Autor: IÑIGO DÍAZ
El puerto principal en los orígenes del jazz
LIBRO DE PABLO CABELLO KANISIUS: Pablo Garrido con su violín triangular pintado por Camilo Mori lidera en Valparaíso a la Royal Orchestra, la primera experiencia chilena de jazz. Es la única imagen conocida de la Royal Orchestra, on el Balneario de Recreo, el año 25. De pie está Pablo Garrido al violín. “Nótese el violín triangular pintado por Camilo Mori”, escribió el propio músico en el anverso della fotografía, hoy conservada en la Facultad de Artes de la U. De Chile. Formada en 1924 en Valparaíso por un Pablo Garrido de diecinueve años nada más, es la agrupación pionera del jazz chileno.
Desde esa historia impulsada por el inquieto músico se escribe esta cronología, que aparece en un libro como “Historia del jazz en Chile” (2003), del musicólogo Álvaro Menanteau, pero que ahora se profundiza desde la historiografía en “Valparaíso y los albores del jazz en Chile” (Ediciones Universitarias de Valparaíso PUCV, $15.000 ), de Pablo Cabello Kanisius. Aborda ese período que ha sido difícil de rastrear: las décadas de 1920 y 1930, cuando Valparaíso era también un hervidero en plena transformación. “Luego de la Primera Guerra, comenzamos a cambiar los refe. Rentes culturales de modernidad, desde Europa a Estados Unidos. El jazz estaba siendo el sonido de la modernidad”, des cribe Cabello Kanisius, cuyo libro está nominado al premio Pulsar.
“Se trataba de una música veloz, que se podía bailar, y que mostraba ciertas contradicNominado al Pulsar, “Valparaíso y los albores del jazz chileno 1920-1940” aborda el impacto que generó la música en esa sociedad. ciones: tenía una raíz rítmica primitiva que venía de África y al mismo tiempo daba cuenta de un fenómeno urbano progresista en una ciudad como Nueva Orleans. Valparaíso tenía esa misma contradicción: lo primitivo de la vida en los cerros y la idea de una ciudad progresista en el plan”, dice. El autor reflexiona sobre una época de la que no existen registros sonoros. Se pregunta si esos primeros músicos en Valparaíso aprendieron a tocar el jazz o simplemente intentaban tocarlo. Desde ahí se sobrevuela desde más o menos altura la historia, analizando los mecanismos de transferencia de cómo arribó el jazz al puerto, a de los marinos mercantes y las magazines.
También describe las 10 o 12 orquestas que ocupaban los locales nocturnos, como la de Garrido, Ernesto Davagnino, Armando Carrera, Goñi $e Moreno o Juan Santiago Garrido “el mejor pianista de Chile”, que era hermano del músico pionero. Y también describe el circuito de locales, teatro, hoteles donde tenía lugar la actividad.
“La reflexión apunta a lo que el jazz está tratando de decir: esa contradicción de una modernidad inconclusa, con una sociedad reacia y una generación nueva que buscaba referentes musicales propios, para cruzar la calle chasqueando los dedos”, cierra Pablo Cabello Kanisius.