Tolerancia cero en caso licencias
Tolerancia cero en caso licencias Poner números a algo que era sabido, esa magnitud de números, explica la indignación que hemos visto. indignación que hemos visto. on ocasión de las cifras informadas por la Contraloría General de la República respecto de funcionarios públicos que han mal utilizado licencias médicas, el tema ha vuelto a estar en el ojo del huracán. Poner números aalgo que era sabido, y esa magnitud de números, explica la indignación que hemos visto. La primera reacción es buscar responsabilidades, y ahí se encuentran diversas entidades públicas con atribuciones, tanto respecto de los emisores como de los usuarios de las licencias. Debe revisarse cada una de ellas, para determinar si hizo uso de sus facultades. La legislación respectiva existe y ha sido recientemente perfeccionada, por lo que no hay excusa en falta de ley. Debe revisarse también la proactividad y gestión que se haya tenido, ya que de poco y nada sirven los textos legales si no son llevados a la práctica. La CGR logró determinar El fraude de y cuantificar la existencia licencias médicas deeste fraude con la infordi mación existente, prueba Trae consigo mn fehaciente de que sí era factremendo costo tiblehacerlo. público y privado. Deacuerdoa Pedro Pizarro, exsubsecretario de Previsión Social y vicepresidente del Instituto Libertad, lo anterior dará lugar a las responsabilidades admi: nistrativas, pero también hay responsabilidades polí ticas que no se pueden pasar por alto.
El fraude de licencias médicas trae consigo un tremendo costo público y privado, no sólo por el pago de prestaciones indebidas, sino que también por la falta de servicio que deriva de la falta del trabajador, la sobrecarga laboral para los que deben suplir a los ausentes y los mayores costos para el sistema, que redundan en alzas de planes y de recursos que podrían haberse empleado en las necesarias y pendientes prestaciones desalud. El mal uso la licencia debe acarrear la pérdida del puesto de trabajo en ambos sectores, público y privado. Asimismo, la emisión fraudulenta debe implicar la pérdida permanente de la facultad de emitir, porque el fraude exige una política de tolerancia cero. que el fraude exige una política de tolerancia cero..