San Antonio y Valparaíso: capacidades de embarque y desembarque
San Antonio y Valparaíso: capacidades de embarque y desembarque Jenny Márquez Astorga y Pablo Ormeño Arriagada Académicos de la Facultad de Ingeniería, Negocios y Ciencias Agroambien tales En el corazón del comercio marítimo chileno, San Antonio y Valparaíso se alzan como protagonistas protagonistas complementarios. Aunque distintos en su enfoque, ambos puertos cumplen un rol clave en la transferencia de carga del país. San Antonio, con su impresionante volumen de operaciones -más de 11 millones de toneladas en carga total y6 millones en embarqueslidera en capacidad. Valparaíso, por su parte, muestra su fortaleza en eficiencia, moviendo moviendo más de 5 millones de toneladas en carga y cerca de 3 millones en embarques, pese a sus limitaciones físicas. Lejos de ser rivales, estos dos enclaves portuarios despliegan estrategias diferentes, diferentes, adaptadas a sus contextos, demostrando que la colaboración, más que la competencia, es el motor del desarrollo logístico nacional. La red logística que conforman los puertos de San Antonio, Valparaíso y el enclave terrestre de Los Andes se ha consolidado como un eje estratégico estratégico para el comercio exterior de Chile. Mientras San Antonio lidera en volumen de carga movilizada, movilizada, Valparaíso brilla por su eficiencia operativa, incluso enfrentando restricciones físicas propias de su entorno urbano. Lejos de competir, ambos puertos implementan estrategias complementarias que responden a sus respectivas realidades, articulándose como piezas clave en una red que busca potenciar la competitividad competitividad del país en los mercados internacionales. Entre 2016 y 2024, los embarques en Valparaíso muestran una fuerte caída, pasando de un máximo de más de 5,2 millones en 2017 a poco más de 2 millones en 2024. Esta baja puede deberse a cambios cambios en rutas logísticas globales y limitaciones de infraestructura. Por otro lado, San Antonio mostró un crecimiento sostenido en embarques hasta 2021, con un récord de casi 7,9 millones. Aunque desde entonces ha bajado levemente, mantiene el liderazgo liderazgo sobre Valparaíso desde 2019, duplicando su volumen en algunos años y consolidándose como el principal puerto del país. La brecha entre San Antonio y Valparaíso se ha ampliado desde 2016. En 2024, San Antonio lidera claramente los embarques, evidenciando una redistribución logística a su favor. Valparaíso, en cambio, debe enfrentar desafíos como mejorar infraestructura y atraer nuevas rutas para recuperar recuperar competitividad. Esto manifiesta un deseo claro de complementariedad en la visión macro del comercio internacional chileno. La colaboración entre San Antonio y Valparaíso es esencial para fortalecer nuestra posición como un poio logístico clave, beneficiando así a la economía nacional y a las comunidades locales. Valparaíso ha visto caer sus desembarques de más de 4,5 millones en 2017 a menos de 1 millón en 2024, reflejando una pérdida de protagonismo protagonismo logístico. En cambio, San Antonio alcanzó un máximo en 2021 y, aunque ha bajado desde entonces, entonces, mantiene volúmenes mucho mayores gracias a su infraestructura y eficiencia. Esta reducción podría estar asociada, a factores externos como cambios en las rutas logísticas globales, y posibles limitaciones en la infraestructura portuaria que dificulten el manejo de mayores volúmenes. Ambos puertos impulsan iniciativas para modernizar modernizar su infraestructura y responder al comercio comercio global. La incorporación de tecnologías como el aprendizaje automático mejora la eficiencia operativa, operativa, optimiza recursos y fortalece la logística como pilar clave para un comercio exterior sostenible sostenible y competitivo en Chile. En un escenario global cada vez más exigente, exigente, San Antonio y Valparaíso representan no solo puertos clave, sino símbolos de adaptación, resiliencia resiliencia y proyección estratégica.
El fortalecimiento fortalecimiento conjunto de su infraestructura, la incorporación de tecnología avanzada y una mirada colaborativa hacia el futuro logístico permiten vislumbrar un sistema portuario más robusto, eficiente y alineado con las necesidades del comercio internacional. En esta sinergia, Chile no solo mueve carga: moviliza desarrollo, integración regional y oportunidades para todo el país. San Antonio y Valparaíso: capacidades de embarque y desembarque.