Editorial: El norte desconectado
Editorial: El norte desconectado ay problemas que no se resuelven con promesas, sino con voluntad política y sentido común.
La falta de interconexión aérea entre las regiones del norte de Chile no solo es un síntoma de abandono, es una traba directa al desarrollo humano, económico y social de una zona estratégica para el país.
Hoy, en pleno siglo XXI, aún parece una broma cruel que para viajar desde Copiapó a Antofagasta o Arica ciudades separadas por unas cuantas horas por tierra haya que tomar un avión a Santiago, recorrer casi 2.000 kilómetros al sur, y luego regresar al norte. La macrozona norte no cuenta con vuelos interregionales directos entre ciudades clave como Copiapó, Calama, Antofagasta, Iquique y Arica.
Las conseCuencias de esta desconexión van mucho más allá del turismo ola comodidad: afectan directamente a pacientes que necesitan llegar a hospitales de alta complejidad, a trabajadores que deben trasladarse entre faenas y ciudades, a esno del bien común. tudiantes, adultos mayores y familias que dependen de trayectos eficientes y dignos. La reunión sostenida entre parlamentarios del norte, LATAM e IATA es un paso en la dirección correcta. Pero debe quedar claro que el Estado no puede mirar hacia el lado.
Si las empresas no lo hacen por iniciativa propia, el Gobierno debe actuar. ¿Cómo es posible que regiones que producen una parte significativa del PIB nacional no cuenten con la infraestructura de transporte que merecen? El norte está desconectado. Literal y simbólicamente. Y eso no puede seguir siendo normal. La solución está al alcance: voluntad política, coordinación institucional y una política pública que deje de tratar a las regiones como periferia. Mientras el á mercado ga siendo el único regulador de las rutas, seguiremos sujetos a la lógica de la rentabilidad y 214. Centralismo en Chile no solo se El manifiesta en las decisiones políticas o la concentración de recursos, también en el desprecio por su pésima conectividad. 0 Editorial