SAE, selección y copago
SAE, selección y copago Señor Director: Agradezco la carta de ayer de don Mario Waissbluth, a quien por supuesto también respeto, pero esto no es personal, estamos hablando de educación y del sistema de admisión escolar.
El SAE es una herramienta que tiene virtudes, pero no es la solución a nuestra integración social, no recoge todas las preferencias de la gente, su correlación con el aumento de la deserción y el cierre de colegios es preocupante y necesita factores de corrección. El SAE impide que los colegios tengan algo que decir en los alumnos que reciben. Dada la importancia que tiene el compromiso de la comunidad educativa con el resultado académico de un colegio, no es razonable que ese colegio esté completamente ausente de la formación de esa comunidad. El interés por educarse en un determinado colegio debe ser recíproco y compartido, y eso el SAE no lo recoge porque tiene una definición ideológica previa que no es pedagógica. Finalmente, el copago o el derecho de los padres a invertir en la educación de los hijos debe restablecerse. En la vida, para solucionar cualquier problema es equivalente dedicarle tiempo o plata a hacerlo. Si el lector tiene el conocimiento y el tiempo para solucionarlo directamente, lo hará, y si no lo tiene, lo contrata con un tercero, y es tan legítima una u otra fórmula. Mi padre, que era ingeniero, no me pagó preuniversitario y me preparó en matemáticas.
Si el copago se prohibió porque el dinero podía generar diferencias en resultados, también lo podría hacer la cultura y la devoción de los padres por educar a sus hijos, y prohibir invertir tiempo o dinero en educar a los hijos es una decisión ideológica, un error pedagógico y una política incompatible con una sociedad libre. GERARDO VARELA A. Exministro de Educación. -