LA HISTORIA DE LOS APICULTORES ORGÁNICOS DE CHILE
LA HISTORIA DE LOS APICULTORES ORGÁNICOS DE CHILE PATANIAPRFMIUM LOS LAGOS CORFO 4L LA HISTORIA DE LOS APICULTORES ORGANICOS DE CHILE Fue Fue en plena pandemia, cuando el país entero estaba confinado, que un grupo de apicultores decidió desafiar la incertidumbre y apostar por un sueño colectivo. El 20 de diciembre de 2020, en una fila frente a una notaría, nació oficialmente la Cooperativa de Apicultores Orgánicos de Chile. Una iniciativa impulsada por once personas con una visión común: convertir la apicultura orgánica en una herramienta de desarrollo sostenible, descentralizado y con sentido comunitario. La voz detrás de esta historia es Huguette Bandet, su representante legal y gerente administradora. En su relato se entrelazan el rigor técnico, la pasión por las abejas y una profunda vocación por el trabajo en equipo. Desde los primeros días, la cooperativa se definió como una empresa con propósito, que buscaba generar impacto en las personas, en el entorno natural y en los consumidores. No era solo una agrupación de productores: era una colmena viva, con identidad y con visión. Lo notable es que, a diferencia de otros modelos productivos, sus socios no están concentrados en una sola región. Están repartidos entre la Región Metropolitana, zonas precordilleranas y la Región de Los Lagos. Esta diversidad territorial se transformó en una fortaleza. Gracias a las distintas condiciones climáticas y floraciones, pudieron compartir experiencias, estrategias e incluso mover colmenas en situaciones de escasez o abundancia hídrica. “Esta cooperativa funciona como una colmena”, afirma Huguette, con una sonrisa que mezcla orgullo y ternura. El camino hacia la constitución no fue azaroso. Todo comenzó algunos años antes, en un programa de capacitación dictado por la Universidad de Chile y apoyado por Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y ONU Medio Ambiente. Allí coincidieron los futuros socios, convocados por su experiencia en apicultura sustentable. Al finalizar el curso, descubrieron que existía la posibilidad de transformarse en una certificadora orgánica de primera parte. Pero para eso, debían constituirse formalmente. Fue entonces cuando se tomó la decisión de formar una cooperativa, entre otras alternativas como sindicatos o asociaciones gremiales. Eligieron el modelo cooperativo porque les permitía combinar eficiencia económica con gobernanza democrática y proyección social. La preparación no se limitó a lo técnico. Uno de los primeros apoyos que solicitaron fue un psicólogo organizacional. Querían aprender a trabajar en equipo, a decirse las cosas de frente, a resolver conflictos sin destruir confianzas. Durante tres años, acompañados por el profesional Gabriel Gallardo, construyeron una cultura interna basada en el respeto, la honestidad y el compromiso colectivo. Aprendieron que las palabras también son herramientas y que la cohesión emocional es tan importante como la técnica apícola. En paralelo, definieron un requisito esencial: cada socio debía formalizar su actividad. No bastaba con ser apicultor por oficio o pasión. En un plazo de un año, todos debían tener iniciación de actividades, un logo propio y presencia comercial.
Hoy, cada integrante de la cooperativa tiene su empresa y puede vender con su marca o bajo el paraguas de la cooperativa, lo que permite conservar la autonomía y al mismo tiempo beneficiarse del respaldo colectivo. Además, se implementó un modelo de negocios innovador: la cooperativa no compra miel a los socios, sino que actúa como intermediaria estratégica. Identifica clientes según el perfil de cada productor y, una vez cerrada la venta, el socio factura directamente, entregando un porcentaje a la cooperativa por las gestiones realizadas. Esa flexibilidad organizacional les ha permitido avanzar en varios frentes. En noviembre de 2021 se transformaron oficialmente en certificadora orgánica registrada ante el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) con el Código 29. Desde entonces, han cumplido con todas las fiscalizaciones anuales y se han consolidado como una entidad rigurosa, transparente y con estándares técnicos. Su certificación aplica exclusivamente a sus socios, pero su experiencia y know-how son compartidos con otros productores del país a través de capacitaciones y asesorías.
Además de la miel en sus distintas variedades desde bosques de quillay hasta floraciones de ulmo, la cooperativa ha desarrollado una línea completa de productos derivados de la colmena: propóleos con y sin alcohol, vinagre de miel, ceras orgánicas, hidromieles artesanales, mini panales comestibles y un innovador producto que están próximos a lanzar: perlas de miel, una forma práctica y moderna de consumir este superalimento sin necesidad de envases, cucharas ni refrigeración. Su propósito: democratizar el consumo de un alimento ancestral, acercarlo a todos los segmentos y promover hábitos saludables. Cooperativa ApiChileOrgánico. LA HISTORIA DE LOS APICULTORES ORGÁNICOS DE CHILE í 71i” iPATAG NIA LOS LAGOS CORFO 444 1 ____ Huguette Bandet. Representante legal y Gerente Administradora Cooperativa de Apicultores Orgánicos de Chile l (. f, no todo se reduce al producto. La cooperativa se ha propuesto ser también un actor relevante en las políticas públicas. Participan activamente en mesas apícolas regionales y nacionales, colaboran con universidades e institutos, y representan la voz de los apicultores orgánicos en instancias como la Comisión Nacional Apícola. También son parte de la Asociación de Cooperativas del Sur, donde comparten experiencias con otras organizaciones de base, aprendiendo y aportando desde la práctica. Actualmente, la cooperativa está conformada por un 60% de mujeres y un 40% de hombres, con un promedio de edad de 55 años. Ese dato revela un cruce virtuoso entre experiencia, conocimiento acumulado y mirada femenina del trabajo. La dimensión comunitaria está presente también en su vocación formativa. Realizan charlas en escuelas, participan en encuentros juveniles organizados por INDAP, y colaboran con DUOC UC en Pirque para formar a nuevas generaciones de apicultores con conciencia ecológica y enfoque colaborativo. La visibilidad ha sido un desafío, pero también una oportunidad. A través de su cuenta de Instagram (@apicultoresorganicos) han logrado mostrar su trabajo, recibir solicitudes y posicionarse como referente. Aunque aún no tienen página web, saben que es una tarea pendiente. Pero la comunidad que han tejido no necesita demasiadas vitrinas para hacerse notar: hablan sus productos, sus alianzas, sus acciones en terreno y su compromiso con la apicultura sostenible. Hoy, a más de tres años de su creación, la Cooperativa de Apicultores Orgánicos de Chile no es solo una agrupación de emprendedores rurales.
Es una organización que ha sabido unir conocimientos tradicionales y herramientas modernas, que combina la lógica de la empresa con la ética del cooperativismo, y que está demostrando que el trabajo colaborativo, bien llevado, puede transformar territorios, inspirar políticas públicas y ofrecer alimentos más sanos, honestos y justos. Desde distintas latitudes del país, sus integrantes siguen trabajando como una colmena: cada uno con su rol, pero todos con un objetivo común. Porque cuando se actúa con propósito, el zumbido de las abejas puede escucharse fuerte incluso en medio del ruido del mercado. IC e e, / 1 C apichiLeorganico.