Columnas de Opinión: LULA
Columnas de Opinión: LULA LULA POR DEMETRIO INFANTE FIGUEROA, ABOGADO Y EXDIPLOMÁTICO táneamente del problema. Lógicamente informé de todo a Santiago, señalando que no tenía dudas que Brasil tomaría la decisión que se había deslizado por uno delos directivos de la FIESP. Al poco tiempoel hecho se produjo. Ante eso fui a ver al ministro de Agricultura, Rodríguez, un tipo inteligente y grato, con quien tenía amistad. Le pedí que por favor dejara sin efecto la medida y que Chiletomaría pronto una resolución para resolver el conflicto de la carne brasilera, cosa que en la realidadera una idea míasinreal soporte institucional. A mi requerimiento, en forma muy caballerosa, Rodríguez merespondió que aquelloleeraimposible.
Sucedía que alos tres días siguientes llegaba en visita oficiala Brasilia el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, amigo mío detodala vida, pues al mismo tiempo que él estudiaba Ingeniería Químicaenla PUCV, yolo hacía en Derecho.
Lo llamé por teléfono y le conté mi conversación con el ministro de Agricultura, y le planteé la posibilidad que postergara su viaje, ya que cuando regresara Chile todos los actores políticos le señalarían que la visita había sido un fracaso al no haber podido removerla prohibición ya descrita. Al díasiguiente me telefoneó de vuelta para decirme que de todos modos haría el viaje. El canciller brasilero era Celso Amorín, un gran diplomático que fue ministro de Exteriores durante los dos períodosconsecutivos de Lula y hoy essu más cercano eimportante consultor en materias internacionales. Entre amboscancilleres hubo química. Fruto de ello Amorín llamó al ministro Rodríguez para pedirle que por favor diera marcha atrás ensu determinación sobre la fruta chilena. La respuesta fue laógica. No puedo aparecer ante el país derogando una resolución tomada hace solo un par de días, respondió. Estábamos en una tremenda encrucijada. La última carta era la reunión con el presidente. Recuerdo que yo hacía pocos días me había quebrado una pierna, por locual tenía que andar con dos muletas sin poderafirmarenel suelo la extremidad dañada. Cuando ingresamos ala oficina presidencial, Lula saludó con afecto a Alejandro y al hacerlo conmigo se percató demiestado.
En un acto insólito de un presidente a un Embajador, meagarró cariñosamente lacaracon sus dos manos y medijo “¿ Quéte ha pasado, querido?”. Yo me quedé atónito y con una respuesta improvisada, le conte, lo que sucedió es que la niña era demasiado fogosa”. El hombre rio de buena gana y desdeel iniciose armó un grato ambiente. Alejandro, consu tradicionalinteligencia, le plany le soli1e6 el tema dela fruta citó la derogación de la medida. Amorín respaldó al canciller chileno.
Sin dudar, Lula tomó el teléfono y se comunicó con el ministro de Agricultura, y en el tono que usa con un amigo cuando le pide un favor aotro, lesolicitó (no le ordenó) la modificación de la resolución de marras. En instante alguno parecía el diálogo entre un presidente y un ministro. Después de un largo argumento de parte de Lula indicándolequelos chilenosmodificaríamos la norma sobre la came, Rodríguezaccedióal pedido de su amigo y mi canciller volvió aChile con labuenanueva. Ese es Lula, el típico negociador que usasu encanto para obtener lo que desea. La última actuación política de Lula que nos concierne se vivió durante el encuentro que tuvo hace poco con el Presidente Boric en Brasilia. La numerosa delegación nacional encabezada por el jefe del Estado tuvo un arduo trabajo. El fruto de todo ello lo constituyó la suscripción de 14 nuevos acuerdos en diferentes áreas. Allíel habitante del Palacio de Planalto se declaró un obsesionado con la integración del continente, ello sin distinción deideologías. Sostuvo: “A Piñera lo echo mucho de menos”, como un modo de hacer presente su acercamiento con aquél y reforzar la idea que el temadelaintegración debe ser ajenoalaorientación ideológica. Claro que decir lo indicado delante de un Presidente que fue absolutamente contrario al ex jefe de Estado fallecido requiere deuna especial valentía y de unas agallas que no son habituales. Hay que considerar que Boric como diputado fue unopositor obsesivo de Piñera eincluso estuvo de acuerdo en las acusaciones constitucionales levantadas en su contra. Bueno, esasson cosas que solo 03 puede hacer y decir Lula... rasiles uno delos países másgrandes del mundo y ennuestro continente lo es por lejos. Básicamente, tienesuorigen en dos tratados celebradosentre Portugal y Espaa, por medio de los cualesesas potenciasacordaron la repartición amistosa de las colonias queteníanenelmundo. El Tratado de Tordesillas, suscrito en 1494, cuyas disposiciones más sustantivas determinan la delimitación en América del Sur. Portugalse quedó con una porción pequeña deterritorio frente al Océano Atlántico (Brasil). peronotengo espacio para profundizar en ello.
Para mostrar la variedad de jefes de estado que han llevado las riendas de ese inmenso país, baste con recordar que hoy lo dirige un ex obrero metalúrgico de una fábrica de automóviles, quien poseeuna orientación políticasocialista.
De dirigente sindical pasó a la política, formando el Partido de los Trabajadores, y ha sido electo tres veces como jefe de Estado, conlaparticularidad que hubo un momento después de uno de esos períodos presidenciales por el que tuvo que pasar por lacárcel. Estuvo 19 meses preso por corrupción. Otra particularidad que tiene este ex obrero es que en elejercicio de su trabajo como tal perdió el dedo meñique desumanoizquierda, carencia queno esconde. Por el contrario, lamuestra con orgullo pues para él constituye una especie de condecoración perpetua. Posee un inmenso arrastre entrela gente. Como buen dirigente sindical y dada su personalidad, tiene el diálogo como la más sustantiva arma para conseguir lo que desea. Claro que hay momentos en que asoma también el hombre combativo, con ideas propias y con una personalidad que demuestra que está plenamente consciente del poder que tiene entre sus manos. Espartidario de una políti caabsolutamente popularenlo interno, importándole pocolas consecuencias económicas negativas que poseen algunas sus decisiones. Las “bolsas de comida”, por ejemplo, que consisten enrepartir semanalmente una cantidad de alimentosa millones de brasileros pobres, han tenido un costo muy pesado para el erario. Existen otras como la mencionada que han llevado la economía brasileraa una situación complicada. Pero a él poco le importa aquello. Por otra parte, siendo socialista, se preocupa del sector privado y protegesu mercado de más de 210 millones de habitantes. Ahora, se ha percatadoque larealidad mundiales otra y se ha mostrado como un campeón del entendimientolatinoamericano en cuanto a comercio. Por último, en este breve recuento de sus dades, debe ser el ú dente de un país importanteen la historia que es conocido por suapodo: “Lula”, el queoficialmente hizo parte de su certificado de nacimiento. Estoy seguro quesise hace una encuestasobrecuálesel original nombre de Lula, habría una gran cantidad de chilenos quenosabrían cómo responder. Como embajador en Brasil tuve oportunidad de conocerlo de cerca, ello gracias a la gran sintonía que tenía con el presidente Lagos. Comprobé de primeramanosu capacidad negociadora.
Posee una muñeca única basada, como sostuve antes, en el en la negociación. buen trato y Ejerciendo micargo en Brasilia se había creado una fuerte tensión comercial entre Chile y Brasil, pues nuestro SAG exigía que la carne brasilera tuviera unacertificación nacional deestarlibre defiebreaftosapara poderserexportadaaChile, lo que en los hechos era y es imposible, ya queno hay organismoalguno que pueda indicar quela Amazonía, por ejemplo, tiene sa condición dada su inmensidad y la variedad de animales y árboles que posee. Brasil era y esungranexportador de carne pues los distintos países han aceptado quela certificación estatal, dada su condición seser federal, essuficiente. Pero nosotros firmes, insistíamos en loimposible. Un buen día llegó a mi oficina en Brasilia una delegación de alto nivel de la FIESP (Federación de Industriales del Estado de Sao Paulo), según elloslamás potente Federación deEmpresarios del mundo. Me plantearon el asunto, respecto del cual, a decir verdad, yo no teníaunarespuestalógica. Me argumentaron largo sobre el tema y yo, callado. Para mifortuna uno delos vicepresidentes tuvo la mala idea de decirme quesi Chile no cambiaba de posición ellosimpedirían la entrada de fruta chilena al país, lo que era tremendamente perjudicial para nuestros productores. Meagarré de ello ysimulandounrealenojole contesté que no podía aceptar que en mioficina de Embajador se hiciera “un blackmail” a Chile. La verdad es quelos otros miembros delgrupo seincomodaron y me señalaron que nolotomaraasí, quemedabanlas explicaciones del caso y que meagradecíanel haberlos recibido. Salí momen-.