CARTAS: JARA Y LA CONFIANZA A LA BAJA
CARTAS: JARA Y LA CONFIANZA A LA BAJA Señor Director: La mentira se ha transformado en una herramienta política demasiado habitual, pero en el caso de la candidata oficialista, la comunista Jeanette Jara, la situación resulta especialmente preocupante. Primero negó en un debate que su programa contemplara la nacionalización del cobre, pese a que ese punto estaba en el texto presentado durante las primarias. Luego, afirmó no haberse pronunciado jamás sobre el aborto libre, aunque nuevamente los documentos de su propia campaña la desmintieron. Es cierto: Jara busca moderarse porque carga con el peso de representar al Partido Comunista, pero en ese afán ha optado por el maquillaje político y la mentira. El problema no es sólo faltar a la verdad, sino dañar la confianza, traicionar la fe pública y debilitar su propia credibilidad. Su candidatura, que tras la primaria parecía despegar, hoy comienza a caer con la misma volatilidad volatilidad de las criptomonedas. Y es lógico: la política, al igual que los mercados financieros, se basa en la confianza. Si la gente cree, apoya; si la confianza se pierde, retira el respaldo. Ante este escenario, Jara ha optado por restarse de debates y refugiarse en el trabajo territorial, donde puede controlar el mensaje sin confrontación mediática. El riesgo es evidente: lo que diga seguirá seguirá siendo puesto en duda. La política, como el mercado, vive y muere por la credibilidad. Y si la mentira se convierte en costumbre, costumbre, el futuro de su candidatura será tan incierto como cualquier activo volátil. Rodrigo Durán Guzmán. - - -