Pensamos, luego exportamos
Señor Director: Coincido en que Chile debe avanzar hacia una economía basada en I+D+i. Sin embargo, afirmar que nuestros productos tienen “bajo o nulo valor agregado” desconoce el rol de la tecnología —incluyendo la biotecnología nacional— en sectores clave como la minería, la acuicultura y la agricultura.
En Chile hemos desarrollado soluciones que nos permiten competir globalmente: mejoras en el cultivo de salmones, vacunas para la industria acuícola, sistemas de riego eficientes frente a la crisis hídrica y uso de datos para anticipar plagas, entre otros.
Estas innovaciones, aunque no siempre visibles en el producto final, evidencian que hay ciencia, conocimiento y tecnología detrás de lo que exportamos. esto se alinea con el índice de complejidad económica de César Hidalgo, que mide no solo qué se exporta, sino cuántas capacidades se movilizan para producirlo. Cuando Chile exporta una fruta, también exporta biotecnología, ingeniería en alimentos, hidráulica, logística avanzada y cumplimiento sanitario. Exportar mejor no es partir de cero, sino reconocer y fortalecer lo que ya estamos haciendo bien. Silvana Becerra Subdirectora de Innovación, Universidad de los Andes