgos. Desde los gremios, la advertencia es clara: encarecer la cadena logística puede restar competitividad a Chile en un mercado global altamente sensible a los costos. Gonzalo Fernández (Asonave) y Daniel Fernández (Camport) coinciden en que la medida podría traducirse en mayores fletes, afectando finalmente a los consumidores. Además, subrayan que ya existe un mecanismo de recaudación -la Tarifa de Uso Portuarioque ha generado más de US$ 800 millones en dos décadas. Antes de sumar nuevos gravámenes, se plantea con fuerza la necesidad de transparentar y redirigir esos recursos hacia las comunidades portuarias. No obstante, sería miope desestimar el trasfondo de esta discusión. El Acuerdo por Valparaíso dejó en evidencia la urgencia de que las ciudades puerto reciban beneficios concretos por la actividad que sostiene más del 90% del comercio exterior del país. Dirigentes vecinales recuerdan que la ciudadanía lleva años esperando señales reales y que la contribución local no puede seguir postergándose. La clave, entonces, parece estar en el equilibrio. Se requiere un modelo que no mine la competitividad nacional ni ahuyente a las navieras, pero que a la vez garantice inversión directa en accesos viales, infraestructura urbana y bienestar comunitario. El royalty portuario, en la forma en que hoy se plantea, genera más dudas que certezas.
Pero la discusión es impostergable: Chile debe encontrar una fórmula justa y sostenible que permita que sus puertos no solo sean motores de la economía, sino también aliados del desarrollo local.. Mientras las comunidades y la izquierda exigen beneficios; los gremios alertan por una eventual pérdida de competitividad. E Editorial