Autor: CARLOS FURCHE EX MINISTRO DE AGRICULTURA Y CONSULTOR INTERNACIONAL
LA APERTURA DE UN NUEVO CICLO
El comienzo de año esta vez está vez asociado al pronto inicio de un nuevo gobierno, portador de enormes expectativas entregadas a la conducción de una nueva generación, encargada de abrir paso a un nuevo ciclo en nuestra organización social, política e institucional, que debería expresarse en la puesta en marcha de una nueva Constitución, y que propicia un desarrollo económico basado en una mayor sustentabilidad social y ambiental Cabe preguntarse entonces por los desafios que este nuevo ciclo abre para el sector agropecuario que en las últimas décadas exhibe un balance positivo en términos de empleo, productividad, inserción en los mercados externos, seguridad de abastecimiento de alimentos básicos e igualmente en la drástica disminución delos indicadores de pobreza en el sector rural, a pesar de que cerrar la brecha rural urbana continúa siendo una tarea pendiente, Las condiciones que hicieron posible este desarrollo han cambiado y sin duda, el mayor de los desafíos de este tiempo es la adaptación al cambio climático que se evidencia en las restricciones crecientes de recursos hidricos, que hace necesario asumir una condición estructural de menos disposición de agua disponible para fines productivos.
En definitiva, elreto es asegurar la producción agrícola con menor disponibilidad de recursos especialmente de agua y suelos, y con mayores niveles de riesgo e incertidumbre climática Aloanterior deben adicionarse los frecuentes retos que nos impone la naturaleza, que obligan a enfrentar emergencias de corto plazo, Desajustes climáticos de diversa índole que afectan la producción, amenazas derivadas de nuestra condición sísmica y volcánica, presión biológica por plagas y enfermedades nuevas y antiguas e incluso desajustes en los mercados locales y externos, son todas amenazas latentes que requieren respuesta rápida pero que no deben diluir la necesidad de avanzar hacia una nueva agenda capaz de sostener la dinámica del desarrollo sectorial bajo nuevas condiciones.
Otrorasgo estructural que determinará el futuro de nuestra agricultura será su capacidad e la revolución tecnológica en marcha, cuyo impacto ya opera sobre la producción primaria, así como sobre los procesos de transformación agroindustrial, transporte e incluso canales y formas de distribución de los alimentos, La adaptación al cambio climático y el aumento de la productividad dependerán en gran medida de la capacidad de impulsar nuestro desarrollo científico y tecnológico y de innovar en las cadenas productivas, Por ello, concordar en un horizonte estratégico que ponga como ejes articuladores la adaptación al cambio climático y la sustentabilidad, ajustando estructuras productivas y reduciendo emisiones de gases de efecto invernadero; que impulse el avance hacia una agricultura más sustentable que reduzca sustancialmente el uso de recursos hídricos en sus procesos productivos, que contenga el deterioro de los suelos, que disminuya el uso de agroquímicos y garantice niveles crecientes de inocuidad alimentaria son tareas prioritarias.
Junto a ello, la redefinición de los instrumentos de apoyo a la pequeña y mediana agricultura y el impulso a medidas de alto impacto en la vida de la población rural, como la ampliación de la cobertura de agua potable, servicios sanitarios y conectividad digital son tareas que requieren voluntad política y acción coordinada del estado.
Enfrentar con éxito tanto los desafios de corto plazo como la adecuación a un nuevo escenario de largo plazo requiere de buenas políticas públicas, de un adecuado marco regulatorio y muy especialmente de una voluntad de diálogo entre los diversos actores públicos y privados presentes en el sector, lo que es coherente con lo señalado por el presidente electo que ha planteado 'como elementos centrales de su futura gestión, el diálogo y la participación ciudadana en las decisiones que les atañen directamente.