LA SEMANA POLÍTICA
LA SEMANA POLÍTICA El presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, ha notificado al país de que sus militantes son poseedores de una "excelencia valórica", la cual, al parecer, los inmunizaría contra la corrupción.
En efecto, ha sostenido, "los comunistas no nos hacemos militantes ni ocupamos cargos para usar y abusar de ellos en beneficio propio", de modo tal que "aquí no hay comunistas que vayan a ser encausados por temas de robos, de apropiación de dinero. Esto no es Vitacura, esto no es Maipú". Sus palabras --pronunciadas en defensa del alcalde Daniel Jadue-recuerdan aquello de la escala de valores diferente de que hablara el exministro Giorgio Jackson. Bien se sabe cómo esos dichos terminaron volviéndose contra el propio Jackson y su partido. Tal vez, Carmona no ha aprendido la lección. De cualquier modo, es revelador el que las dos principales fuerzas de Apruebo Dignidad compartan similar convicción respecto de su propia superioridad moral. La diferencia, claro, es que Jackson hablaba previo a los escándalos, cuando aún su bloque gozaba de una cierta aura impoluta.
El líder comunista, en cambio, lo ha hecho después de que la fiscalía anunciara la decisión de formalizar al alcalde Jadue en una investigación por cohecho, estafa, fraude al fisco, administración desleal y delito concursal, en el marco del caso Farmacias Populares. Tal férrea defensa no es, por cierto, casual y muestra hasta qué punto la situación del edil golpea el corazón del PC. Son muchos quienes han hecho ver el doble estándar comunista en estas materias. El mismo partido que hace un año promovía comisiones investigadoras contra el exalcalde Torrealba y acusaba a RN de mantener un "silencio cómplice", se cuadra con el investigado cuando este pertenece a sus filas.
Eso, sin mencionar el inmenso contraste entre la actitud asumida ahora con el alcalde de Recoleta --"tenemos plena confianza en Daniel Jadue"-y la ofensiva de diputados comunistas, lanzados desde el verano a demandar la salida del general director de Carabineros luego de que la fiscalía anunciara su intención de formalizarlo.
Así, en la visión del partido, mientras que Yáñez sería formalizado por su "responsabilidad de mando en la revuelta popular", Jadue solo ha sido víctima de una "permanente campaña de hostigamiento". Una operación que --ahora en palabras del edil-"no solo viene de la derecha; acá hay tráfico de influencias que vienen de otros sectores que supuestamente son aliados, pero que le tienen la misma tirria al PC porque les disputa el espacio electoral", y donde jugaría un rol principal el presidente del Consejo de Defensa del Estado, pues "el caballero es del Frente Amplio". LA SEMANA POLÍTICA La "excelencia valórica" del PC La férrea defensa a Jadue no es casual y muestra hasta qué punto la situación del edil golpea el corazón del Partido Comunista. El cierre de filas resulta en cierta forma lógico: la investigación cuestiona un modelo y acciones concretas que involucran al propio partido. No solo un alcalde, sino un modelo Todas esas afirmaciones podrían parecer otra extravagancia de un alcalde en problemas. El punto es que, si bien han marcado distancia de tales dichos algunas figuras del partido, el presidente y voz oficial de la colectividad no lo ha hecho. Al contrario, el mismo Carmona, días antes y siempre a propósito del caso Recoleta, había afirmado tener "la peor opinión" del titular del CDE. Y es que, más allá de las contradicciones, su reacción no da sino cuenta de lo mucho que aquí se juega.
Jadue fue hace menos de tres años el candidato presidencial del PC que se enfrentó a Gabriel Boric, y desde entonces se preocupa de denunciar cualquier desviación de la ortodoxia programática, cubriendo uno de los flancos que inquieta a la colectividad, el de la izquierda más radical. Popular entre las bases, es aliado del sector de Carmona, en un año en que se definirá la continuidad o cambio de la actual mesa.
Pero además, hizo de su comuna durante una década un laboratorio político, donde a la idea de las farmacias sucedieron las de librerías, disquerías y hasta una "inmobiliaria popular". Tal modelo fue recogido en el programa de Apruebo Dignidad y luego en la propuesta de la Convención Constitucional, y es precisamente lo que está en cuestión en la investigación judicial.
Se centra esta en la Asociación de Farmacias Populares que el mismo Jadue impulsó y que sería el ente que coordinaría a las farmacias del país, en una suerte de alternativa "popular" a las cadenas privadas.
La Asociación, como se sabe, fracasó y cayó en la insolvencia, y si las farmacias en muchas comunas han seguido operando, ha sido gracias a una ley del segundo gobierno del Presidente Piñera, que les permitió aprovechar las licitaciones de Cenabast. No es todo: la investigación plantea que la asociación ideada por el alcalde dio lugar a una suma de situaciones irregulares que habrían involucrado a funcionarios del municipio, a militantes y al mismo edil. Más aún, la "donación" que supuestamente se habría solicitado a un laboratorio proveedor --y que origina la imputación de cohecho-habría sido entregada al propio Partido Comunista de Recoleta. Visto así, el cierre de filas resulta lógico: la investigación a Jadue cuestiona un modelo y acciones concretas que involucran al propio PC.
En esas circunstancias, poco margen les ha quedado a sus dirigentes más que el de una defensa acérrima, cuyo fundamento final no parece otro que la apelación a aquella "excelencia valórica" de la que, sin rubor, reclaman ser poseedores..