Autor: JAZMÍN LOLAS
La poesía y la crítica de arte chilenas pierden a dos grandes
Autor de “Luis XIV”, el escritor desarrolló una fijación con la corte francesa de los siglos 17 y 18, mientras que el teórico y curador abordó con granlucidez la evolución de las artes visuales en el país. Mundo cultural chileno: con pocas horas de diferencia se supo de las muertes de dos renombrados exponentes de diferentes ámbitos: el poeta Paulo de Jolly y el teórico y crítico de arte Guillermo Machuca. De Jolly es probablemente el más singular de los autores de la poesía local.
Nacido en 1952, tenía una fijación con la corte francesa de los siglos 17 y 18 y dio cuenta de ella en dos impecables obras, publicadas con veinte años de diferencia: la primera fue Luis XIV, de 1983, y la segunda Príncipes, duques y mariscales de Francia, del 2003. El autor contaba que su obsesión por la monarquía de ese país se inició en los 70, cuando residía en París y tomó un día el tren para ira conocer Versalles. Quedó deslumbrado y volvió tantas veces que, según sus cálculos, completó 180 visitas al palacio.
De Jolly tenía la extraña aspiración de convertirse, siglos después, en el poeta del Rey Sol, porque, decía, el monarca no tuvo un poeta en realidad importante. "Tuvo poetas, pero poetitas menores, ninguno de la talla de un Racine, de un Corneille, de un Moliere, o de un fabulista co” mo La Fontaine o de un orador como suet. Yo vine como a reemplazar ese vacío y en Luis XIV está el poeta de Luis XIV y también el poeta rey”, afirmaba.
Antes de que apareciera ese volumen, De Jolly se había dado a conocer en el ámbito literario repartiendo personalmente A yer fue un triste y sombrío día para el Mueren Paulo de Jolly y Guillermo Machuca Sus textos entre los escritores. Como se peinaba con gomina y usaba corbata, era imposible que pasara inadverido para sus pares: "Parecía disfrazado de militante de Patria y Libertad”, dijo Enrique Lihn. El autor era bipolar y padecía, según él mismo decía, otras enfermedades que lo llevaron a residir en clínicas psiquiátricas y casas de reposo las dos últimas décadas de su vida. Hace dos años, cuando Ediciones UDP reeditó Luis XIV, confesó en una entrevista que ese libro era su “única carta de presentación” y que sin él se sentía desnudo.
De Jolly estaba atado a la figura del rey, aun cuando su intención, al iniciarse en la escritura, era contar en verso “la historia del mundo entero, desde Adán y Eva hasta nuestros días, partiendo por Luis XIV, que era lo que yo más conocía, y luego dar toda la vuelta.
Pero no pude, me quedé estancado en Luis XIV hasta el día de hoy”. En tanto, Guillermo Machucha fue encontrado muerto ayer por amigos que, preocupados por no saber de él en varios días, fueron hasta su lugar de residencia. Según el editor y poeta Matías Rivas, "Machuca será recordado largo tiempo por sus libros, fundamentales para comprender la escena plástica chilena de los años ochenta en adelante. Escribió sobre decenas de artistas, entre los que destacan Patrick Hamilton y Natalia Babarovic. Lo hizo con agudeza y humor. También será imposible olvidar su presencia física en infinidad de inauguraciones, en las que lanzó opiniones tan contundentes como desafiantes.
E igual de míticos serán sus periplos por la noche santiaguina, acompañado de sus amigos, analizando sus obsesiones pop”. Nacido en 1961 en Punta Arenas, Machuca se dedicó a la investigación, la docencia y la curatoría de exposiciones tanto en Chile como en el extranjero. Fue autor de cientos de artículos y columnas, además de libros como Después de Duchamp, El traje del emperador y Astrónomos sin estrellas. El académico decía, críticamente, que el campo de las artes visuales en Chile se ha atomizado y que hay una prevalencia de la llamada profesionalización del arte.
Los artistas hacen carrera”, explicaba, refiriéndose a que los autores se interesan en la actualidad por clases, ascender, ganar un concurso público, situarse en el espacio académico, ganar un Fondart y tener acceso a movidas y lobby”.