CARTAS: El fútbol que perdimos
El fútbol que perdimos e Ante los hechos acontecidos en el partido entre Universidad de Chile e Independiente, resulta inevitable alzarla voz para repudiar la violencia y reflexionar sobre lo que somos hoy comosociedad. Estamoslejos, muy lejos, de los mínimos comunes que permiten una sana convivencia en torno al deporte. Este episodio es el reflejo nos hemos convertido como hinchas en gran parte del circuito sudamericano: fantoches, soberbios y energúmenos dispuestos a avasallar a quien se cruce en el camino. No es casualidad queno nos quieran en ninguna parte. Los clubes, la federación y el Estado han fracasado una y otra vez enenfrentar este problema. La llamada “Ley de Estado Seguro” nunca se aplicó. Presidentes, autoridades y jugadores han sido permisivos con estas barras bravas que hoy tienen al fútbol sumido en un abismo del que parece no haber salida. Es momento de tomar decisiones firmes y valientes. El fútbol no da para más diagnósticos tibios: requiere una reestructuración profunda y una reconversión de objetivos que lo devuelvan a su esencia. Debe ser un espectáculo digno de admiración, un espacio de unión y no una lacra destinada a engrosar bolsillos. El fútbol, en su esencia, es deporte, vida y oportunidad. Es un conjunto de valores que debería proyectarse ennuestras escuelas y comunidades. Sin embargo, la distancia entre ese ideal y la realidad actual es abismal.
Y mientras no enfrentemos con seriedad este desafio, seguiremos perdiendo no sólo estadios, sino también la posibilidad de reconocernos en el espejo de un juego que alguna vez supo unirnos, Marcelo Chávez, académico Educación Contínua UNAB