Autor: Isabel Frias Periodista U.C.
A quienes las vacunas otorgan “súperinmunidad" y por qué algunos temen vacunarse
La ciencia proporcionó estas dos certezas científicas, revelando primero que quienes enfermaron “estando vacunados” logran hasta 10 veces más inmunidad que el resto. Un segundo estudio pesquisó en 24 países las ideas comunes entre los “antivacunas”, tales como sospechas conspirativas, maldad de las farmacéuticas, ansiedad al ver sangre y temor a las agujas.
Mientras nuestras autoridades sanitarias llaman a los rezagados a inocularse y completar todo el esquema de vacunas y, por esa vía, no solo bajar la escalada de contagios por la variante Ómicron, epidemiólogos y diversos ministros de salud europeos han filtrado a la prensa cientifica que allá se estaría viviendo “el principio del fin”: La pandemia del coronavirus está finalizando, sostienen, y hacia fines de 2022 se habrá transformado en una endemia. O sea, en una patología “estacional”, tal como la influenza o la malaria, la que se afrontará cada año con una vacunación preventiva. De acuerdo a esta corriente de opinión, la finalización de esta emergencia global se relaciona de manera total y directa con los progresos en la vacunación del grueso de los habitantes del Viejo Mundo. Algo muy parecido a lo que nuestros expertos locales predicen para Chile, lejos el pais más exitoso en este terreno en comparación al resto de los países latinoamericanos.
Sin embargo, en el Norte de Chile y la Región Metropolitana aún existe un número no menor de quienes no vacunados y que serían los que se están enfermando de manera más seria al contagiarse con la variante Ómicron.
Por qué se resisten ante la evidencia y se exponen a contagiarse son dos preguntas que diversos estudios internacionales están intentando dilucidar, en el entendido que MIEDO A LAS AGUJAS Uno de ellos lo lideró Matthew Hornsey, de la Universidad de Queensland, que acaba de ser publicado en la revista Health Psychology, afirma que “los antivacunas son personas que sospechan de las farmacéuticas y las intervenciones occidentales y que, además, disfrutan sentirse diferentes por tener una opinión minoritaria”. Ir contra la corriente y contra las “mayorías” les refuerza una percepción positiva de sí mismos. de acuerdo a los resultados recogidos en la encuesta que encabezó Hornsey y que involucró a 5.323 entrevistados, en los 24 países en que se aplicó el instrumento se descubrieron que se repiten similares patrones de conducta y creencias.
En el sondeo aparece que quienes desconfian de la efectividad de la inmunización contra el covid-19 también “se muestran más proclives a creer en conspiraciones, les gusta sentirse rebeldes y mantener acti tudes poco populares”. Muchos de ellos tampoco creen que el Cambio Climático sea verdad.
El estudio deja al descubierto que -dentro de los no vacunadosexiste gente más renuente (o temerosa) a las agujas de las inyecciones y a ver sangre. "Para estas personas ser antivacunas es una forma de evitar algo que les provoca ansiedad”, afirma, aunque hace la precisión que el nivel educativo no es determinante y la tendencia entre ellos es “creerse más informados que el resto de la población”. VACUNARSE ES LA SOLUCIÓN El otro estudio dado a conocer durante enero es el desarrollado en la Universidad de Ciencias de y Salud de Oregon, E£. UU., el cual reveló que quienes estaban vacunados con todas las dosis y que se habían infectado de coronavirus, mantienen una respuesta inmunitaria superior a aquellos que se habían inmunizado, pero no habían contraído la enfermedad. De acuerdo a la ción, los de anticuerpos de estos pacientes eran al menos 10 veces más potentes que la respuesta inmunitaria de las personas que sólo se habían vacunado.
Y por ese motivo, se ha comenzado hablar de una especie de la “súperinmunidad” que provocan las vacunas entre los contagiados o algo así como “no hay mal que por bien no venga”, según el dicho popular “No importa si te infectas y luego te vacunas, o si te vacunas y luego tienes una infección avanzada”, afirmó Fikadu Tafesse, profesor asistente de Microbiología Molecular e inmunología en la Escuela de Medicina del citado plantel universitario: “En cualquier caso, obtendrá una respuesta inmunológica muy, muy sólida, increíblemente alta”, recalcó.
El equipo cientifico, no obstante, fue taxativo para hacer la advertencia que no estaban promoviendo que las personas se contagien intencionalmente: *Lo que estamos diciendo es que, si tienes la mala suerte de haber tenido Covid, no es una razón para evitar la vacunación”, enfatizó el jefe del grupo investigador. Para los académicos estos hallazgos apuntan a que está cerca el final de la pandemia, porque el virus se topará con una inmunidad humana cada vez más robusta. La solución para terminar con esta para motivar a quienes emergencia estaría en elaborar entonces mejores todavía no se vacunan.