Autor: Por Sebastián Grant Del Río
El deber de hacer una buena apuesta en TV
El deber de hacer una buena apuesta en TV KM Comentario El deber de hacer una buena La transmisión de "Llacolén", en vivo por TVU, quedó al debe y terminó por perjudicar la puesta en escena de la ópera en el teatro. Por Sebastián Grant Del Río Se destaca el esfuerzo, también el entusiasmo con que TVU asumetransmisionesen vivo de producciones artísticas en el Foro, conciertos de la Orquesta Sinfónica o conversatorios en la Casa del Arte. Por ahí, también, eventos deportivos u otros relacionados con el quehacer de la UdeC, de la que el canal detelevisión es parte desde su salida al aire en abril de 1997.
Con una experiencia decasi 30 años en el medio audiovisual local, con mejores y más bajas apuestasen este rango temporal, incluso, seagradeceelánimocon que Constanza Rivera, Edgardo Vargas y Constanza Sarkis realizaron la previa a la transmisión en vivo de la ópera "Llacolén", el pasado 13 dejunio. La producción de Corcudec contó con una importante participación y presencia deartistas y gestores locales para cumplir con el montaje y los desafíos que ésteimplicaba en su puesta en escena. Ello, considerando un escenario como el del Teatro UdeC quetiende quedar pequeño en re lación a la lírica y propuestas relacionadas. lacionadas. registro en vivo, transmitido con muy poco sentido de la estética audiovisual. Sinembargo, la producción tu vo salidas que desde la propia puestaenescenajugó biensusalternativas, por el ejemplo, el mapping y otros elementos que sirvieron para darle espacio a la propuesta lírico/musical. HACER TELEVISIÓN Portodo lo anterior, y más d delo propiamente musical, lítio y escénico; es que se debieron cuidarmejorlos detallesdesusa: lidaal aire.
En estecaso, considetando los factores al servicio del tando los factores al servicio del tando los factores al servicio del Cuando se hace televisión, ésta debe estar sujeta a sus propias exigencias para evitar hacer un mero tema, desde la iluminación debida para una transmisión televisiva en vivo, hastael trabajo de planos que, finalmente, se notaron mal planteados, para un relato donde desde la dirección dio pie a pensar que no contaron con un plan/guion técnico, ni tampoco línea narrativa televisiva, donde detalles como el sonido no tenía un trabajo de diseño.
Ciertamente, lo que vieron los espectadores durante las tres funciones de la ópera, basada en la leyenda mapuche de Llacolén; la leyenda mapuche de Llacolén; sin duda tuvo una bien plantea da puesta en escena, proponien: do un "mundo" pensado para el recinto de calle O'Higgins. Consuslimitaciones de metra je, el equipo de producción hizo notar un trabajo ala altura, don: de cada aspecto escénico fue de bidamente planificado. Esahídonde el aspecto audio visual sesintió muy al debe, sin un tratamiento previo y debido respetando el trabajo de quienes llevaronacabo la ópera.
Atriles mal iluminado, voces apuesta en TV apuesta en TV apuesta en TV El escenario se multiplicó en el teatro y se resto en la televisión. quese perdían en el sonido ambiente, detalles del escenario que nose captaron, tampoco la gran labor estética y narrativa del mapping y el espectáculo.
Simplemente se perdieron en una transmisión que más que narrar algo televisivamente hablando se quedó en el mero registro de cámaras con ausencia de temperatura de color y control desdeel switch: no se puede llevarlaimagena negro, menosalumbrar, algo muy distinto a ilumi Cuando se lleva la música a la pantalla se estudia, se planifica, se construye una escala de pla: nos -desdeel general o losmáscerrados con un claro sentido escritural.
Nose trata de transmitir, sino que comunicar con un sen: tido que permite apreciar el trabajo de la misma Ópera, en momentos en quese deben plantear planos sonoros y narrativos, a planos sonoros y narrativos, a planos sonoros y narrativos, a partirdela música y la lírica (música y texto). Siendo sinceros, estos no son tiempos para poner cámaras y darle curso al contenido. Son tiempos de planteamientos audiovisauales/televisivos para que, enestecaso, el telespectador aprecie la propuesta televisiva, donde planos, encuadres, acciones y gestos dramáticos asuman un contenido televisivo.
Nosetrata dequeel "en vivo"le quite peso narrativo y dramático al texto operístico, sino que estéa tono para con su registro visual (el cómo hacerlo). No se apreció la propuesta lírica, dadala ausencia de unrelato televisivo para el Telatoescénico. Especialmente, si la pieza lírica estaba concebida para el teatro en todos sus detales. Considerando esto, debieron levarlaal plano audiovisual con el tratamiento merecido. el tratamiento merecido. el tratamiento merecido..