Fake news internacional: usan video de incendio en Achupallas para denunciar falso ataque pakistaní en India
Fake news internacional: usan video de incendio en Achupallas para denunciar falso ataque pakistaní en India Expertos en chequeo de datos rastrearon el origen de las imágenes y aclararon la mentira. lanacio MOLINA n video de 23 segundos comenU zÓ a circular en redes sociales. Mostraba a una mujer llorando mientras grababa llamas que cruzaban una carretera. La escena incluía postes de electricidad, una pasarela y una barrera de contención. Cuentas de X afirmaron que correspondía a un ataque de misiles en Amritsar, India, en el contexto del conflicto con Pakistán. Una de las publicaciones más compartidas fue de la cuenta (VShamii_awanl, que escribió -originalmente en inglés-: "Pakistán ataca base militar en Amritsar. Se reportan numerosas bajas, con varios heridos de gravedad. +*IndiaPakistanWar OperationSindoor +*+Amritsar *Sialkot". El video se compartió miles de veces en Facebook y X. Las imágenes no mostraban explosiones ni equipos militares, pero el relato falso se impuso. Ahí surgió la duda. Periodistas de las agencias internacionales Reuters y AFP comenzaron a verificarlo. Las imágenes no coincidían con ningún ataque reciente, pero recordaban un incendio. Iniciaron la búsqueda inversa en Google para rastrear si el video ya existía antes.
Lo encontraron en TikTok, publicado en febrero de 2024, con la descripción: "Evacuando incendio +4Achupallas terrible ver cómo se queman casitas de vecinos y amigos". El registro fue grabado en Viña del Mar, durante los incendios forestales de ese mes (disponible en este enlace: http://bit.ly/3ZhGQtR). Luego, los equipos utilizaron Google Street View y fotos satelitales para comparar detalles del lugar. Postes, barandas y señales coincidían con la esquina de las avenidas Livingstone y Carlos Ibáñez del Campo, en Achupallas. Con esa evidencia concluyeron que se trataba del incendio chileno y no de un ataque militar internacional. un ataque militar internacional.
Geolocalizar Felipe Espinosa, sociólogo y magíster en Comunicación Social de la Universidad de Chile, comenta el método: "Es interesante el proceso que hacen los medios para verificar la información y quizás es una habilidad nueva en este mundo del siglo XXI.
Existe un juego que se denomina GeoGuessr, que se trata justamente de localizar una imaCAPTURA DE PANTALLA La imagen se viralizó y fue desmentida Fake news internacional: usan video de incendio en Achupallas para denunciar falso ataque pakistaní en India falso ataque pakistaní en India falso ataque pakistaní en India falso ataque pakistaní en India La autenticidad del video permitió que la fake news se tomara por clerta. gen o un set de imágenes de Google Street View y reconocer en el menor tiempo posible y con la mayor precisión el lugar que se está viendo". Espinosa explica que los jugadores desarrollan una observación detallada: "Se fijan en el tipo de poste que hay en una calle, el tipo de autos, el relieve del lugar, para identificar el sitio, que puede ser en cualquier parte del mundo". El físico teórico y especialista en redes sociales Cristián Huepe señala que existen distintas formas para comprobar si una imagen o un video muestran lo que se dice que muestran.
Menciona tres caminos posibles: "Extraer metadata, realizar búsquedas de imágenes en internet para ver si esa imagen se en internet para ver si esa imagen se ha utilizado en algún momento, y hacer una verificación contextual, comparando con lo que se espera ver o con verificaciones independientes del suceso mostrado". Huepe advierte que hay un aumento en la cantidad de videos o fotos de desastres naturales que se reutilizan para fabricar noticias falsas. "Cada vez es más fácil hacer noticias falsas", dice. "¿Me daba rabia" La circulación global de imágenes falsas también ha afectado conflictos reales. Andrei Azarin, ciudadano ucraniano de 32 años que vive en Barcelona, recuerda cómo lo experimentó. "Hubo muchas fake news vinculadas Lo peor no es que haya gente capaz de hacer eso. Lo peor es que estamos dispuestos a creerlo. Rafael Gumucio Puro humo n incendio en Achupallas fue noticia en la U India. No porque los bomberos chilenos se hayan vuelto brahmanes, sino porque alguien tomó ese video y lo vendió como si fuera un ataque paquistaní. La tragedia local convertida en guerra mundial. Achupallas rebautizada como Kashmir. El fuego como misil. El humo como propaganda. Lo peor no es que haya gente capaz de hacer eso. Lo peor es que estamos dispuestos a creerlo. Muchas veces, hoy por hoy, las imágenes mienten, las informaciones no informan, los datos confunden. En esta nueva Babel digital, nada es lo que parece y todo puede ser lo que conviene. ¿Qué queda entonces que no sea pura mentira? La imaginación. No la imaginación conspiranoica de los que inventan noticias falsas, sino la imaginación de los que escriben novelas. Esos que no disfrazan la mentira de verdad, sino que hacen de la ficción un camino hacia lo verdadero.
Porque a diferencia de las noticias falsas que se hacen pasar por reales, la novela se presenta con humildad: "Esto es inventado, pero quizás diga algo que ningún dato puede decir". En tiempos de pantallas que engañan, de discursos que se adaptan al algoritmo y de titulares que informan poco y asustan mucho, la única verdad que queda es la que podemos mirar a los ojos. La verdad local. El vecino que perdió su casa, el olor a humo, el miedo real.
La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para La novela, ese arte en desuso, sigue ahí para recordarnos lo que el dato no alcanza: que hay verdades que no caben en un tuit ni en un gráfico, pero que nos atraviesan igual. al conflicto de Ucrania, sobre todo al principio", dice. "Me confundía y me daba rabia la gente que lo tomaba como una verdad absoluta, pero por otra parte había gente que no se lo creía y lo contrastaba". Un nivel más estructural lo aporta el académico alemán Martin Hilbert, doctor en Comunicación por la University of California, quien advierte sobre la falta de regulación. "Las redes sociales no tienen las mismas obligaciones que los periódicos. En Estados Unidos, los editores son responsables hasta personalmente por lo que publican. En las redes no hay ninguna responsabilidad y esto demuestra claramente lo que está pasando"..