450 escolares se reunieron en la UC a reflexionar sobre la fe y la esperanza
450 escolares se reunieron en la UC a reflexionar sobre la fe y la esperanza HUMANITAS Hi Para reconocer que todos juntos formamos la Iglesia Católica, se realizó el encuentro "Somos Iglesia" en el campus San Joaquín de la UC. Los jóvenes que asistieron participaron en charlas, conversaciones y oraciones que los motivaron a seguir viviendo su fe en el colegio. POR VIRGINIA SOTO-AGUILAR C.
Con uniformes y ropa de calle, con cuadernos y mochilas llegaron al campus San Joaquín alrededor de 450 escolares para participar en "Somos Iglesia". Encuentro organizado por la Pastoral UC y la Delegación para la Educación y Cultura del Arzobispado de Santiago, al cual estuvieron invitados jóvenes de casi 40 colegios de Santiago y algunas regiones.
Los participantes tuvieron diferentes actividades: vieron la grabación de un podcast en vivo sobre la esperanza, donde participaron Ángela Parra, Directora de la Pastoral UC, Natalia Zegers y Sebastián Castro; además de una charla REC, tuvieron conversaciones en grupos pequeños y finalizaron con una misa. Por medio de todas estas iniciativas, reflexionaron acerca de la esperanza en la vida cotidiana y sobre la importancia de mirar el mundo con los ojos de Cristo. El objetivo fue fortalecer la fe y formar líderes escolares con valores, animándolos a compartir el mensaje de Cristo en sus distintas comunidades educativas. Este evento es una muestra del compromiso activo y esperanzador de la juventud. Nuevas generaciones: renovación de la Iglesia En la ocasión escucharon al Vice Gran Canciller de la UC, Pbro. Osvaldo Fernández de Castro: "La caridad está en el centro de la vida divina. Queremos acoger este mandamiento de Jesús, este mandato.
Queremos hacerlo vida porque la forma de contribuir a que el mundo sea mejor es amando y sirviendo al prójimo". A continuación, el rector Juan Carlos de la Llera saludó alos presentes: "Quiero darles la bienvenida y agradecerles por estar aquí, por hacerse parte de este espacio, de este encuentro en comunidad.
Este encuentro nace del convencimiento de que las nuevas generaciones tienen un papel fundamental en la renovación de nuestra Iglesia y enla construcción de una sociedad más justa y fraterna". "Este encuentro no es solo una actividad más, es una invitación a preguntarnos con mucha honestidad y con profundidad qué significa vivir hoy con esperanza. La Universidad es el espacio donde surgen las preguntas importantes y donde tratamos de responderlas desde un lugar seguro, donde equivocarse está permitido y es parte fundamental del proceso de aprendizaje.
En esta búsqueda libre y compartida se juega el sentido profundo de la vida universitaria, experiencia que espero puedan vivir en parte hoy", recalcó el rector. "Su sola presencia aquí es ya un signo de esa esperanza que el mundo necesita", enfatizó. La esperanza no defrauda Los jóvenes también escucharon las palabras del Pbro. Jorge Merino, Capellán Mayor UC: "Esta convocatoria quiere ser un lugar físico para que podamos encontrarnos estudiantes de distintos colegios. Esto quiere ser una inyección de esperanza, es decir, que veamos que no somos pocos, que no estamos solos, que somos muchos los que hemos sido llamados por Jesucristo, y queremos animarnos entre nosotros. La esperanza no defrauda, porque la esperanza está fundada en Jesucristo". Además, Gerardo Boetsch, Delegado Episcopal para la Educación del Arzobispado de Santiago, invitó: "Queremos que ustedes se sientan todos parte de esta Iglesia. Esta Iglesia que tiene distintas formas, personalidades y maneras de vivir la fe. Al igual que esperamos que cada uno de ustedes pueda ir descubriendo a lo que Dios lo llama.
Porque la fe no es algo estático, no es algo que sea para todos igual, no es algo que se viva de la misma forma, hay que ir descubriendo cuál es ese camino al cual Dios los llama". Los asistentes también conocieron detalles del proyecto Siembra UC que nació el año 2003 cuando un grupo de jóvenes tuvo la inquietud de integrar las voluntades de escolares y universitarios para trabajar juntos por Chile y su Iglesia. Juntos realizan misiones organizadas por alumnos de la UC, para alumnos de III y IV medio, para entregar parte de su tiempo libre al servicio de Dios y el prójimo.
Debido a la gran oportunidad de entrega y encuentro con Cristo que los voluntarios encuentran en Siembra, es que se extiende cada año a nuevas comunidades del país, convocando a más jóvenes católicos dispuestos a ser misioneros de Cristo. Hazle un espacio en tu corazón a la esperanza Como parte de la actividad, los jóvenes escucharon el testimonio del Pbro.
Benjamín Ossandón, quien les preguntó: "¿ Alguna vez se han sentido perdidos en la vida?, ¿o que no encuentran una salida a sus problemas?" Después de esa pregunta comenzó a contar su historia de vida. "Detrás de esta pregunta yo creo que hay una pregunta que para mí lo decide todo y es la pregunta sobre la esperanza. ¿Y saben por qué? Porque sin esperanza no podemos vivir. Sin ella la vida sería insoportable", expresó. "Quisiera reflejar esto a partir de una experiencia personal de mi vida que me marcó profundamente, muy dolorosa, que me hizo entender lo que es la esperanza. Cuando estaba en el seminario tuve una crisis muy fuerte que duró un poco más de dos años. Fue que unas personas, algunos sacerdotes que yo estimaba mucho, se me cayeron del pedestal", relató el sacerdote.
Acontinuación, contó que estuvo así más de dos años: en una crisis existencial, de fe y vocacional: "Lo que. 450 escolares se reunieron en la UC a reflexionar sobre la fe y la esperanza ellos me habían enseñado y lo que yo había creído se me vino a pique y me fui a negro. No sabía para dónde iba. Estaba como un zombi.
Perdí la esperanza". El sacerdote refirió que en ese entonces estaba estudiando filosofía y le tocó leer un libro que se llama "El discurso del método" de René Descartes. "A él le tocó vivir en una época en que todo lo que se creía se vino al suelo. Que la tierra era plana. No, la tierra era redonda. Que el sol giraba alrededor de la tierra. Tampoco, era al revés. Y en esta desilusión, él siguiendo un método, la duda metódica, quiso descubrir una verdad que nunca más se le fuera a derrumbar. Una verdad absoluta, que fuera clara y distinta. Y entonces puso todo entre paréntesis.
Todo lo que él creía". Un salvavidas El Padre Benjamín expresó que leer lo que hizo Descartes fue un salvavidas para él. "Quise aplicar este mismo método, pero no solamente para una idea, sino para mi vida. Puse todo entre paréntesis. Mi misma vocación. Seguía estando en el seminario porque ya estaba allí y había llegado de buena manera, pero en verdad eso también estaba entre paréntesis. Incluso mi fe. Mientras tanto, seguía allí y me iba a la capilla y aveces con las manos así, abiertas, le pedía a Dios una luz, solo una luz, para seguir.
Y entonces sucedió un momento, hubo una luz que fue el comienzo de un nuevo amanecer", relató. "Fue en la Jornada Mundial de la Juventud del año 2013, ya han pasado años, en Río de Janeiro.
Fuimos con el seminario y antes de empezar, antes de ir al encuentro con el Papa, fuimos invitados a una parroquia en la SELLO pa ECO EE "Este encuentro nace del convencimiento de que las nuevas generaciones tienen un papel fundamental en la renovación de nuestra Iglesia y en la construcción de una sociedad más justa y fraterna?" rector Juan Carlos de la Llera periferia. Fuimos invitados a compartir para conocer una realidad concreta de Brasil. Y estando allí fueron pasando los días, yo no hablaba ni una gota de portugués, pero me fui haciendo amigo de un joven que se sentaba en la última banca de la iglesia. Entré jugando a la pelota y con señas fuimos haciendo un vínculo. Y en el último día, antes de partir, en la parroquia nos invitaron a ira un centro de rehabilitación que había en la parroquia, que se llamaba Puerta del Cielo", explicó el sacerdote. En ese lugar el sacerdote descubrió que el joven con el que había estado estableciendo una amistad, era de ese lugar. Él y todos esos jóvenes estaban rehabilitándose.
Dios puede sanar nuestra historia "Para mí fue un impacto grande" --dijo Ossandón. "Y tratando de conversar un poco en portuñol, me empezó a contar que detrás de su consumo había estado una falta de motivación en su vida, de amor, de soledad, una palabra, una falta de esperanza. Y me dijo antes de irme, nosotros nos hemos podido levantar porque hemos descubierto un amor más grande que nuestro dolor y que nuestra enfermedad.
Porque hemos descubierto en este lugar que Dios puede sanar nuestra historia y que puede darnos una esperanza más grande, más grande que nuestra propia vida". Contóel Padre Benjamín que este testimonio se quedó en su corazón: "Para mí fue como un punto de inflexión, una experiencia fundante.
Yo había sido católico toda mi vida, pero fue allí donde por primera vez pude caer en la cuenta de que la experiencia fundamental de un cristiano es haber sido resucitado por un amor más fuerte que la muerte y el mal y el dolor. Esta experiencia fundante, este punto de inflexión me permitió descubrir que, aunque yo no había sufrido una adicción, yo sí había perdido la esperanza. Y ellos me enseñaron que era posible resucitar, que era posible pasar de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz.
A partir de ese día empecé un camino que junto con otras experiencias me permitieron descubrir una certeza tan grande que fue como una roca sólida sobre la que poder volver a construir mi vocación y mi vida", expresó emocionado. "Pude hacer la experiencia de que yo también era amado incondicionalmente, que era acogido y que sería acogido siempre con un amor indestructible, que a pesar de las "Esto quiere ser una inyección de esperanza, es decir, que veamos que no somos pocos, que no l A estamos solos, que somos muchos los que hemos sido llamados por Jesucristo, y queremos animarnos entre nosotros", P. Jorge Merino. - entre nosotros", P.
Jorge Merino. -heridas de mi historia o de lo que hiciera en el futuro, él iba a estar allí, sentí que volvía a nacer, que había estado como muerto y que el Señor me había levantado, me había resucitado. Volví a experimentar la esperanza.
No es que de ese momento para adelante fuera todo color de rosa, o que tuviera toda la respuesta, pero pude ir descubriendo que pasara lo que pasara, él iba a estar ahí conmigo", recalcó Ossandón. A continuación, el sacerdote concluyó: "Pase lo que pase, nada nos podrá separar del amor de Cristo. Mi esperanza no es que todo va a estar bien, porque a veces las cosas no siempre están mejor. Mi esperanza es que Él va a estar ahí en los momentos buenos y también, y a veces con más fuerza, en los malos. Mi esperanza es que soy amado más allá de todo. Y este es un cimiento sobre el que se puede volver a construir una vida. Esta luz ha ido creciendo en mí a lo largo de los años, y ya no solamente por lo que pude vivir yo personalmente, sino también por lo que he podido ver en otros. Ya como sacerdote se me encomendó trabajar en la pastoral de alcoholismo y drogadicción.
Y allí he visto la esperanza, la pequeña esperanza, en tantos hombres y mujeres que se ponen de pie después de haber caído, que enfrentan sus miedos y enfrentan sus adicciones". miedos y enfrentan sus adicciones". Veintiséis años sirviendo al encuentro de la fe y la cultura www.humanitas.cl www.humanitas.cl.