Autor: Edgardo Araya Rojas Licenciado de la Educación Diplomado en Gestión Estratégica de Instituciones Educacionales. Diplomado Dirección y Liderazgo para la Gestión Educacional
Toma en el Liceo El Palomar
Historia nos ha demostrado que la protesta es una herramienta legítima para visibilizar el descontento social. No toda forma de protestaesjustificable niválida cuando vulneralos derechos de otros. La torna del Liceo El Palomar en Copiapó, lejos deser unacto de valentía, es una medida que atenta contra el derecho fundamental de cientos de estudiantes a recibir educación.
Cerrar un establecimiento educacional como medida de presión un gesto de madurez, solidaridad o compañerismo, sino una forma de imposición que contradice los valores de una buena convivencia, diálogo y respeto que precisamente la educación busca formar.
Aunque los estudiantes expresan demandas que pueden ser legítimas que según la misiva que circula sobre: denuncias de maltrato, despidos arbitrarios o falta de participación, el medio utilizado para visibilizarlas es profundamente equivocado, más aun cuando existien herramientas democráticas y técnicas para dirimir los conflictos, como la Superintendencia de Educación y Tribunales de Justicia.
Al validar tomas como la del Liceo El Palomar, no solo se interrumpe el proceso educativo de todos los alumnos, sino que se envía un peligroso mensaje: que esaceptable vulnerar derechos colectivos para imponer posiciones individuales o grupales.
Nose construye una sociedad democrática y justa cuando los medios de protesta replican lógicas autoritarias. es hora de reflexionar seriamente sobre el tipo de ciudadanía que esta Defender la educación pública no puede traducirse en paralizarla. Por el contrario, se defiende garantizando espacios de diálogo, participación responsable y, sobre todo, respeto por el derecho a aprender. Debe escuchar las demandas, por cierto, Pero también debe hacer valer el principio básico de quela educación es un derecho que no puede ser rehén de ningún conflicto.