Autor: V.B.V / Agencia EFE
La ONU alerta que los humedales en Chile pierden la mitad de su superficie por el avance urbano
La ONU alerta que los humedales en Chile pierden la mitad de su superficie por el avance urbano T errenos cultivables que dejaron de serlo, acequias con un caudal menor a lo acostumbrado o flujos precordilleranos que rebalsan e inundan todo a su paso, junto a cada vez más continuos incendios forestales, son imágenes que se repiten en Chile yen el informe publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) "Puntos clave sobre la sequia en el mundo entre 2023 y 2025". El documento elaborado por el Centro Nacional de Mitigación de Sequías de Estados Unidos (NDMC, por sus siglas en inglés) y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), con el apoyo de la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía (IDRA), señala que "cambios en la cobertura terrestre, como la deforestación, son factores clave que contribuyen a la ocurrencia de sequías.
La dinámica de los bosques y la vegetación desempeña un papel importante en la configuración del ciclo hidrológico, afectando los patrones de precipitación y escurrimiento (de las aguas) tanto a nivel local como global". Chile ahi es destacado por el sellado del suelo, o pavimentación, a causa del avance urbano, lo que "contribuye al empeoramiento" de la sequía.
Durante este siglo "las áreas de humedales en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Economicos, conocida también como 'el club de los países riLos humedales son hábitats fundamentales para la sobrevivencia de muchas especies. cos') disminuyeron en promedio 18%, con pérdidas que alcanzaron un máximo de 50% en Chile, y entre el 20% y el 30% en Canadá, México y Estados Unidos". Perder estos "ecosistemas críticos, junto con la artificialización de las riberas de los ríos, se ha asociado con reducciones en la recarga de aguas subterráneas, además de pérdida de biodiversidad, la alteración de los hábitats naturales y la disminución de la capacidad de secuestro de carbono", es decir, el poder de los bosques, humedales y áreas verdes para procesar el dióxido de carbono y así purificar el aire. A esto se añade que "el aumento de las temperaturas locales y la reducción de las nevadas han acelerado el derretimiento y reducido la reposiMIGUEL ANGEL PUESTOS / AGENCIALINO ción anual" de los glaciares.
Entre los años 2000 y 2020, "las tasas de derretimiento de los glaciares se duplicaron, lo que provocó un retroceso generalizado" de estas masas de hielo "y se puso en peligro el suministro de agua a largo plazo en numerosas áreas del planeta, ya que los glaciares almacenan alrededor del 70% del agua dulce". El paso de sólido a líquido de hielos considerados "eternos", no obstante, "ha mitigado temporalmente la disminución de los niveles de los rios y las aguas subterráneas", como entre 2010 y 2020, cuando el deshielo de glaciares en la Cordillera de Los Andes "contribuyó con hasta el 8% del caudal de ríos" chilenos y argentinos "durante los meses más secos, compensando parcialmente los efectos de la megasequía que ha afectado a la zona desde 2010.
Sin embargo, es poco probable que esta mitigación continúe, dada la rápida y continua pérdida de masa glaciar". "El aumento de la severidad y la duración de las sequías también incrementa el riesgo global de incendios forestales", advierte el reporte, ya que la baja en la humedad del suelo es "un factor principal de los incendios forestales extremos", entre ellos los "más devastadores de la historia reciente, como el Camp Fire de 2018 en Estados Unidos, sumados a los de 2017 en Portugal y Chile", en referencia al siniestro iniciado en Santa Olga, Región del Maule, que se expandió hasta destruir 570.197 hectáreas, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf).. Informe "Puntos clave sobre la sequía en el mundo entre 2023 y 2025" destaca también el derretimiento de glaciares e incendios.