Universidades: Pilares de confianza y desarrollo
Universidades: Pilares de confianza y desarrollo Oo Columna Marcos Cikutovic. Rector Universidad de Antofagasta Rector Universidad de Antofagasta Universidades: Pilares de confianza y desarrollo profundas y los consensos parecen difíciles de alcanzar, hay señales que invitan a la esperanza. Una de ellas es la confianza que la ciudadanía deposita en las universidades.
Así lo confirmó recientemente la Encuesta CEP (agosto-septiembre 2024), que ubicó alas instituciones de educación superior como las más confiables del país, con un 57% de respaldo, superando incluso a organismos fundamentales como la Policía de Investigaciones y Carabineros. Este dato no es menor. Habla de una sociedad que, pese a laincertidumbre, sigue viendo en la educación superior unespacio de construcción colectiva, de conocimiento riguroso y de compromiso con el bien común.
Las universidades públicas, particularmente, hemos asumido esa confianza como un mandato ético: estar presentes donde el país más nos necesita, ya sea en la formación de profesionales, en la investigación defrontera, o en los procesos de integración regional que nos proyectan como nación.
En este marco, la reciente invitación que nos extendiera el Presidente de la República, Gabriel Boric, para ser parte de la visita de Estado a Brasil, representa no solo un honor institucional, sino también un reconocimiento explícito al rol estratégico que cumplen las universidades del Estado enla agenda de desarrollo y cooperación internacional de Chile. Durante la gira, se firmaron 14 acuerdos de colaboraciónen áreas clave como infraestructura, ciencia, cultura, gestión pública y energía.
Pero más allá de la cifra, loverdaderamente relevante es el mensaje político y cultural que subyace: que la educación, la investigación y la formación de capital humano avanzado son dimensiones esenciales para construir relaciones sólidas con países hermanos, en este caso con Brasil, la ecoE: momentos donde el país atraviesa transformaciones E: momentos donde el país atraviesa transformaciones nomía más grande de América delSur y unactor fundamental paralos desafíos que compartimos como región. Como Universidad de Antofagasta, asumimos esta oportunidad con responsabilidad y convicción.
Estuvimosallí parareforzar alianzas con instituciones brasileñas, proyectar programas de intercambio académico y científico, y comprometernos conlacreación de nuevas carreras orienta alos desafíos del Corredor Bioceánico, una ini ca conectaral centro del continente con nuestros puertos del Pacífico, y que exige profesionales altamente capacitados en áreas como logística portuaria, oceanografía, informática aplicada y sustentabilidad. Estaes, sin duda, una expresión de lo que hemos llamado diplomacia del conocimiento: una forma de integración basadaen los flujos económicos, y al mismo tiempo la colaboración entre universidades, centros de pensamiento y redes científicas. Porquela integración verdaderano se lograsolo con carreteraso tratados comerciales. Se construye en lasaulas, en loslaboratorios, enel respeto mutuo y en la formación de generaciones que com: prendan la diversidad de América Latina como una fortaleza. Hoy más quenunca, debemos apostar por una universidad que vincule, que descolonice miradas, que sea capaz de dialogar detúatú conel Estado, conelsector privado y conla ciudadanía. Una universidad que no se encierre, sino que se proyecte;que no se conforme con reproducir saberes, sinoquelos pon: gal servicio del territorio y delas transformaciones sociales. Por eso, reafirmamos con fuerza que las universidades públicas no solo somos centros de formación. Somos puentes.
Y 'comotales, estamos aquí para unir realidades, derribar muros y acompañar a Chileensu camino hacia un desarrollo más justo, más equitativo y más humano. to, más equitativo y más humano. to, más equitativo y más humano. O.