Editorial: La salida de Luis Eduardo Escobar
Editorial: La salida de Luis Eduardo Escobar L a confirmación pública de que Luis Eduardo Escobar, presidente del directorio de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), integrará el equipo económico de la candidata oficialista Jeannette Jara (PC) desató una tormenta política. Parlamentarios de oposición exigieron su salida inmediata, argumentando que la conducción del puerto requiere "dedicación total" y un "foco exclusivo" en momentos en que se juega el futuro de la ampliación portuaria. La presión surtió efecto: Escobar presentó ayer su renuncia formal a través del Sistema de Empresas Públicas (SEP), la que deberá ser aceptada este lunes. Con ello, se pone fin a un capítulo que abrió dudas sobre la compatibilidad entre dirigir una empresa estratégica del Estado y militar activamente en una campaña presidencial. Para sus críticos, el riesgo era claro: politización de la gestión portuaria y eventuales conflictos de interés en una industria clave para el país. El diputado Andrés Celis recordó las demandas aún no resueltas de pescadores de Quintero y Laguna Verde, además de los cuestionamientos al proyecto de expansión del Terminal 2. Otros, como Luis Fernando Sanchez y Hotuiti Teao, insistieron en que el puerto enfrenta un desafio histórico que no admite distracciones. El argumento de fondo era evidente: el desarrollo portuario de Valparaíso no puede quedar atrapado en la lógica electoral. Sin embargo, sería un error reducir la gestión de Escobar a esta controversia. Uno de los hitos de su presidencia fue el Acuerdo por Valparaíso, alcanzado tras años de desencuentros entre la comunidad, las autoridades y el mundo portuario. Este pacto estableció una hoja de ruta para compatibilizar crecimiento económico, empleo y sustentabilidad urbana, y representó un avance significativo hacia una visión compartida del futuro del puerto y la ciudad. El desafio ahora es que ese legado no se diluya. Con la inminente salida de Escobar, Valparaíso necesita continuidad y confianza en su desarrollo, no incertidumbre ni tensiones derivadas de las pugnas presidenciales.
Más que nunca, la conducción del puerto debe concentrarse en consolidar acuerdos, garantizar gobernanza técnica y proyectar el crecimiento portuario en beneficio de toda la región.. El ingreso del presidente de EPV al comando de Jeannette Jara inviabilizó la continuidad de la destacada gestión del economista. E Editorial