Editorial: Desalojos de tomas y campamentos
Editorial: Desalojos de tomas y campamentos E I anuncio del Ministerio de Bienes Nacionales de que durante 2025 se proyectan 13 desalojos en la Región de Antofagasta vuelve a poner en la palestra un problema que atraviesa nuestra historia reciente: la expansión sostenida de tomas y asentamientos irregulares. Desde 2022 se han ejecutado 37 operativos, y este año ya van tres, pero lo cierto es que las cifras no muestran una disminución estructural del fenómeno. La explicación de este escenario no es dificil de encontrar: el déficit habitacional en la región supera las 15 mil familias, y la migración -tanto interna como extranjeraha presionado aún más la demanda por vivienda. Los vecinos, por su parte, no pueden -ni deben-reemplazar el rol de las instituciones, como bien señaló la delegada presidencial. La región minera del La organización comunitaria es clave, pero nunca debe transformarse en autodefensa frente a un Estado que se muestra ausente. En ese plano, debe tenerse muy presente que lo público tiene la potestad para ordenar el territorio con todo lo que eso significa. Debemos aceptar que en muchos espacios se han observado personas y grupos dedicados al narcotráfico, la trata de personas y otros delitos graves a los que hay que poner atajo para beneficio de la mayoría. Ciertamente la región requiere con urgencia un plan habitacional robusto, con inversión suficiente, que combine oferta pública, proyectos de integración y regulaciones claras al mercado inmobiliario. Esto se relaciona, tanto con la solución requerida por las familias, como por una cuestión de seguridad y orden.
Si no solucionamos y hacemos frente como sociedad a este flagelo, estamos consolidando el desorden y el desarrollo de la delincuencia más grave para la cual no estamos preparados. país, no puede seguir normalizando que miles de familias vivan sin acceso a servicios básicos.
Esto es un problema social, pero también de seguridad.. Ciertamente hay un déficit de vivienda que debe ser abordado, pero también debe quedar claro el imperio de la ley: no se pueden seguir normalizando los ilícitos. E Editorial país, no puede seguir normalizando que miles de familias vivan sin acceso a servicios básicos. Esto es un problema social, pero también de seguridad.