EDITORIAL: Un futuro en construcción
EDITORIAL: Un futuro en construcción EDITORIAL Un futuro en construcción A pesar de las dificultades, el Barómetro Regional Ñuble 2024-2025 confirma que existe una mirada esperanzada hacia el porvenir. La región se percibe en movimiento, con un potencial de crecimiento que las personas reconocen y valoran. La identidad, el sentido de pertenencia y la esperanza se convierten en pilares para enfrentar los desafíos de empleo, infraestructura, salud y seguridad.
L os resultados del Barómetro Regional Ñuble 20242025, elaborado por el Centro de Estudios Ñuble de la Universidad del Bío-Bío, entrega un retrato preciso y al mismo tiempo desafiante sobre cómo ven los habitantes de las 21 comunas de nuestra región su presente y su porvenir. La fotografía que emerge combina optimismo respecto al futuro, con una mirada crítica hacia el desempeño de las instituciones y las persistentes carencias que aquejan a la vida cotidiana. Un dato sobresale: el 71,5% de las personas encuestadas no quiere dejar Ñuble. Se trata de un signo poderoso de arraigo, de vínculo afectivo y cultural con esta tierra. Este orgullo por lo propio se traduce en la valoración del patrimonio histórico, la riqueza agrícola y los paisajes naturales, elementos que forman parte del relato de Ñuble desde hace generaciones. En tiempos de movilidad constante, esta decisión de "quedarse" habla de una identidad regional sólida, que constituye una de nuestras mayores fortalezas. No obstante, el optimismo convive con preocupaciones urgentes. La encuesta revela que, aunque el 51% percibe progreso, un 36,4% siente que la región está estancada y un 10,9% la considera en decadencia.
Entre los jóvenes de 18 a 29 años predomina el entusiasmo (63,5% ve avances), pero en la población entre 30 y 44 años la visión es más sombría, asociada quizás a las dificultades de insertarse laboralmente, sostener un hogar o proyectar estabilidad económica.
Lo anterior se conecta con la calidad de vida, que también fue medida y donde las notas más bajas se concentran en salud y empleo: solo el 39,6% valora positivamente la atención sanitaria y menos de la mitad percibe posibilidades de buenos sueldos y oportunidades de trabajo. Estos datos no son sorpresivos. El desempleo regional bordea el 10,5%, la tasa más alta del país, y los salarios son los más bajos de Chile: el ingreso mediano alcanza apenas $504.875, muy lejos del promedio nacional de $897.019. A esto se suma la brecha de género: apenas el 45,8% de las mujeres participa en el mercado laboral, frente al 68,2% de los hombres. Esta desigualdad, que se reproduce en ingresos y acceso a mejores empleos, constituye uno de los principales desafíos sociales de Ñuble. En salud, el nuevo hospital regional que abrirá el próximo año será un paso adelante. Pero la deuda más profunda está en las comunas, donde las familias reclaman centros de salud de mayor capacidad, médicos especialistas y tiempos de espera razonables. Otro aspecto clave que revela la encuesta es la desafección con la política. Aunque la ciudadanía confía en el futuro, no ocurre lo mismo con sus representantes.
La gente espera que las autoridades regionales asuman un liderazgo real en la toma de decisiones: más del 45% quiere que sea el Gobierno Regional el que defina la construcción de grandes obras públicas, el transporte y la localización de empresas. Esto refleja un mandato claro: la centralización ya no responde a las expectativas de la ciudadanía. Ñuble quiere y necesita mayor autonomía en la gestión de su desarrollo. El Barómetro Regional Ñuble 2024-2025 nos recuerda que, en lo esencial, la ciudadanía cree en el futuro de Ñuble. Corresponde ahora transformar esa esperanza en obras, políticas públicas y oportunidades concretas. Ese es el desafío: hacer coincidir la esperanza con la realidad..