Inseguridad y desconfianza
E Lo que ayer mirábamos de lejos, hoy poco a poco, y en escalada, se viene tomando las calles de la región: la inseguridad.
La vida delos barrios tiene su horario, sólo la luz del sol y de día, al caer la tarde noche, es peligro50, Aunque hay asaltos con sorpresa e ingreso a los hogares mientras la gente trabaja, para los delincuentes no pa: rece tener horario.
Ya estamos viendo caer gente abatida muchas veces en legítima defensa por personas que no tienen alternativas, o es su vida y la de sus familias, porque saben que quienes los atacan asorpresiva mansalva no tienen ningún código por el respeto a la vida de sus victimas.
Cuando ello sucede -hechos ya ocurridos en nuestra región-, la comunidad se resiente en temor, al saber que al lado de su casa asaltaron el servicentro, robaron el mercado del barrio o encontraron vehículos encargados por robo en otras regiones. La explosión demográfica y cosmopolita nos trae sospechosos vecinos de todas las latitudes, desde extranjeros indocumentados hasta familiares de presos que han llegado de otras cárceles a las de la zona. Otro fenomeno que apareció en estos días es la desconfianza.
Cuando la corrupción aparece transversal y sin medir jerarquía, como en los más altos mandos de las policías, queda el manto de legítima duda, porque han estado a cargo de procedimientos y accionar de miles de mujeres y hombres bajo su dirección.
Por segunda vez la PDI ha tenido que ser intervenida en su mando por estar bajo mentes insanas que restan credibilidad a cientos y miles de funcionarios honestos, probos y de sacrificio diario por la seguridad interior del país.
Carabineros, en tanto, está con un mando actual que perdió totalmente la confianza, tomando decisiones delicadas y profesionales en seguridad ciudadana desde una mente puesta sus prioridades en enfrentar a la justicia en una formalización que podría correr con la misma suerte del jefe policial detenido.
Y sobre todo, cuando su defensa busca la nulidad del procedimiento, para torcerle la nariza ¿ Qué ejemplo es ese? Son conductas que llenan de inseguridad y desconfianza, y el Gobierno tiene la obligación de reparar y repoya, sin escuchar a sectores cómplices y garantes de lo que vive el país y que amerita otro analisis, como lo es el mundillo político. Eduardo Nievas Muñoz