"La higiene de manos se convirtió en una herramienta clave y debería seguir siéndolo"
lap Academy. "La pandemia puso a la higiene de manos y al uso de desinfectantes a base de alcohol en primera línea, pero no fue la primera vez; ya sucedió en 2009, durante la pandemia de gripe A (H1N1), cuando pudimos sentir que A lgunos lo llaman el "doctor manos limpias" porque es un pionero en higiene hospitalaria: gracias al desarrollo de un producto en base a alcohol que facilita la desinfección de las manos, el médico suizo Didier Pittet promueve con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un método que ha logrado reducir las infecciones intrahospitalarias a nivel global, salvando ocho millones de vidas cada año.
Un hábito tan simple y arraigado en los centros de salud que, sin embargo, no fue fácil internalizar en sus inicios. "Cuando comenzamos la campaña --llamada `Manos limpias salvan vidas', lanzada en 2005-en todo el mundo, la adherencia era muy baja, en torno al 10%. Ahora no es raro tener un hospital con un cumplimiento del 60% o 70%. Y no se necesita llegar al 100% para frenar los contagios", explica el especialista, director del Programa de Control de Infecciones y del Centro Colaborador de la OMS para la Seguridad del Paciente del Hospital Universitario de Ginebra, en entrevista con "El Mercurio". Sin embargo, "tomó una, dos o incluso tres generaciones de médicos y enfermeras para cambiar el comportamiento, que sería el mismo caso para generar este hábito en la población general", advierte el experto respecto a la importancia de la higiene de manos constante para prevenir enfermedades, sobre todo infecciosas. Una realidad que la actual pandemia dejó en evidencia, como enfatiza Pittet, quien estuvo de visita en Santiago invitado a dar una charla por el área de Simulación Clínica de la U. San Sebastián en alianza con Aescuera importante que las personas entendieran el valor de este hábito para evitar contagios.
Sobre todo porque hay muchas situaciones en las que no puedes usar agua y jabón, como cuando andas en la calle o entras al supermercado". Desde 2020, el uso de desinfectantes para manos se convirtió en una herramienta esencial para limitar la propagación del covid-19. "No fue la única herramienta; el distanciamiento social y el uso de mascarillas sin duda fueron importantes. Pero la higiene de manos ayuda para muchas cosas y se hizo muy evidente, no solo para los científicos, que ya lo sabían, sino para la comunidad, para los políticos, para los gobiernos. Se convirtió realmente en una herramienta clave y debería seguir siéndolo". --Si es un hábito tan simple, ¿por qué es tan difícil de mantener? "Porque no es un hábito profundo en nuestra educación.
Hay países en el mundo, en África subsahariana, por ejemplo, donde una madre enseña a sus hijos a lavarse las manos y, aunque no tengan agua, utilizan la arena para limpiarse las manos, porque es una cuestión de supervivencia.
En nuestros países no es tan obvio que puedes morir tan fácilmente como en África si no te lavas o limpias las manos, pero es un riesgo y debería ser parte de nuestra cultura de autocuidado y prevención de tener realmente buenos hábitos de limpieza". --A partir de la experiencia con la campaña "Manos limpias salvan vidas", ¿qué ejemplos se pueden adoptar para aplicar en la población general? "Además de realizar campañas permanentes, algo básico es tener buenos modelos a seguir. Cuando eres niño, confías en tus padres y en tus maestros, personas claves que pueden generar el hábito.
Y esto no depende de recursos; estos pueden ayudar, pero la belleza de esto es que no es tan costoso y es muy rentable en términos de salud". Sobre todo, agrega, porque "estamos a contra reloj" frente a una futura crisis sanitaria global. "Debemos asegurarnos de que estaremos listos para la próxima pandemia. Pero no estoy seguro de que hayamos aprendido todas las lecciones". "En los hospitales se necesitaron más de 20 años para tener éxito; es probable que en la comunidad tome igual período de tiempo. Espero que la gente sea inteligente para cambiar su comportamiento; porque aunque es imposible evitar cualquier pandemia, este simple hábito podría ayudar a reducir su propagación", sentencia.
En ese sentido, el asesor de la OMS pone como ejemplo que la experiencia en hospitales ha mostrado que basta con mejorar la higiene de manos para reducir más del 50% de las infecciones asociadas a la atención de salud, que califica como una pandemia silenciosa. "Se puede tener un impacto muy grande con campañas de este tipo". Didier Pittet, asesor de la OMS en control de infecciones: "La higiene de manos se convirtió en una herramienta clave y debería seguir siéndolo" C.
GONZÁLEZ De visita en Chile, el médico suizo, pionero en higiene hospitalaria, aborda la importancia de este hábito que se globalizó durante la pandemia y que debe ser incorporado como una cultura de autocuidado y prevención. Naturaleza humana Didier Pittet revolucionó los procesos de higiene de manos a nivel hospitalario al implementar el uso de desinfectantes en base a alcohol. Junto al farmacéutico William Griffiths, en los años 90, desarrollaron una fórmula cuyos derechos de propiedad intelectual donaron a la OMS. Desde entonces ha participado en más de 500 publicaciones científicas y recibido numerosos premios internacionales por su trabajo.
El uso de este producto, que facilita la higiene de manos incluso en zonas con escaso acceso al agua potable, se conoce como el "modelo Ginebra" en el campo médico y se convirtió en una de las herramientas más importantes durante la actual pandemia de coronavirus. Pero Pittet ha sido crítico sobre la comercialización que se hizo de este producto.
Si bien destaca que "hubo compañías que se dedicaron a producir más de lo habitual para satisfacer las necesidades de la población, sin aumentar su precio; incluso fabricantes de perfumes que se enfocaron en la producción de desinfectantes sin costo para los hospitales; también hubo empresas que se crearon para producir productos que eran de mala calidad y a un precio muy alto. Algunos productos eran muy malos, contenían muy poco alcohol o incluso metanol tóxico y cosas por el estilo. Esa es la naturaleza humana", lamenta. Lavarse o desinfectar las manos con frecuencia es una costumbre que se masificó a raíz de la pandemia de covid-19. RAÚL BRAVO Pittet está a cargo de la campaña "Manos limpias salvan vidas", de la OMS. U. SAN SEBASTIÁN "La higiene de manos se convirtió en una herramienta clave y debería seguir siéndolo".