Ideas para estimular a preescolares que por el alza de los virus deben quedarse en casa
Ideas para estimular a preescolares que por el alza de los virus deben quedarse en casa D e acuerdo con datos del Ministerio de Salud, en junio de este año se registraron más de 440 mil atenciones por urgencias respiratorias en el sistema público del país, un aumento de 21% respecto del mismo período el año pasado.
Considerando la oscilación de temperaturas, el escenario de julio no se vislumbra mucho mejor: mientras que en las noches capitalinas se siente frío --un agente que suele elevar el número de enfermedades--, en los últimos días la temperatura de Santiago ha superado los 20 C, lo que a su vez agudiza la mala calidad del aire. Todo esto, en medio del retorno a clases tras las vacaciones de invierno. Ante esta mala combinación de factores, no es raro que muchos niños, en especial preescolares que todavía están desarrollando su sistema inmunológico, se vean obligados a faltar a clases para quedarse en casa. A su cuidado suelen quedar familiares que no siempre sienten tener las herramientas para continuar fomentando su desarrollo. "Partimos de la base de que las familias tienen las mejores intenciones. Sin embargo, por desconocimiento o inseguridad, suelen surgir prácticas que pueden afectar el desarrollo infantil.
Uno de los errores más comunes que visualizamos es el uso excesivo de pantallas, las cuales, aunque parecen una solución práctica, tienen efectos negativos comprobados en el desarrollo cognitivo, socioemocional y motriz de los niños y niñas", plantea Lorena Ventura, educadora de párvulos y coordinadora de Programas Pedagógicos de Fundación Educacional Choshuenco. "Otro error frecuente es desordenar las rutinas, permitiéndoles dormir o levantarse más tarde, lo que afecta su ritmo biológico y dificulta su retorno al jardín infantil", explica. Por comodidad o sobreprotección, también es común que los adultos terminen haciendo todo por ellos. "Los visten, alimentan y ordenan los juguetes", indica.
Seguir explorando Actividades como poner la mesa, ordenar la pieza, clasificar ropa para lavar según su color, `hermanar' calcetines o cocinar, son algunas de las sugerencias de Ventura para las familias. "Cuando hablamos de aprendizaje en la primera infancia muchas veces se piensa que lo importante es que aprendan números, letras, los animales o figuras.
Pero lo cierto es que los niños y niñas son seres integrales, y lo que más necesitan en esta etapa es desarrollar aspectos como el apego, la identidad, la autonomía, el lenguaje, el movimiento y el juego, en un contexto seguro y amoroso", complementa Nayira Belmar, encargada de la Ludoteca de Lo Hermida (Peñalolén) y ganadora del Global Teacher Prize Chile en Educación Parvularia. "Cuando por enfermedad o precaución deben quedarse en casa, lo más importante es que puedan seguir explorando, jugando y relacionándose en un contexto verbalizado. En este sentido, más que intentar reemplazar el aula, la invitación es a construir espacios de juego significativo desde lo cotidiano.
El hogar puede transformarse en un escenario lleno de posibilidades si lo miramos con intención pedagógica", explica la especialista, quien sugiere actividades como el `cesto de los tesoros' para menores de hasta dos años (se reúnen objetos como llaves, potes o esponjas, y se ponen en un canasto para que los niños exploren, estimulando su curiosidad) o los juegos de roles para aquellos un poco más grandes. "Una de las recomendaciones principales es propiciar el juego libre con objetos cotidianos. Utensilios del hogar como ollas, cucharas de madera, paños o cajas pueden convertirse en elementos de juego simbólico. Basta con delimitar un espacio con una manta o alfombra para que niños y niñas exploren, imaginen y jueguen.
No es necesario contar con juguetes específicos, pues lo cotidiano despierta la creatividad", recuerda Daniela Triviño, vicepresidenta ejecutiva de la Junji. "Además, se pueden realizar actividades artísticas o sensoriales, como explorar los elementos del entorno". Esto último es una invitación a observar, tocar y conversar sobre los materiales y elementos. "`¿ Cómo se siente esa hoja?, ¿qué forma tiene esa piedra?, ¿qué crees que pasará si la mojamos en pintura?'", sugiere.
Conectar generaciones Durante este período en casa, muchos niños quedan al cuidado de sus abuelos debido a que sus papás están trabajando. "Una de las actividades más recomendadas es invitar a las personas mayores a compartir los juegos de su infancia.
Juegos como corre el anillo, las rondas, veo veo, trabalenguas, adivinanzas o canciones tradicionales", dice Belmar, quien explica que, además de ser entretenidos, permiten conectar a las nuevas generaciones con la cultura, memoria y raíces familiares. "Juegos como el yenga, memorice, o las pulgas locas promueven la motricidad fina, el respeto por los turnos, la memoria de trabajo y la tolerancia a la frustración. Otros juegos como el `adivina quién' estimulan el desarrollo del lenguaje oral y amplían el vocabulario. Pero, sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras es escuchar cuentos contados por los propios abuelos", indica Ventura. Belmar cree que compartir relatos de momentos importantes mediante la observación de fotos también es una muy buena idea.
Es importante no desordenar las rutinas que ya se han ido adquiriendo: Ideas para estimular a preescolares que por el alza de los virus deben quedarse en casa MARGHERITA CORDANO n No se necesita replicar un aula o contar con implementos específicos, dicen los especialistas. El llamado, más bien, apunta a construir espacios de juego desde lo cotidiano. "La lectura en voz alta es una excelente actividad para compartir en casa: fortalece el lenguaje, la imaginación y el vínculo afectivo. Incluso leer el mismo cuento varias veces puede aportar seguridad y el disfrute", señala Daniela Triviño, vicepresidenta ejecutiva de la Junji.
PEXELS / TARA WINSTEAD Sin extensiones innecesarias "Si bien cuidar a los niños y niñas durante los días en que están enfermos es esencial, cada inasistencia al jardín infantil implica un desequilibrio en su rutina, aprendizajes y socialización, impactando directamente en su desarrollo socioemocional, cognitivo, seguridad y autoestima.
Por eso, es clave respetar los días de reposo indicados por profesionales de salud, pero sin extenderlos innecesariamente", advierte Lorena Ventura, de Fundación Choshuenco, quien pone énfasis en que la primera infancia es una etapa decisiva para el desarrollo. "Es durante estos primeros años donde se forman más de un millón de conexiones neuronales por segundo, por lo que se pone en juego la arquitectura cerebral, lo cual es base para el futuro". De ahí la importancia de poder acceder a ambientes seguros y estimulantes, "con equipos profesionales especializados en educación inicial, que ofrecen experiencias de aprendizaje adecuadas a cada etapa", indica..