Banca deja de apostar por productores de fruta y créditos caen 32% en cinco años
2.500.000 2.000.000 1.500,000 1.000.000 500,000 260.341 D 198 199 10 '01 100 COLOCACIONES EN FRUTICULTURA MM PESOS A PRECIOS CONSTANTES DEL 2018 02 787.029 1.295.516 2.088.424 1.469.141 BILIEU 03 05 '07 109 11 13 15 17 19 21 23 '04 '06 '09 10 12 14 16 18 20 122 24 A AGOSTO DE CADA AÑO Banca deja de apostar por productores de fruta y créditos caen 32% en cinco años EXPORTACIONES FRUTÍCOLAS CHILENAS MM PESOS FOB-A PRECIOS CONSTANTES DEL 2018 6.737.586 7.000.000 6.000.000 5.000.000 4.000.000 3.000.000 2.000.000 1.427.712 3.091.850 4.596.906 1.000.000 '99 01 '03 05 107 "09 13 115 17 19 21 198 00 DZ 10 04 90 06 08 10 12 14 16 18 20 20 DATOS ANUALES FUENTE ELABORADO POR AGROCAPITAL CON DATOS DE CMFY DOEPA Según informe de Agrocapital, los fruticultores deben buscar financiamiento en exportadoras y proveedores, perdiendo su poder de negociación y aumentando los riesgos en toda la cadena productiva.
POR MARTÍN BAEZA Pese a que las exportaciones de fruta chilena marcaron un récord en 2024, creciendo un 28,6% para alcanzar los US$ 8.523 millones -de acuerdo a los datos del Banco Central, el escenario financiero para sus productores acumula nuevos riesgos y obstáculos.
Según observó Agrocapital-consultora especializada en el sector agroalimentario, la industria fruticola, desde febrero de 2020 a diciembre de 2024, ha sufrido una contracción acumulada de 32% en los créditos bancarios que recibe, cayendo a montos registrados en 2017.
Esto ha hecho que los productores deban desplazar su estructura de financiamiento desde la banca hacia clientes y proveedores, lo que, según Agrocapital, ha introducido nuevos riesgos de solvencia "a lo largo de toda la cadena de valor". "Los suministradores de agroin sumos y las empresas han asumido un rol activo como financiadores operativos de los productores, con frecuencia respaldando a compañías insolventes que les han venido a incrementar sus incobrables. Esta dinámica ha erosionado el poder de negociación de agricultores y mermado su competitividad en los mercados", se lee en el informe. El desacople En la década de 1998-2008, el stock de créditos bancarios destinados al sector frutícola crecía en torno al 13% anual.
Si bien con la crisis subprime hubo una contracción promedio anual de un 1%, luego de 2011 se recuperó el dinamismo, con alzas cercanas al 10%. Pero desde febrero de 2020, junto a la crisis del Covid-19, la estadística se fue en picada, retrocediendo $ 734 mil millones, hasta niveles de 2017. Así, según los datos de la CMF procesados por la consultora, la fruticultura fue el segundo sector que más financiamiento perdió, solo superada por la construcción. Todo esto, mientras las exportaciones han crecido de manera sostenida.
Entre el '98 y 2016, "existió una correlación casi perfecta (0,98) entre el crecimiento de las exportaciones frutícolas y el crédito bancario (... ) Sin embargo, desde 2017 esta relación se ha diluido, reflejando un desacople que pone de manifiesto la pérdida de sincronía entre ambas variables", anotó Agrocapital. ¿Por qué ocurre esto? Aunque la banca ha reducido su exposición en todos los sectores, "la fruticultura ha tenido problemas que han sido amplificados más de la cuenta", opinó el socio fundador y VP de Agronegocios de la consultora, Benjamín Barros.
El analista planteó que la banca local no está especializada, es multisectorial y masiva, y la fruticultura es compleja de evaluar, con información financiera y de mercados que suele ser deficiente, "desencadenando una percepción equivocada, con una actividad de alto riesgo.
Adicionalmente, la banca apoya a la agricultura como una estrategia de diversificación de su portafolio de deuda y su portafolio en general se ha visto restringido". Estrés financiero Con el escenario descrito, los productores tuvieron que diversificar sus fuentes de financiamiento. Según Agrocapital, la rentabilidad de cultivos como cerezas, paltas y cítricos ha incentivado la reinversión de utilidades: la superficie cultivada aumentó 73.088 hectáreas (un 111%) en los últimos 10 años.
Pero además, una tendencia que observó la consultora fue que las procesadoras y exportadoras ofrecen financiamiento a cambio de compromisos de abastecimiento a largo plazo o descuentos en los precios de venta. "Si bien esta alternativa aporta liquidez inmediata, implica una merma en el poder de negociación de los productores y un riesgo de concentración y solvencia de acreencias para los compradores", señaló el informe.
Agrocapital observó que las cuen tas por cobrar de algunos de los principales retailers de agroinsumos han crecido hasta 100% entre 2019 y 2024, lo que demuestra que la extensión de plazos también se ha visto como mecanismo de financiamiento.
Esa práctica, señaló la firma, "eleva la exposición crediticia de los proveedores frente a clientes con altos niveles de estrés financiero, generando un riesgo sistémico en la cadena productiva". Con todo esto, los productores quedan comprometidos a acuerdos que limitan su poder de negociación, mientras que exportadoras y proveedores se exponen a un aumento de acreencias incobrables. "En Chile se afectaron los fundamientos macro: caída en profundidad del mercado de capitales, inestabilidad política tras dos procesos constituyentes", enumeró Barros, y sumó el panorama global a la incertidumbre, haciendo referencia a la guerra arancelaria. "A contrapartida, el mundo validó los fundamentos sectoriales aún más estos años y los países desarrollados están avanzando cada vez más rápido en inversión en agricultura y fruticultura en particular, pero Chile va en dirección totalmente opuesta. Claro que existen excepciones con bancos locales que asimilaron correctamente estos fundamentos y están haciendo bien las cosas, tomando esta oportunidad", afirmó. '22 23 24