Demoler la fe pública
Demoler la fe pública Cuando se tiene calle en la actualidad, al conversar con personas desconocidas. muchas la primera lanzan una perorata: que todos los políticosson corruptos, que dinero habría para muchas obras a favor de la gentesi no robaran tanto, que cuidan sus privilegios, que el poder los marea, que son ineptos y que suelen salir ilesos de cualquiera acusación grave. "Al contrapreguntar ¿ politicos de izquierda, de derecha? De ambos lados responden. Las generalidades, ya sabemos, distorsionan cual. quier análisis. Es comosi algunas autoridades, parlamentarios, jueces, abogados connotados, militares cara bineros y gendarmes hubieran confor mado una empresa de demolición de lafe pública. Dura tarca tienen los ac tuales candidatos, de convencer y sobre todo hacer que vote esa parte del electorado que esta desencantada, de silusionada y escóptica. Los No Sabe o No responde de las encuestas.
En distintas épocas el desencanto político siempre ha existido, en perio dos convulsos, complejos, muy especialmente en América Latina un continente marcado por las desigualdades sociales que han ocupado agendas, donde ha habido notables avances y grandes retrocesos. Que l injusticia social fuera el precio de la libertad o que la dictadura fue: ra el precio de la igualdad. Ni lo uno nilo otro, conciliar ambas es lo sensato. En ellibro de Javier Cercas*El loco de Dios enel fin del mun do"sobreel fallecido Papa Francisco hay páginas sobre ese dilemaque siempre rodeó al pontífice argentino. Gabriela Mistral, se adelantó a lostiempos y advirtió*nos llegócomoal galope la democracia.
Noati namos que debiéramos asistirla y tratarla con manos limpias, pues a "En un mismo lodo todos manoseados", como dice el tango inmortal Cambalache, mujeres y hombres servidores públicos, se supone, sirviéndose del Estado a manos llenas. dos, los que pagamos impuestos. Caencomocastillos denaipelosnom: bres másconocidos los con cargos de mayorrelevancia que, a lomenos, presentan su renuncia. El tema de las licencias médicas a secas es viejo, de años, con propuestas suaves de solución, con denuncias, que merecen, a lo más, un sumario administrativo largo y sin resultados.
Llegó Dorothy Pérez nombrada Contralora General de la Repúbli ca, una abogada con experiencia en ese servicio, malquerida en algu: nos momentos por su antecesor, que subrogó durante ocho mesesel cargo y que con sus acciones le ha dado nuevos aires al servicio.
Debutó con aquello que en los lugares donde más se lavaba dinero era en las barberías, que proliferaron de un tiempo a esta parte en diversas ciuda desdel país y que seexpandieron como hongos en un día de lluvia. Autorida: des, parlamentarios y policías hablaban hasta agotarse sobre el tema, sin accio. nes practicas en contra. Ella lo hizo.
La denuncia sobre los funcionarios públicos que teniendo licencias médi cas, algunas auténticas, otras falsas, poco más de 25.000 lasocupaban para viajar al extranjero, con un desembolso que significaba según lo señalara, jun hospital diario! "En un mismo lodo todos manoseados", como dice el tangoinmor tal "Cambalache", mujeres y hombres servidores públicos, se supone, sirviéndose del Estado a manos llenas. Muchas instituciones involucradas no funcionaron, la Contraloría sílo hizo. Felicitaciones. Contraloría sílo hizo. Felicitaciones. Contraloría sílo hizo.
Felicitaciones. pesardesu lozanía, ella traería consigo la posibilidad de corromperse MÓNICA SILVA ANDRADE con tanta o más rapidez que las viejas monarquías" A Golpea ahora el caso delaslicencias médicas usadas para viajaralextranjero, por partede funcionarios públicos, es decirfinanciados porto.