La deuda de las primarias
La deuda de las primarias M ás allá de los efectos políticos, las primarias de los partidos oficialistas han sido también materia de c o n t r o v e r s i a p o r otros aspectos: el gasto estatal, la suspensión de una parte relevante de la actividad comercial, en circunstancias que la participación electoral no alcanzó al 10% del padrón, y la falta de densidad programática en una competencia que terminó definiéndose por el peso del carisma.
De acuerdo con la información entregada por el Servel en mayo, el presupuesto asignado al proceso superó los $ 27 mil millones; las primarias han implicado, además, el despliegue de 13 mil carabineros y de numerosos efectivos de las Fuerzas Armadas. Si bien se ha objetado el gasto estatal en la elección interna de un solo sector político, lo cierto es que el costo de los comicios es relativamente fijo con independencia del número de pactos.
La jornada del 29 de junio ha sido la primera vez desde el estreno de las primarias legales, en 2013, en que solo una alianza concurre a ellas; en los tres procesos previos intervinieron dos conglomerados.
Por lo mismo, parece injusto acusar a los partidos de Gobierno, los únicos que optaron por dirimir su candidatura a través de ese mecanismo, de un gasto que está regulado en una legislación aprobada con amplio respaldo y que el Estado planifica para todos los bloques; en las ocasiones anteriores, cuando hubo otros pactos en disputa, no hubo quejassimilares. La crítica sí puede comprenderse a la luz de la baja asistencia a votar en comparación con las expectativas.
Hace cuatro años, la primaria de Apruebo Dignidad --el Frente Amplio y el PC-convocó a más de 1 millón 750 mil personas; el domingo pasado acudieron 1 millón 420 mil, a pesar de la incorporación del socialismo democrático.
Esa vez, si se suma la primaria de Chile Vamos, votó el 21,3% del padrón; ahora, solo el 9,1%.Este último antecedente ha incentivado, además, el debate sobre las restricciones que enfrenta el comercio en días de elecciones.
Los recursos públicos y privados insumidos en las primarias, y las externalidades en términos de actividades económicas y urbanas, plantean varios desafíos a la política; de un lado, utilizar las elecciones internas efectivamente como una herramienta de definiciones --no solo para las candidaturas presidenciales, sino también para otros cargos--y, por tanto, convertirlas en factores de movilización y participación; de otro lado, dotarlas de mayor consistencia programática, es decir, una competencia de proyectos políticos. Desde luego --como coinciden los analistas-las primarias del oficialismo han quedado en deuda en tales dimensiones.
Junto con subrayar el rol en las elecciones del carisma en el caso de Jeannette Jara, el rector de la UDP, Carlos Peña, ha observado que "nunca hubo una elección con menos proposiciones e ideas que esta". Las primarias legales han constituido un avance en la profundización de la democracia y la incidencia de los electores en la toma de decisiones, peroello requiere de los partidos mayor compromiso en emplearlas como instrumento de resolución de sus liderazgos, fortalecer la participación, y asegurar que sean instancias de discusión de propuestas y no solo de atributos de personalidad. "Los recursos insumidos en las primarias obligan a fortalecer la participación y dotarlas de mayor consistencia programática"..