A 100 años de la muerte de José Marla sepulveda Bustos, su legado continúa
A 100 años de la muerte de José Marla sepulveda Bustos, su legado continúa 30 Domingo 15 de junio de 2025 Cultura FUE ALCALDE DE CHILLÁN A 100 años Biblioteca Pública En la sesión municipal número 20 celebrada el 12 de diciembre de 1918 y siendo alcalde José María Sepúlveda Bustos, nace la iniciativa de crear una Biblioteca Pública para la ciudad de Chillán, lo que se concretó el 29 de marzo de 1919, fecha en que fue oficialmente inaugurada y su primer director fue don Germán Muñoz. www. ladiscusion. cl dle la muerte de José Maria Sepúlveda Bustos, su legado continúa Esrecordado no solo por su labor de médico, sino también por fundar la Biblioteca Pública de la ciudad. Fue además masón, bombero y ex alumno del Liceo de Hombres de Chillán. Carolina Marcos cmarcosladiscusion. cl FOTOS: La Discusión nsiglo ha pasado desde la partida de uno de los hombres más ilustres que ha dado la ciudad de Chillán. El 21 de mayo de 1925 falleció José María Sepúlveda Bustos, médico, servidor público, masón, radical, bombero y líder social, cuya vida entera estuvo consagrada al bienestar de su comunidad. Hoy, a100 años de su muerte, sulegado sigue vigente como símbolo de humanidad, progreso y entrega incondicional. Nacido en Chillán en 1864, Sepúlveda fue parte de una generación marcada por los vientos del cambio y el avance de las ideas republicanas. Realizó sus estudios primarios en el tradicional Liceo de Hombres, donde desde temprana edad demostró un carácter estudioso, comprometido y sensible a las necesidades de su entorno. Posteriormente, se trasladó a Santiago para estudiar Medicina en la Universidad de Chile, y una vez titulado, tomó la decisión de regresar a su tierra natal para ejercer su vocación de médico. Esa vocación no tardó en convertirse en misión. Pronto se ganó el afecto y respeto de sus conciudadanos, quienes lo llamaban cariñosamente el "doctor de la ciudad". No era una frase hecha: Sepúlveda atendía a todos sin distinción de clase, horario ni pago. Visitaba hogares humildes, ofrecía sus conocimientos con generosidad y jamás negó atención a quien la necesitara. Su ejercicio de la medicina estaba profundamente ligado aun sentido ético que trascendía los límites profesionales y se transformaba en acción social. Pero su influencia no se limitó al ámbito de la salud. José María Sepúlveda era un hombre de pensamiento avanzado, comprometido con los ideales del progreso, la justicia y la educación.
De convicción radical y masón activo, formó parte de esa generación de líderes surgidos de los liceos, las escuelas normales y las universidades públicas, que creían firmemente en el ascenso de las capas medias como motor de transformación social. Su participación en múltiples instituciones José María Sepúlveda Bustos falleció hace 100 años, pero su legado es recordado hasta hoy. --desde juntas de beneficencia hasta corporaciones de desarrollo urbanofue constante y decisiva. Allí donde se pensaba en mejorar la ciudad o aliviar el sufrimiento humano, estaba su voz, su criterio y su mano extendida. Su espíritu cívico lo llevó a ejercer como regidor municipal por 25 años, un compromiso que culminó con su elección como alcalde de Chillán entre 1918 y 1921. Desde esa posición de liderazgo, desplegó una gestión moderna y visionaria, junto al entonces intendente Vicente Méndez Urrejola. Ambos impulsaron obras de jola. Ambos impulsaron obras de infraestructura fundamentales para el desarrollo de la ciudad: el sistema de alcantarillado, el mejoramiento de la iluminación pública, el fortalecimiento de los servicios de salud y el acceso a la educación. Pue precisamente en este último ámbito donde Sepúlveda dejó una huella imborrable, al decretar en 1919 la instrucción primaria obligatoria, medida que mástarde sería replicada por otras comunas del país. Consciente de que el desarrollo no podía reducirse a obras materiales, el alcalde también se preocupó del alma de la ciudad. Fundó la Biblioteca Municipal, convencido de que el acceso a la lectura y la cultura era una herramienta clave para la superación personal y el cultivo de ciudadanos críticos, responsables y solidarios. Para él, una ciudad educada era una ciudad más libre. Tampoco abandonó su rol de médico. Durante su mandato impulsó campañas de higienización urbana, alertando sobre los peligros que representaban los focos insalubres en una ciudad atravesada por cursos de agua. Promovió acciones para combatir las plagas de zancudos que proliferaban en los sectores más vulnerables, y articuló políticas de salud pública que mejoraron la calidad de vida de miles de chillanejos. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un hombre de carácter amable y sonrisa serena.
Publicaciones masónicas de 1943 lo describen como "simpático, alegre, activo y diligente". Era un líder respetado, pero también un ser profundamente humano, comprensivo y tolerante con todas las personas, sin importar su condición social ni sus opiniones. Ese equilibrio entre firmeza ideológica y amplitud de espíritu lo convirtió en una figura querida por todos los sectores. Su muerte, ocurrida el 21 de mayo de 1925, provocó un hondo pesar en la comunidad. Según relatan los cronistas de la época, su funeral fue multitudinario. Miles de chillanejos salieron a las calles a despedirlo, acompañando su féretro con lágrimas, aplausos y silencios que hablaban del cariño ganado en vida. Había dejado de existir el médico, el alcalde, el ciudadano ejemplar... pero nacía un símbolo imperecedero de la identidad local. Al conmemorarse 100 años desde su partida, Chillán rinde homenaje aJosé María Sepúlveda Bustos no solo como una figura histórica, sino como un ejemplo inspirador para las nuevas generaciones. En tiempos donde el servicio público necesita reencontrarse con sus raíces éticas y humanas, su vida sigue siendo faro y guía.
Porque aún resuena en las calles, en las escuelas, en los centros de salud y en los corazones de quienes creen en una ciudad más justa, inclusiva y fraterna, el legado de quien fue, para siempre, el "doctor de la ciudad"..