Charles & Ray Eames Un legado de invención
A vida y obra de los Eames fueron un magnífico reflejo del poder que llegó a tener Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Ganó la guerra, liberó a Europa y Asia del horror del Nazismo y del Imperio del Sol Naciente, reflejo de un fascismo desenfrenado y demencial. La ejemplar democracia del vencedor permitió una rápida recuperación de los vencidos, transformándose en potencias económicas y con democracias bien estructuradas, siendo el caso de Alemania y Japón. Un triunfo del capitalismo por sobre el socialismo soviético, que liberó a Europa del este de los nazis, pero avasalló a sus pueblos con regímenes autoritarios. Ese error terminaría con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en los 80. Y con la Guerra Fría. Por eso es importante poner en contexto lo que hicieron los Eames en esos años. Porque fueron parte de la nueva clase media norteamericana que comenzó a tener mayores ingresos que luego se expresó en sus formas de habitar. Aparece el Estilo Internacional, heredero de los principios de la Bauhaus. Fueron ellos quienes mejor aprovecharon esta tendencia en la Alemania de 1933, con la llegada de Gropius, Mies, los Albers, Breuer y László Moholy-Nagy. Cuando Charles Conoció a Ray Charles Eames (1907-1978) venía de una familia donde su padre era guardia de estación de ferrocarriles y su madre dueña de casa, pero desde niño fue un alumno aventajado. Entró a estudiar Arquitectura en la Universidad de Washington en S£. Louis, Misuri, siendo admirador de Frank Lloyd Wright.
Charles fue expulsado de la universidad, con el argumento de que sus puntos de vista eran “demasiado modernos”. Se casó con Catherine Dewey, hija de un prominente ingeniero de esa ciudad, de cuyo matrimonio nació su única hija, Lucía. Como regalo de matrimonio viajaron a Europa para conocer la arquitectura clásica, pero también buscar las obras construidas por Le Corbusier, Gropius y Mies. Durante la crisis de la depresión económica se quedaron sin trabajo y viajaron a México. A su vuelta Charles decidió montar su propia oficina de arquitectura junto a su amigo Robert Walsh y diseñaron las Casas Dinsmoor (1936), Dean (1936) y Meyer (1938), además de dos iglesias en Arkansas. El arquitecto y la artista transformaron el estilo de vida de los norteamericanos, donde todos querían ser modernos y, siendo parte de los Estados Unidos de América, la nueva potencia mundial.
Por_ Hernán Garfias En la famosa revista «Architectural Forum» fue publicada su obra, la Iglesia católica de Santa María, Helena, Arkansas 1934, lo que llamó la atención del famoso arquitecto de origen finés Eliel Saarinen (1873-1950), entonces director de la Cranbrook Academy of Art de Michigan, quien le ofreció una beca de investigación en el programa de Arquitectura y Urbanismo que comenzó en 1938. La vida de Charles y Ray Eames se desarrolló en la Academia de Arte Cranbrook, cuando él había sido nombrado director del Departamento de Diseño Industrial y ella había entrado a estudiar Diseño.
Cuando le pregunté al nieto de Charles, Demetrios, en un encuentro en Buenos Aires, me contó que su abuelo y Ray eran muy reservados con su privacidad, por lo que no hay registros de cómo se conocieron y enamoraron. Ray Kaiser había nacido en Sacramento, California en 1912, criada en un entorno familiar muy protector por la temprana muerte de su hermana mayor a los dos años. Comenzó a dibujar muy bien a los tres años y se transformó en un prodigio. Después de tomar clases de ballet, que la formó en la disciplina del rigor, en la secundaria de Sacramento sobresalió en los talleres de arte y dibujaba todo el tiempo en sus cuadernos de apuntes.
Una vez graduada de la enseñanza secundaria, fue aceptada en el May Friend Nennett School de Millbrook en Nueva York, durante dos años, y luego ingresó al Arts Students League convirtiéndose en una discípula destacada del gran pintor expresionista exiliado alemán Hans Hofmann (1880-1966), a quien ella siguió cuando este abrió su propia escuela, transformándose rápidamente en su asistente. Una experiencia fundamental en su propio quehacer artístico, ampliada por la intensa vida cultural de Nueva York, como el teatro, el cine, las inauguraciones de exposiciones en galerías y museos. Estructura y color era la enseñanza central de Hofmann y que ella incorporó en sus pinturas y dibujos. Escultura Plywood, 1943, Ray Eames. Hernán Garfias Arze. Diseñador Gráfico UCV, fundador revista «Diseño», y Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño UDP; creador Galería Diseño CCPLM, curador exposiciones Andrée Putman, Alessandro Mendini, Ettore Sottsass, Philippe Starck, Diseño Escandinavo, Bauhaus: Influencia en Diseño Chileno. Autor de cientos de artículos sobre arte, diseño y arquitectura. Cavalieri Stella Italia, Premio Trayectoria Diseño Ministerio de Cultura.
Actual Director Escuela de Diseño, Arte y Comunicación AIEP UNAB. en 1936, Ray se unió al grupo radical American Abstract Artists (AAA). Por ello es fundamental considerar que Ray, antes de conocer a Charles, era una artista ya muy reconocida en los circuitos de vanguardia neoyorquinos.
Al ingresar a Cranbrook, junto a su amigo Eero Saarinen (hijo del arquitecto Eliel Saarinen), se presentaron al Concurso de Mobiliario convocado por el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York (Mo MA). Ray ayudaba en la elaboración de maquetas y planos de los prototipos. Obtuvieron los primeros premios y prepararon una exposición en el museo, la que marcó un hito en la historia del diseño estadounidense. Su relación clandestina con Charles había comenzado, y él decidió entonces divorciarse de Catherine para casarse, en 1941, con Ray. Abrieron juntos el Estudio Eames en Washington Boulevard, Venice, California. Eames comenzó a diseñar tablillas para inmovilizar extremidades fracturadas para la Marina de los Estados Unidos. Inventaron la máquina Kazam, herramienta que les permitía trabajar con láminas de madera contrachapadas y curvadas al calor. De ahí nació la idea de crear el mobiliario que los volvería famosos.
Recogiendo la exitosa experiencia del concurso del Mo MA, el Estudio Eames empezó a diseñar sus sillas más aclamadas, las que hoy en día se siguen fabricando con gran éxito comercial por Herman Miller en Estados Unidos, y la fábrica Vitra en Alemania. De esa época nacen la Silla LWC en su versión de madera o con asiento forrada con piel de becerro, un icono del mobiliario mundial. Le suceden la DCW (Dining Chair Wood) con estructura en metal, asiento y respaldo en madera contrachapada y piso de madera curvada en forma de elefante, diseñada como mueble y juguete infantil. También aparecen la mesa Coffee Table de 1946, la Dining Table de 1947, el biombo Folding Screen y la famosa Lounge Chair and Otoman en 1956, tapizada en cuero.
Para las oficinas de planta libre (una novedad de los rascacielos de Nueva York y Chicago), la dupla diseñó las líneas de muebles para escritorios, estanterías, separadores de ambientes y las Butacas Lounge Chair y Side Chair en aluminio y tapiz vinilo para Herman Miller, así como la línea para aeropuertos y salas de espera Tandem Seating. También experimentaron con éxito la línea de Sillas en Plástico Moldeado como la Low Chair, la Armchair, la apilable Side Chair y la magnífica Butaca escultórica La Chaise, de 1948. Ray siempre aportaba desde su lado de artista en las formas, los colores, la producción fotográfica y sus ambientaciones.
También creando tapicerías y objetos, como su famoso pájaro negro (conocido como “el pájaro de los Eames”). Otra serie que realizaron juntos fue la de las mallas metálicas con asiento de cojín tapizado con una paleta de colores, donde Ray era infalible.
Es notable su aporte en la línea de Armarios Eames Storage Units o ESU, donde se sumaron los paneles de color rojo, texturas de lunares sobre la madera de puertas corredizas: color negro para los interiores y blanco para exteriores, como si se tratara de una tela. A pedido de la fábrica de Herman Miller, la dupla se encargaba del diseño de interiores para ferias y vitrinas de exhibición de tiendas. No podemos olvidar sus magníficas portadas para la prestigiosa revista €S Architecture», dirigida por John Entenza, una de las figuras fundamentales en el crecimiento del Modernismo estadounidense, muy amigo de la pareja.
Lounge Chair and Ottoman (también conocida como la 670 y la 671), 1956. La Chaise, 1948. LCW, 1945. UNA VIDA, UN TRABAJO, UNA EXPERIENCIA El mejor trabajo de arquitectura de esta dupla es su propia casa en Palisades, California, donde se unen el lenguaje tridimensional de Charles y el lenguaje pictórico de Ray.
Eso se refleja muy bien en las fachadas (como si se homenajeara a Piet Mondrian), y en el interior, con los detalles de Ray en la decoración, las pinturas de Hofmann en el cielo y las colecciones de objetos más diversos que a ella le gustaba atesorar. Una vida, un trabajo y una experiencia de Diseño, Arte y Arquitectura juntos por más de cincuenta años. Dato curioso. Charles falleció el 21 de agosto de 1978 y, justo diez años después, el mismo día, un 21 de agosto de 1988, falleció Ray. No sin antes haber ordenado todo el archivo de sus trabajos y donarlos al Mo MA para su resguardo y difusión. Toda una historia de amor.