Licencias médicas: ¿La traición a Hipócrates?
Licencias médicas: ¿ La traición a Hipócrates? e Desde remotas épocas, la medicina ha ejercido un gran “poder”, en la vida humana.
Paracelso (14931541) nos legó “la Medicina no se estudia, se adquiere como un don divino”. Otro “padre de la medicina”, baluarte de la ciencia médica, Hipócrates, (460 AC370 AC), - autor del “juramento”- que “recitan” los médicos cuando reciben sus títulos, establece que “no se hará nunca negocio conla medicina” y que, “seatenderá por igual al rico y al pobre”. En “Fundamento Sapientia”, Paracelso enseñó que “hay dos formas de conocimiento; una ciencia médica y una sabiduría médica”. Mientras la ciencia descubre remedios de patente, hay un antiquísimo conocimiento que tiene su origen en el “primeros fundamentos del mundo” que jamás han cambiado sus fórmulas que se conservan en “santuarios” alejados de la civilización materialista. Inaccesibles a “falsos apóstoles de la medicina”, como lo plantea O. Uzcategui en “El Hombre Absoluto” (Ageac, Barcelona, 2020). Es probable que hoy muchas de estas recetas estén en la “medicina intercultural” o “salud intercultural” de los pueblos originarios.
La medicina, con el tiempo, se ha vuelto un “negocio” de farmacéuticas, y “sociedades médicas”: ¡ Perdón al médico de vocación real, porque sí los hay! En la antigua China, el médico era un sujeto al que se le pagaba una especie de diezmo, mientras las personas no enfermaran. Mientras curaba, nocobraba.
Paracelso e Hipócrates fueron maestros de la “medicina eterna”, que poseían este don”. Hoy cabe preguntarse si ¿ La OMS será confiable para advertir sobre los virus que circulan en el mundo? ¿ Somos sujetos de estudios farmacéuticos? ¿ Los son centros experimentales de medicamentos? ¿ Existe el negocio del dolor? La medicina, nos recuerda el D, Lama, debiera ser un sacerdocio donde ningún “déspota orgulloso pueda ejercer”. La medicina oficial ha explotado el dolor para encerrar al “ser humano” en consultorios, clínicas y hospitales, los que debieran ser “santuarios De una colega lingitista colombiana recibí alguna literatura del sistema médico delos indios Arahuacos, Sierra Nevada de Santa Marta, expertos en la “fisiología sensorial” y los “cuerpos internos del Ser Humano”, semejantes a los Lamas del Tibet. Paracelso, escribió: “Médico es aquel que puede curar. Ni emperadores, ni Papas, ni colegios, niescuelas superiores pueden formar médicos. Podrán conferir títulos, pero “homo sum, humana nihil a me alienum puto” (soy un hombre, nada de lo humano me resulta ajeno). Omer Silva Villena/exacadémico Ufro/Uach