Autor: Ricardo Alt Hayal periodista
Columnas de Opinión: Descentralización: entre esperanza y desconfianza
Columnas de Opinión: Descentralización: entre esperanza y desconfianza ablar de descentralización en Chile es hablar de una proFresamuchas veces repetida y todavía inconclusa.
En la Región de Los Lagos sabemos mejor que nadie lo que significa depender de decisiones tomadas a cientos de kilómetros de distancia, donde rara vez se comprende a cabalidad la complejidad de las realidades locales. La descentralización importa, porque es la via para que seamos nosotros quienes definamos nuestras prioridades: conectividad, infraestructura pública, apoyo al sector agrícola y lechero, fomento del turismo. Nadie conoce mejor las necesidades del sur que quienes habitan y trabajan aqui. Pero en el último tiempo esa esperanza se ha visto golpeada. El llamado "Caso Convenios" instaló un manto de sospecha sobre un proceso que debía ser motivo de orgullo. Fondos públicos mal ejecutados, instituciones sin respaldo técnico y controles débiles terminaron asociando la descentralización a episodios de corrupción e ineficiencia. El resultado ha sido devastador: la confianza ciudadana se resquebrajóy los gobiernos regionales, llamados a ser motores de autonomia, quedaron bajo la lupa de la desconfianza. No podemos, sin embargo, permitir que este episodio entierre una legítima aspiración. El desafio es mayor: avanzar en descentralización, pero con reglas claras, transparencia absoluta y mecanismos de control que sean visibles para la ciudadanía. La solución no es un giro hacia un mayor centralismo, sino fortalecer las capacidades regionales, dotarlas de presupuesto directoytrazable, y acompañar ese proceso con un mayor control de las finanzas públicas. La campaña presidencial que ya se inicia rumbo a noviembre es el escenario propicio para exigir respuestas. No bastan discursos generales ni promesas vagas.
Los candidatos deben decir cómo van a garantizar que los recursos transferidos a las regiones se administren con rigor y responsabilidad, comose evitará que un mayor nivel de autonomía se convierta en terreno fértil para nuevas irregularidades y también cómo se construirá confianza en torno a un proceso que es vital para el futuro del pais. La descentralización es una causa justa, indispensable para equilibrar Chile y darle voz y poder real a los territorios subnacionales. Pero hoy arrastra la carga de la desconfianza y solo podrá consolidarse si va de la mano de transparencia, fiscalización y compromiso ciudadano.
Desde nuestra zona tenemos derecho a exigir que esta vez la promesa se cumpla, porque lo que está en juego no es sólo la gestión de recursos, sino la posibilidad de gobernar nuestro destino con una necesaria mezcla de responsabilidad y eficacia. C Columna.