Cambio de ciclo en Bolivia
Cambio de ciclo en Bolivia E l senador Rodrigo Paz Pereira, de centroderecha moderada, y el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga, de derecha conservadora, disputarán el próximo 19 de octubre la presidencia de Bolivia en una segunda vuelta, por ahora, de difícil pronóstico. Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, dio la sorpresa al conseguir el 32,08% de las preferencias en primera vuelta, pese a que ninguna encuesta le auguraba una de las dos primeras mayorías.
Quiroga, quien ya ocupó temporalmente la presidencia de su país durante un año, entre 2001 y 2002, cuando debió asumir por la renuncia de Hugo Banzer, de quien era vicepresidente, obtuvo el 26,94%. Más atrás quedó el empresario Samuel Doria Medina, quien aparecía como favorito en los sondeos de opinión, con el 19,93%. El aspirante de la izquierda, Andrónico Rodríguez, fue cuarto con apenas el 8,15%. El resultado es derrota abrumadora para el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), el partido formado por Evo Morales, que dominó la política boliviana durante las últimas dos décadas pero que en los últimos años se ha quebrado a causa de las querellas entre el actual mandatario, Luis Arce, y el propio Morales, quien esta vez llamó a sus seguidores a anular su voto.
En una elección marcada por las pugnas en la izquierda, la fragmentación de la oposición de derecha y, como telón de fondo, la peor crisis económica del país en los últimos años, la relación con Chile no ha sido, como ocurrió en ocasiones anteriores, un determinante de la campaña. Es probable, por cierto, que cualquiera de los dos aspirantes tenga, de resultar electo, la voluntad de mejorar los vínculos bilaterales. En el caso de Quiroga, una de las acusaciones que debió enfrentar en los lances electorales que perdió contra Morales, en 2005 y 2014, fue justamente su presunta simpatía hacia nuestro país.
En su libro "Una misión: las trampas de la relación chileno-boliviana", de 2004, el excónsul en La Paz Edmundo Pérez Yoma recuerda como, en su breve periodo como mandatario, Quiroga firmó un memorándum de entendimiento para exportar gas natural por un puerto chileno, pero no tuvo el vigor político para concretar dicho trato. En el caso de Paz Pereira, en 2023 propuso la apertura de relaciones diplomáticas y comerciales con Santiago, y llamó a "luchar por una relación comercial diferente" entre ambos vecinos. No hay dudas sobre la conveniencia de una mejora en los vínculos de Bolivia y Chile. El deterioro de la influencia de Evo Morales y el masismo, que con frecuencia hicieron de la agitación de los sentimientos antichilenos una de sus herramientas electorales, abre un panorama alentador en aquel sentido. Es claro también, sin embargo, que ni la voluntad ni el pragmatismo del futuro mandatario serán suficientes para avanzar.
Con independencia, incluso, de la actitud que siga Morales o la fuerza que pueda conservar, es probable que los cambios que obligadamente deba introducir el próximo gobierno, como la reducción del déficit fiscal y la disminución de los subsidios, generen resistencia.
Condición para avanzar en una agenda bilateral más productiva y favorable para ambos países es que la futura administración sea capaz de conseguir estabilidad social y política. "Condición para avanzar en una agenda bilateral más favorable es que el futuro gobierno sea capaz de conseguir estabilidad social y política"..