Autor: EDUARDO MORAGA VÁSQUEZ
Bancos y agro: relaciones distantes
Bancos y agro: relaciones distantes Rodrigo Viñambres ocupa diferentes trajes cuando va al banco. Con cada uno de ellos lo reciben de manera diferente. Viñambres es un agricultor maulino dedicado a las cerezas, nueces y avellanos. En este último rubro es presidente de los productores. “Hace tres años, cuando ibas a un banco, eras atractivo si tenías huertos de cerezos o avellanos que ofrecer como garantía. Sin embargo, hoy no están interesados en las cerezas, pero los nogales volvieron a generar interés. Afortunadamente, los avellanos siguen como caballito de batalla para la banca. En todo caso, creo que en general hoy se exige un alto nivel de garantías para el agro”, sostiene Rodrigo Viñambres.
Víctor Catán, presidente de Fedefruta, sostiene que el acceso a financiamiento bancario por parte de las empresas agrícolas está pasando por un período de enfriamiento, pero cree que hay que ponerlo en un contexto de largo plazo. “Las colocaciones bancarias están golpeadas por el resultado de las cerezas en la última temporada. Sin embargo, es una situación coyuntural. Creemos que la mirada de la banca a la actividad frutícola en el largo plazo es positiva, tanto es así que muchas entidades han invertido en tener departamentos para el mundo agrícola. Los productores tienen fama de ser buenos pagadores y de dar garantías, como la tierra, que en el tiempo se aprecia”, sostiene Catán. Lo concreto es que, más allá de las diferencias puntuales entre rubros, 2025 trajo una mayor cautela de los bancos respecto al flujo de capitales al agro.
Si se trata de un fenómeno pasajero o si el invierno se transforma en una edad del hielo, dependerá de variables como el futuro de la guerra arancelaria, la velocidad de la baja de tasas de interés, la ampliación del uso de seguros por parte y la demanda por alimentos chilenos. Carlos González Mufdi, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, sostiene que la situación financiera actual de los productores depende en gran medida del rubro en que participan. “Hay distintas rentabilidades dependiendo si están en los cultivos tradicionales, la lechería, la ganadería de carne o la fruta.
En el caso de los cultivos tradicionales como trigo, raps, avena, el año antepasado fue pésimo por el alza de los insumos agrícolas, especialmente de los fertilizantes y de lluvias excesivas en períodos clave del año. Sin embargo, en la última temporada, afortunadamente, los insumos bajaron y el precio del trigo subió un poco, lo que representó un alivio”, sostiene González Mufdi. El dirigente ñublense afirma que los agricultores de cultivos anuales han tenido que recurrir a créditos de las cadenas de casas comerciales, lo que sirve, pero significa una tasa más alta que la bancaria. En todo caso, González Mufdi advierte que en la ganadería, tanto de carne como lechera, le ha tocado ver un repunte gatillado por una debilidad en la oferta mundial.
“Se ve un horizonte estable y en la lechería hay precios muy buenos”. Sin embargo, en la fruticultura se ha sentido el golpe a las cerezas, que pasó de tener muy buenos retornos en la temporada 2023-24 a una rentabilidad nula o negativa en no pocos casos en la campaña 2024-25. Los arándanos, en tanto, están entrampados entre una oferta varietal anticuada que no responde a las demandas del mercado y requisitos de capital altos para poder plantar las nuevas variedades. “Muchos se han salido, porque no tienen el capital para reconvertirse”, sentencia el dirigente ñublense. En el caso del agro sureño, la realidad financiera está muy atada al devenir de los cultivos anuales. “La situación es crítica, con varios años de márgenes estrechos. En la última temporada, cultivos que sustentan la rotación no fueron muy rentables”, sostiene Roberto Heise, director de la Sociedad de Fomento de Temuco, Sofo. Según Heise, el punto más positivo para las finanzas de los agricultores sureños es que los costos de los fertilizantes han bajado.
Le preocupa que tanto el apriete de rentabilidad de los cultivos anuales como la reticencia de los bancos con el En la última cosecha de los avellanos quedó claro que se necesita hacer inversiones importantes en infraestructura de limpieza, secado y guarda”. RODRIGO VIÑAMBRES PRESIDENTE ASOCIACIÓN PRODUCTORES DE AVELLANOS La tasa de los agricultores que no pagan es bajísima.
Los bancos tienen registros y saben perfecto quién es quién”. Ahora los agricultores tenemos que gastar bastante tiempo en ordenar las finanzas, en presentar muchos papeles, garantías y planes para lograr financiamiento”. ROBERTO HEISE DIRECTOR SOFO DISTINTAS REALIDADES El golpe a la rentabilidad de las cerezas en la cosecha 2025 acrecentó la distancia entre ambos actores, dificultando el acceso a créditos. Sin embargo, la baja de costos hace más atractivas las finanzas de los agricultores.. Los avellanos continúan siendo una de las actividades más rentables y atractivas para las instituciones financieras. La mala temporada 2024-25 de las cerezas generó un deterioro en la mirada de los bancos sobre el agro. VÍCTOR CATÁN PRESIDENTE DE FEDEFRUTA Bancos y agro: relaciones distantes agro están provocando que no se realicen las inversiones necesarias, tanto en maquinaria como en infraestructura que se requieren para mantener la competitividad como agricultores. Víctor Catán apuesta a que los bancos deben mirar el agro teniendo en cuenta su historial de pagos en el largo plazo. “La tasa de los agricultores que no pagan es bajísima. Los bancos tienen registros y saben perfecto quién es quién. Por eso digo que la existencia de departamentos técnicos en esas instituciones es muy buena para el agro. Mi visión es que muchos bancos no le prestan plata al mundo agrícola porque no saben cómo funciona. Cada rubro tiene sus vaivenes y hay que mirarlos a mediano y largo plazo. En ese período, los agricultores sí responden”, sostiene el presidente de Fedefruta. En tanto, Carlos González Mufdi explica que “no les echo la culpa a los bancos, su negocio es prestar plata a tasas que sean convenientes para ellos. El banco no engaña, te dice yo le paso plata a esta tasa. Usted vea si la toma o no”. González Mufdi afirma que el agricultor debe pedir un préstamo de acuerdo a su capacidad de pago y de su flujo de caja. En la actualidad, pedir un crédito bancario significa destinar un mayor tiempo y energía por parte de los agricultores. “Los bancos están muy lentos. En algunos casos me ha tocado ver que están en una etapa de restructuración interna, separando lo que es agrícola de lo que no lo es. Ahora los agricultores tenemos que gastar bastante tiempo en ordenar las finanzas, en presentar muchos papeles, garantías y planes para lograr financiamiento”, sostiene Roberto Heise.
José Francisco Larraín, gerente general de Banagro, sostiene que el panorama de mayor incertidumbre mundial ha impulsado a las autoridades financieras chilenas a exigir mayor cautela por parte de los bancos, los que han apuntado a aprovisionar una mayor cantidad de capital respecto de los préstamos que realizan. Larraín agrega que los bancos han estado atentos al aumento de costos y, por ende, de riesgo a partir del alza de los insumos de hace un par de temporadas. “La inflación de costos agrícolas, de la mano de obra, de materiales, etcétera, se sumó al ciclo de alza de tasas para frenar la inflación. Todo eso impacta los márgenes de los agricultores”, sostiene Larraín. En tanto, Enrique Hott, gerente de Administración y Finanzas de Copeval, sostiene que el factor riesgo está afectado las decisiones de entrega de capital por parte de los bancos. “Si observas el tipo de cambio, todavía está en un nivel alto y hay un acceso a insumos más baratos que en 2022, lo que es positivo para los agricultores. Sin embargo, hay una tendencia de los bancos a participar menos en el riesgo agrícola, pues los resultados de los agricultores dependen de mercados y productos específicos. Además, un menor uso de seguros que en otras áreas de la economía”, sostiene Hott. Víctor Catán reconoce que los agricultores que trabajan con contratos con empresas procesadoras, como en el caso de la producción de tomates para pasta, cuentan con una mejor posibilidad de acceso a financiamiento bancario. Rodrigo Viñambres cree que los bancos pueden jugar un papel importante en consolidar el impulso de rubros como el de los avellanos y, de paso, lograr un buen retorno para sus préstamos. “En la última cosecha de los avellanos quedó claro que se necesita hacer inversiones importantes en infraestructura de limpieza, secado y guarda. Tuvimos una producción histórica en 2025 y no todas las avellanas se pudieron procesar con la velocidad requerida por la agroindustria, lo que afectó la calidad. A su vez, eso repercute en los retornos que van a obtener los agricultores este año. Son inversiones que se justifican plenamente en términos económicos”, sostiene el líder de los productores de avellanas. La gran pregunta es cuánto tiempo se mantendrá la lejanía entre los bancos y el agro. Para José Francisco Larraín se trata de una situación que debería tender a cambiar en el mediano plazo. “La agricultura es cíclica. Cuando se toma la decisión de participar en ese sector, se debe tener en claro que va a haber momentos de altos y bajos resultados. Es importante tener el conocimiento respecto de los ciclos. Si bien la banca está dando paso para crear unidades especializadas, en general, no han sabido capitalizar ese conocimiento, y por eso tienen una posición restrictiva. Hay que esperar, y la tendencia se va a revertir”, sostiene el gerente general de Banagro.
En tanto, otro factor que apunta a un futuro descongelamiento de las relaciones de los agricultores con banqueros es que estos últimos habrían sobrerreaccionado a algunas señales de rentabilidad de rubros líderes en la última temporada. “Si bien en los años anteriores venían bajando las colocaciones bancarias, este año se produjo una restricción adicional por el mal desempeño del negocio de la cereza, en que se obtuvieron bajos precios.
Sin embargo, en Copeval lo vemos distinto, no creemos que el daño sea tan profundo, pues no hemos tenido ningún deterioro en nuestra cartera de clientes por el desempeño de las cerezas en la última temporada”, sostiene Enrique Hott.
El ejecutivo de Copeval agrega que, en casos como el de los productores de maíz, la combinación de buenos precios y de una baja importante en los fertilizantes, un insumo que tiene un gran peso en los costos de ese cultivo, permite que operen con buenos márgenes. En tanto, Carlos González Mufdi cree que se puede apuntalar las relaciones entre bancos y agro a través de un mejor acceso a seguros, lo que ayudaría a disminuir el riesgo de las colocaciones. “Los seguros son escasos o caros en la actualidad. Creo que hay que subvencionar el acceso a seguros agrícolas”, sostiene el dirigente de Ñuble. BUENAS PERSPECTIVAS A FUTURO Los seguros son escasos o caros en la actualidad.
Creo que hay que subvencionar el acceso a seguros agrícolas”. CARLOS GONZÁLEZ MUFDI PRESIDENTE ASOCIACIÓN DE AGRICULTORES DEL MAULE BUENOS PAGADORES Si observas el tipo de cambio, todavía está en un nivel alto y hay un acceso a insumos más baratos que en 2022, lo que es positivo para los agricultores”. ENRIQUE HOTT GERENTE DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS DE COPEVAL La agricultura es cíclica. Cuando se toma la decisión de participar en ese sector, se debe tener en claro que va a haber momentos de altos y bajos resultados”. JOSÉ FRANCISCO LARRAÍN GERENTE GENERAL DE BANAGRO.