Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana
Elevando la discusión: los debates que marcaron la semana En Estados Unidos todo cambió en 1968... bueno, si no todo, al menos varias cosas. Y una de ellas fue el peso de las primarias en las elecciones presidenciales.
La designación de Hubert Humphrey, el entonces vicepresidente de Estados Unidos en la convención demócrata de ese año, sin haber ganado ni una sola de las primarias que entonces se realizaban -hay que recordar que el favorito, Robert E Kennedy, había sido asesinado dos meses antesllevó a que para la elección siguiente estas se extendieran a la mayoría de los estados de la Unión, aumentando así el número de delegados en la convención. No era un método nuevo, es verdad, había nacido en principios de siglo, pero 1968 fue el punto de inflexión. Habrá que ver si por acá el escaso entusiasmo de las primarias de mañana, que convocan a un solo pacto electoral, marca o no un antes y un después. Pero mientras eso se aclara y se despeja también quién será el candidato oficialista, análisis no han faltado sobre la disputa del domingo. Una, que según Daniel Matamala es la primaria de los suplentes, las elecciones de la segunda opción.
Porque mientras "la larga precampaña de Carolina Tohá estuvo marcada por la sombra maternal de Michelle Bachelet", "el PC tuvo que resignarse a la negativa de su titular", Camila Vallejo, y el Frente Amplio, a la de Tomás Vodanovic.
Así las cosas, apunta Matamala, "tal vez la elección termine definiéndose por lo más obvio en una primaria en que los votantes oficialistas serán mayoría: quiénes capaz de mostrarse como la más capacitada para seguir el trabajo de Boric". Es "una primaria de suplentes, donde los votantes buscan un suplente para un presidente al que le son fieles". Nada muy apasionante, pero es lo que hay. Pero suplentes más, suplentes menos, la campaña ha dejado claras las visiones de los distintos candidatos.
Y en esas definiciones, para Josefina Araos la franja electoral de Gonzalo Winter fue "un buen ejercicio para advertir cómo el heredero de este gobierno mira la realidad". El mundo de los buenos y los malos.
Esuna lectura moralista y maniquea, dice, donde "los poderosos siempre son la encarnación del mal". "Para Winter, el poder (de los otros) solo se sirve a sí mismo". Algo hay en todo eso de esos "inocentes en el poder" de los que escribe Daniel Mansuy y comenta Ascanio Cavallo.
Rebeldes como Boric, "que no quiere dejar de serlo aunque sea Jefe de Estado". Algunos dirán que es eso del infantilismo revolucionario del que hablaba Lenin o quizá de la Melancolía de la izquierda sobre la que escribe Enzo Traverso.
Pero sea una cosa u otra, el hecho es que el FA ha estado en el centro del análisis y de Elevando la discusión: Por Juan Paulo Iglesias los debates que marcaron la semana los debates que marcaron la semana los debates que marcaron la semana los temores, aunque para Sebastián Edwards su preocupación no está ahí, sino en Jeannette Jara. "Yo no estoy tan seguro de que el PC sea más confiable que el Frente Amplio", apunta, recordando los dichos de Óscar Landerretche.
Según él, "en un país tan presidencialista como Chile, quien detenta el Poder Ejecutivo tiene un poder enorme". Y "darle ese poder a un partido que combina una nostalgia leninista con políticas identitarias mal digeridas representa un peligro inminente". Otra excepcionalidad chilena. ¿La hora de la(s) derecha(s)? Daniel Innerarity, el filósofo español, decía hace algún tiempo, en una columna en El País, que la polarización que se percibe es más fuerte que la polarización real que existe en la sociedad. Al final, el que grita más fuerte pone el tono, aunque desentone con el resto. Sea así O no, por acá las alertas sobre una mayor polarización, dependiendo quién gane la primaria oficialista, como sugería la semana pasada Ascanio Cavallo, siguen presentes.
Y como apunta Cristóbal Osorio, la opción que elija el oficialismo "condicionará la siguiente etapa de este convulso ciclo político" y definirá "la supremacía en el otro sector del país", en la competencia entre Matthei y Kast. Y eso marcará sí el tono de la campaña.
Y si de la carrera presidencial en la derecha se trata, para Óscar Contardo, "ducha se trata, para Óscar Contardo, "ducha se trata, para Óscar Contardo, "ducha se trata, para Óscar Contardo, "ducha se trata, para Óscar Contardo, "ducha se trata, para Óscar Contardo, "durante los últimos meses Evelyn Matthei se perdió en el jardín de sus propios titubeos y errores, y permitió que José Antonio Kast luciera su perseverancia". Pero, apunta, "el invierno recién comienza y en tiempos revueltos es posible que ocurran cambios". "Cambios", dice, "como que, por ejemplo, el candidato de los republicanos continúe demostrando que su capacidad para seguir las reglas y aceptar disensos se limita (... ) a sus propios deseos", en referencia a la reciente polémica en Temuco.
Un punto que también releva Paula Escobar, para quien eso demuestra"no sólo un rasgo de su personalidad, sino también de su proyecto político". Sea así o no, para María José Naudon el episodio de La Araucanía da cuenta de lo que sucede cuando se derrumba el guion.
Porque, dice, "no puede negarse que Kast ha sido, hasta ahora, un buen candidato; mesurado en la forma y contenido en los gestos", y con ello "ha cimentado su imagen de orden y previsibilidad, otorgándole ventaja en un escenario político marcado por la volatilidad". Pero, apunta, "la verdadera prueba de liderazgo llega cuando toca entrar de lleno al debate político". Mantener la mente fría es la clave, dirán algunos.
Y "el éxito", dice Naudon, no está en dominar las redes sociales, sino en demostrar "temple para gobernar". Pero más allá del temple, para Hernán Larraín el escenario de quién gane la próxima elección no será fácil y no sólo porque en Chile "vivimos momentos de mucha incertidumbre por la crisis de seguridad pública y el estancamiento de la economía". También porque "los últimos gobiernos han sido incapaces 1 1 1 NEWSLETTER DE OPINIÓN Suscríbase al newsletter de Opinión, Elevando la discusión, los debates que marcaron la semana, para conocer los temas que fijaron agenda y las columnas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com de sacar adelante su programa de gobierno" debido no sólo a "la mayor o menor impericia", sino a "un denominador común: el régimen político". Un problema profundizado por la fragmentación política causada por el cambio al sistema electoral. Es la peruanización de la política chilena, crecen los independientes y el feudalismo parlamentario.
Por eso, dice, "el esfuerzo democrático para que gane la mejor opción será inútil de no existir cambios sustanciales". Sobre guerras y sentido común "Si el mundo no tiene sentido, por qué debería pintar cuadros que lo tengan", decía Pablo Picasso, y algo de eso rima con los tiempos actuales.
El presente muchas veces revive el pasado, como lo sugiere Óscar Guillermo Garretón en su última columna. "Volví a experimentar", dice, "esa sensación que a mediados de los 70 me produjo el exilio". "En Chile creía que el mundo quedaba muy lejos, pero viajando a Europa (... ) uno toma conciencia de que el que queda lejos es Chile", dice.
En el Viejo Continente, "la guerra tiene escenarios a la vuelta de la esquina" y "la pequeñez de nuestros afanes locales" no los hace ilegítimos, perosí "marginales a lo que se juega en el mundo", apunta. Al cumplirse 80 años de la firma de la Carta de Naciones Unidas pareciera que "todo se derrumbó", como la letra de esa vieja canción.
Porque, como apunta Benjamín Salas, la "innovación más trascendental" de ese texto "fue prohibir la amenaza o el uso de la fuerza entre Estados", dejar atrás "la era en que los Estados conservaban un derecho limitado a recurrir a la fuerza militar". Pero los últimos acontecimientos parecen sugerir que esos viejos compromisos hoy no son más que "palabras de buena crianza". Pese a ello, Salas aún confía. El hecho, dice, que "la mayoría de los países" aún condene "el uso ilegal de la fuerza" demuestra que esos principios siguen vigentes. Quizá, como apunta Gonzalo Blumel, lo que se necesita en estos tiempos es regresar al sentido común, y si bien él lo dice en referencia a nuestra realidad local, bien vale para el mundo.
Porque, como apunta, el sentido común no es "una ideología particular que pueda expresarse en un conjunto sistemático de principios". Es, en cambio, dice, la "capacidad de distinguir lo razonable de lo absurdo", lo que permite, como decía Hannah Arendt, "compartir un mundo con otros", encontrar un piso común para la deliberación pública". Y por eso, agrega, "la democracia necesita más que nunca el sentido común, no como dogma, sino como antídoto". Habrá que ver si es posible..