Autor: Daniel Navarrete Alvear
Los nuevos aires de la Isla Teja y sus tesoros patrimoniales
66 Nuestro proyecto tiene como base nuestra visión de ciudad.
Eso significa que al centro de cualquier toma de decisiones debe estar el patrimonio cultural y natural”Eduardo Galaz Director “Circuito Cultural Huella Isla Teja” EL PROYECTO CUENTA CON UNA GUÍA IMPRESA Y DESCARGABLE EN FORMATO DIGITAL, ADEMÁS DE LA OPCIÓN DE REALIZAR RECORRIDOS GUIADOS POR LOS BARRIOS. Duardo Galaz es geógraE fo y magíster (c) en Gestión e Innovación en Turismo. Llegó a vivir a Valdivia hace cinco años y en sus primeros recorridos por la ciudad, le llamó la atención la Isla Teja. Dice que quedó prendado de aquel sector antiguo que aún conserva las huellas de un pasado industrial, mezclado con la impronta de la cultura alemana.
Desde el primer momento consideró que aquello no estaba siendo lo suficientemente visibilizado, desde el punto de vista turístico y patrimonial; y que además había un alto contraste con otros puntos urbanos que tradicionalmente son las postales con las que se promociona Valdivia.
De esta forma, junto al psicólogo y actor Cristóbal Mc Intosh ideó un proyecto para poner en valor aquello que a su El comercio de barrio, los secretos de distintas construcciones y las tradiciones del sector son parte de un innovador proyecto que busca promover la historia local. Los responsables de “Circuito Cultural Huella Isla Teja” presentan acá algunos de sus imperdibles. juicio debía tener más protagonismo. Así nació el “Circuito Cultural Huella Isla Teja”, proyecto financiado por el Fondart Regional 2020 y que propone 16 hitos imperdibles de un sector con historias tal vez no tan conocidas. “La motivación principal fue meternos en los códigos sociales propios de Valdivia, que tienen que ver con sus ríos, parques, humedales y con su gente. Esos elementos típicos están en barrios icónicos y específicos, como por ejemplo la Teja antigua, Collico o los Barrios Bajos. Es ahí donde está la identidad y no necesariamente en el turismo de masas, aquel más “tradicional””, explica Galaz.
ORIENTACIÓN Para revitalizar la Isla Teja se propuso un circuito y un mapa ilustrado impreso y descargable en formato PDF, desdeel sitio www.huellaislateja.cl. para elaborar los contenidos hubo una investigación bibliográfica y estaba considerado un diseño metodológico de encuentros presenciales con los vecinos del sector. Aquello no pudo ocurrir debido a la pandemia. La opción entonces fue hacer entrevistas por teléfono y a través de Zoom, lo que igualmente sirvió para generar participación ciudadana en el proyecto. Participaron cerca de 20 personas, en su mayoría quienes nacieron, se criaron y siguen viviendo en la Isla Teja. “Ellos son los testigos de la transición de cómo el sector pasó deser rural, en un primer momento, a un lugar urbano, moderno y residencial. Hay mucho material sobre la Teja antigua.
Hay distintos autores que han abordado el tema, pero desde un lado más intelectual, que es muy válido en términos académicos, pero que no se ajusta mucho al propósito de la puesta en valor de un territorio. A fin de cuentas, muy pocas personas acceden o leen los libros, por eso es que nosotros planteamos una experiencia distinta”, agrega Eduardo Galaz. CAMINABLE En este proyecto de turismo de intereses especiales, la Isla Teja está concebida como un museo al aire libre. En base al mapa, se sugiere un recorrido autónomo de hasta cuatro horas de duración, que puede partir por cualquiera de los puntos considerados como imperdibles.
Hay 16 hitos: Parque Prochelle, MAC Valdivia, Museo Histórico y Antropológico, Museo de la Exploración, Parque Anwandter, Casa Castaño, Muelle Los Castaños, Población de la Cervecería, Ruinas Fábrica Rudloff, Salida al Río por Calle Los Pelúes, Plaza de “Los Jubilados”, Población del AAN judicó el proyecto para una AS forzará la difusión.
Al igual que en 2020, nuevamente fi EA AO yeron con información y con EEES REE A El equipo realizador Galaz y Mc Intosh son los directores del proyecto, que además cuenta con un equipo de colaboradores integrado por Vicente Espinoza (diseño gráfico), Romy Valenta (comunicaciones y producción), Isabel Lira (comunicaciones y marketing), Natalia Bustamante (comunicación audiovisual y fotografía); y Javiera Errázuriz (periodista, magíster en Desarrollo Rural). “Circuito Cultural Huella Isla Teja” tendrá un espacio en el Festival Toccata el viernes 27 alas 14 y 16 horas. Se podrá ver por www.fundaciontoccata.cl y www.radiouach.cl. seguro Obrero, Humedal Santa Inés, Parque Santa Inés, El Morro y la ex cárcel Isla Teja. Cada cual tiene un sello particular, pero comparten elementos en común de las áreas de turismo, patrimonio y comunidad. Eduardo Galaz ca: “Del conjunto es posible entender, por ejemplo, la importancia del borde río usado como lugar de contemplación y el punto para cruzar a Valdivia. Aquello de viajar “a la ciudad” es algo quese desprende de los relatos y es curioso porque da cuenta de que la gente se sentía parte de otro lugar, que no era Valdivia. Los ríos funcionaron como carreteras fluviales para mover a la gente y a la economía de la ciudad.
Era una tradición de no hace muchos años, que se perdió y quesiento, ahora se está recobrando”. VIDA DE BARRIO “Circuito Cultural Huella Isla Teja” estrenó su página web el viernes y la opción de hacer recorridos guiados con cupos limitados. Los interesados pueden consultar por disponibilidad de agenda en hola Ghuellaislateja. Cl. Junto con promover las historias de los vecinos y los hitos arquitectónicos y naturales, para el proyecto fueron creadas redes sociales donde además se promocionan emprendimientos y almacenes del barrio. “Hay un comercio local distinto, a escala menor, que nos interesa reforzar. Apuntamos al consumo inteligente y consciente.
A que la gente prefiera lo que tiene a la vuelta de ERE la mano de un gran arquitecto Este conjunto habitacional construido entre 1939 y 1940 fue un gesto inédito de la Caja del Seguro Obrero Obligatorio para atender las necesidades de la familia obrera, en tiempos en que las empresas construían poblaciones para sus trabajadores. El diseño del barrio obrero estuvo a cargo del arquitecto chileno Luciano Kulczewski, quien procuró viviendas dignas para una clase trabajadora en situación de extrema precariedad. En la investigación realizada para el proyecto se establece que la población estaba compuesta por 56 viviendas pareadas, en dos niveles. En el primer piso, de 48 metros, se dispone un espacio único como estar/comedor/cocina; dos dormitorios; una lavandería y un baño completo. El segundo piso, de 32 metros, es un espacio único dispuesto como taller. Las casas contaban con una “chiflonera”, espacio intermedio resguardado ante la puerta de entrada. Característico del sur de Chile, permite el control de acceso del viento y un lugar protegido para tocar la puerta osacarse la ropa mojada, guarecido de la habitual lluvia valdiviana. También destaca la existencia de un espacio único coUNA DE LAS VIVIENDAS DEL CONJUNTO HABITACIONAL. Mo estar/comedor/cocina. En el sur del país, la vida familiar transcurre en el calor de la cocina. Esta espacialidad es acogida y reinterpretada en la propuesta de Kulczewski, convirtiéndose dicho lugar en el corazón de la vivienda. El rol del arquitecto es fundamental en la creación de esta identidad urbanística propia de la Isla Teja. El profesional asume en 1939 como administrador General de la Caja del Seguro Obrero por encargo del Presidente Pedro Aguirre Cerda, quien encabezaba el gobierno del Frente Popular. “Se ubica cruzando el Parque Santa Inés, que es un lugar increíble. Es un imperdible que nació de la mano del mega arquitecto que es Kulczewski, que la gente no tiene idea que hizo una población en Valdivia. Es motivo de orgullo a nivel nacional. No existe otra población social como esta en otro lugar de Chile. Desde los detalles de la arquitectura y diseño propuesto para las viviendas se desprenden conceptos como por ejemplo la dignidad para la población trabajadora. Es una arquitectura de la época moderna, adaptada al contexto sureño.
Realmente al go muy hermoso de ver y que sin duda debe ser visitado por cualquier persona que quiera conocer la isla”, dice Eduardo Galaz. la esquina, como por ejemplo las panaderías que ofrecen un producto hecho con amor, de alta calidad y que bien puede ser mucho mejor del que se vende en los grandes supermercados. Lo mismo ocurre con la cerveza. La Teja antigua tiene una tradición gastronómica que igualmente también es parte del patrimonio”, dice Galaz. Y agrega: “Nuestro proyecto tiene como base nuestra visión de ciudad. Eso significa que al centro de de decisiones debe estar el patrimonio cultural y natural. Eso es y debe ser la base de todo y desde ahí se tiene que ir integrando la economía y las políticas públicas orientadas a potenciar y revitalizar los territorios. Una herramienta para ello es el turismo, que permite generar beneficios económicos, sociales, ambientales y educativos.
En ese sentido, el modelo de este proyecto es replicable a otros sectores de Valdivia y otras comunas de la región”. Para 2021, la iniciativa sigue en marcha en una segunda etapa, para la que también fueron adjudicados recursos del Fondart Regional. Esta vez se crearán contenidos audiovisuales y para plataformas digitales.
Entre los planes está hacer un podcast desiete cápsulas de audio llamado “Memorias tejeñas”, con relatos de vecinos sobre la historia del territorio que han habitado durante toda la vida. 03 Plaza de “Los Jubilados”: un lugar de encuentro “La Pampa”, como le llaman los tejeños, está ubicada en la calle Los Boldos, aledaña a la Junta de Vecinos N? 24. También conocida como la plaza de “Los Jubilados”, porque antiguamente era un espacio público muy utilizado por los trabajadores que se jubilaban de las industrias que estaban en Isla Teja. Y es que este espacio ocupaba una posición estratégica, ya que al costado de la plaza, por calle Los Pelúes, se encontraba la “Quinta del 4 Pelos”, lugar ideal para las reuniones sociales. En este espacio se celebraba la Fiesta de la Primavera, donde participaba la comunidad en general. Organizados por la Junta de Vecinos N* 24, los vecinos de cada calle hacían un carro alegórico y elegían una reina, con lo cual desfilaban en el carnaval. El jolgorio terminaba con una gran fiesta ciudadana en la plazuela, donde se bailaba y celebraba hasta la madrugada. En el mismo lugar, el Club Deportivo Teja Independiente organizaba las animadas ramadas dieciocheras para celebrar las Fiestas Patrias. Si bien estas grandes fiestas LA PLAZA ESTÁ UBICADA A UN COSTADO DE LA JUNTA DE VECINOS. “EL MORRO”: OTRO DE LOS IMPERDIBLES DEL SECTOR. De barrio ya no suceden, el lugar sigue siendo un punto de encuentro. Para Eduardo Galaz, reviste casi la misma importancia que “El Morro”: “Antiguamente, la Isla Teja era un lugar de esparcimiento y recreación. Las familias venían a hacer picnic y disfrutar de la naturaleza, mientras que para era un refugio idóneo para el romance. “El Morro' se ubica en calle Los Lingues, al costado del Parque Santa Inés. Este guarecido rincón natural, en otoño se viste de alfombra roja, con la desbordante presencia del hongo Amanita muscaria”. MERA COEN La familia Rudloff llegó a Valdivia en 1853. Estaba conformada por Cristiano Rudloff, su esposa Dorotea Sangmeister y su hijo Luis, de 6 meses de edad. Cristiano, de profesión zapatero, comenzó a trabajar en un taller muy modesto ubicado en calle Picarte con Pedro de Valdivia. En 1874, el joven Luis Rudloff partió al extranjero en busca de conocimientos y maquinaria de punta, para la formación de una zapatería moderna. Luis regresa de su viaje por Estados Unidos y Europa, donde conoció los métodos empleados en la fabricación de calzado y curtiembre de cueros, trayendo maquinaria de alta tecnología para la producción de zapatos. En ese momento el taller se transforma en una industria. Hacia 1920 ya se hablaba de un complejo industrial al borde del río. No obstante, en las siguientes décadas comenzaría la debacle.
En www.huellaislateja.cl, se lee: “El cierre de la zapatería Rudloff no fue abrupto y ocurrió gradualmente entre 1960-1979, como consecuencia de múltiples factores: políticos, económicos y naturaLOS VESTIGIOS DE LA QUE FUERA UNA IMPONENTE FABRICA. 15/4 ARE TOS grante de la familia Rudloff MEMOS ON AN RA O E EEE local del calzado. Les.
Tras la quiebra de la fábrica luego del terremoto de 1960, ésta pasa a manos de sus trabajadores en la forma de una Cooperativa de Obreros, que para evitar la cesantía ofrecieron hacerse cargo de la gestión industrial y seguir trabajando los zapatos.
La cooperativa trabajó hasta el año la dictadura impuesta en 1973, la Cooperativa Rudloff ve afectada sus ventas ya que los clientes del Estado (Ejército, SAESA, ENAP y JUNAEB) dejan de comprar sus zapatos, pues resultaba más barato importarlos desde Brasil. Finalmente, el ingreso de nuevos competidores al mercado, quea diferencia de Rudloff producían zapatos de baja calidad a menor precio, terminó provocando el cierre de
Resumen
Eso significa que al centro de cualquier toma de decisiones debe estar el patrimonio cultural y natural”Eduardo Galaz Director “Circuito Cultural Huella Isla Teja” juicio debía tener más protagonismo., Así nació el “Circuito Cultural Huella Isla Teja”, proyecto financiado por el Fondart Regional 2020 y que propone 16 hitos imperdibles de un sector con historias tal vez no tan conocidas., Hay 16 hitos: Parque Prochelle, MAC Valdivia, Museo Histórico y Antropológico, Museo de la Exploración, Parque Anwandter, Casa Castaño, Muelle Los Castaños, Población de la Cervecería, Ruinas Fábrica Rudloff, Salida al Río por Calle Los Pelúes, Plaza de “Los Jubilados”, Población
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