Autor: (*) Periodista, Director Centro de Documentación Utalca.
El diario como dispositivo cultural y forjador de imaginarios
Orígenes e influencia de “La Mañana”: L imaginario de Talca como la capital de una oligarquía endogámica, que repite los mismos apellidos y que no se mezcla como sucede en otras ciudades chilenas (José Bengoa, 2010), confirma el origen de una de las identidades culturales más fuertes de Chile central.
El diario “La Mañana”, por estos días, pero en 1906, en medio de las réplicas del gran terremoto de Valparaíso, se convierte en la caja de resonancia de la famosa identidad talquina, construida a partir de un acaudalado proyecto, tan real como la fortuna agrícola y el oro de la mina El Chivato, lo que permite levantar hospitales, cárceles y acuñar circulante.
Imaginado por Enrique Prieto Reyes, primero como un “órgano del partido Liberal”, el diario talquino de mayor data en la historia (1906-1991) aspira en sus orígenes a un ideal moderno, racional, escrito para un “ciudadano consciente”, “que contribuya a levantar al país y a sacarlo de la decadencia económica y moral”. Es posible leer los primeros editoriales en la sala de depósito histórico del Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca.
“La “La Mañana” aparece en las calles de Talca el 15 de noviembre de 1906 como un “órgano liberal”, sus primeros editoriales promueven el orden y el progreso a través de un “estímulo a las mentes abiertas” mañana” se funda primero en oposición y crítica al gobierno de turno y a la aristocracia terrateniente, a la que culpa de estos males. Francisco Hederra Concha escribe la novela “El Tapete Verde” primero en este diario antes de publicarla como el libro que remeció las conciencias talquinas de comienzos de siglo.
Este liberal, científico y redactor de “La Mañana”, encontró en el diario el dispositivo cultural para construir su imaginario: al respecto, el académico Javier Pinedo Castro, en su prólogo a la tercera reedición de “El Tapete Verde” (2004), señala que “es fácil pensar que el doctor escribió aquellos ensayos sobre el tema del juego, y los publicó en La Mañana.
No satisfecho con eso, imaginó escribir una novela, El tapete verde, para mejor graficar sus puntos de vista, ampliando la perspectiva al mundo social y cultural en el que se mueve el jugador”. Hederra escribe en “La Mañana” como los poetas y literatos de la época, incluyendo a Pablo de Rokha y Domingo Melfi. Aparece así el diario como un dispositivo cultural al servicio de la comunicación de ideas, aunque duelan. Hederra repetirá la fórmula con otro de sus libros: escribe primero en el diario lo que más tarde circulará con el título de “Crónicas y anécdotas talquinas”, Imprenta Ytier, 1927. Terremoto El primer número de “La Mañana” circulará a dos meses del terremoto de Valparaíso.
El sismo dañó severamente la infraestructura de Talca: clausura templos, el teatro municipal y derriba por primera vez la escultura de La Victoria alada (que caerá nuevamente en 2010). Su primer director y propietario fue Enrique Prieto Reyes, su proyecto: un diario de ocho páginas, diseñado al estilo berlinés, cinco columnas de ancho tres de ellas para la sección de actualidad que aparece a la manera de editorial, el primero fue escrito por Guillermo Donoso Grez, el 15 de noviembre de 1906: *... diario independiente, sin compromisos con partidos políticos, tiene sus orígenes en el espíritu de empresa de una iniciativa privada, y su anhelo es servir a los intereses jenerales inspirándose en el bien público, libre de influencias partidaristas”. Para los tiempos de fundación de La Mañana, se publicaba en Talca desde 1880 el diario “La Libertad” de Graciano Silva, luego dirigido por José Ignacio Meza. Desaparece en 1924 con la dirección de Pantaleón González Aravena, luego de 44 años de circulación.
La historia del periodismo talquino, bien documentada por Amparo Pozo en su libro “De el Alfa a La Mañana”, podría tener su origen en 1844 con “EL Alfa”, reconocido como el primer diario de la ciudad. Le siguen una serie de periódicos de corta duración, siendo “El Talquino” el de mayor persistencia y reeditado en tres ocasiones con más de 100 números. Dos diarios de corta vida nacen luego del cierre de “La Libertad” y con la imprenta y maquinarias dejados por éste: “El Día”, redactado por Luis Ytier y “La Crónica”, dirigido por Enrique Munita. Otro intento de diario local nace en 1921, “La zona central”, de orientación radical de propiedad del diputado Guillermo Holman fue de carácter instrumental y político.
Estreno del cine De acuerdo al Censo de 1907, en Talca 19 mil 530 personas sabían leer, -51,3 % del total de la población urbana de la capital maulinalo que dejaba a la ciudad por sobre el promedio nacional que era de un 40%. Así, de cara a 1910, los habitantes de Talca leían “La Libertad”, “La Actualidad” y “La Mañana”. El sábado 29 de junio de 1907 en portada, “La Mañana” anuncia algo extraño para la época. Se trata del estreno en la Plaza de Armas de Talca del Biographe Chili, construido por el pionero de la industria francesa León Gaumont y Cia, en Paris.
La máquina es poderosamente nueva y estará solo tres días en la ciudad, viene de su estreno en París apenas 7 años antes, de su paso por Milán en 1906 y por Saint Louis, en 1904. “La Mañana” nos indica que es el estreno del cine en Talca, la máquina proyectora cuenta con motor y dínamo propios para su alumbrado y funcionamiento.
La luz eléctrica no llegará hasta abril de 1909, (editorial de “La Mañana” del 7 de abril, la electricidad ilumina por primera vez las caras de los talquinos). El aviso a tres columnas precisa: “solo tres funciones gratuitas en esta ciudad” y promete “vistas o películas de las casas más grandes del mundo, Gaumont y Charles Pathé”. No hay mayor comentario sobre este suceso en los editoriales siguientes. La maravilla técnica del cine no causa mayor impresión en los redactores de “La Mañana”. El doctor Hederra celebra más tarde la llegada del biógrafo a Talca. “Afortunadamente una empresa de biógrafo empezó una serie de espectáculos y allí, Max, pudo matar las horas.
Noche a noche, solo o con Berta, estaba allí, viendo las payasadas y admirando las fantásticas escenas del Viaje a la luna o de Barba Azul”. La opinión conservadora de la época criticó al cine: pidiendo incluso la excomunión para aquellos que asistían a sus funciones. Hederra, consciente de aquel debate escribió sobre “la inocente distracción del biógrafo”. “La mañana” de los rojas Vicente Rojas Labarca es el segundo director de La Mañana.
Entre sus principales colaboradores estaban Armando Donoso, Jorge González Bastías, Domingo Melfi, Luis Ytier, Aníbal Jara, Francisco Hederra Concha, Samuel Letelier, Gerónimo Lagos Lisboa, Guillermo Donoso Grez, Carlos Corvalán, Clodomiro Bravo (Mario Brak), Jorge Hederra Rivera. Bajo la dirección de Vicente Rojas Labarca el diario experimenta una notable transformación periodística y técnica.
Se contratan servicios cablegráficos de agencias noticiosas internacionales para informar lo que sucede en el mundo, especialmente las noticias de la Primera Guerra Mundial en 1914. en 1922 se adquiere una prensa Duplex y se instalan los primeros talleres de linotipias y fotograbados. “La Mañana” De Los Bravo El 6 de noviembre de 1956, Vicente Rojas Albornoz, hijo de Vicente Rojas Labarca, entrega el diario a Juan Crisóstomo Bravo Ramos. Bravo era colaborador del diario, se había involucrado en intensas campañas de interés empresarial y económico por lo que acentuó esta veta ahora desde la tribuna de su diario.
Una vez asumido realizó una renovación total en la organización informativa y técnica del matutino (La Mañana, 15 de noviembre de 1961). Con 55 años de vida, son colaboradores de este periodo Guillermo Donoso Vergara, Samuel Jiménez Sepúlveda, Alberto Hermosilla, Jorge quinteros, Carlos Bernal Silva, Carmen Garín de Olea y Juan de Calixto. Colaboran Marta Letelier, Elcira Bravo, Rigon Benoit, Genaro Gajardo y Exequiel de la fuente.
El Mir y “La Mañanita” En 1971, durante el gobierno de la Unidad Popular, el diario y sus instalaciones fueron tomadas por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en conjunto a un sector de los trabajadores de este medio de comunicación.
En 1972 se ordenó la intervención de este periódico, rebautizado por los trabajadores como “La Mañanita”. La Corte Suprema falló a favor de la restitución del diario a su dueño, sin embargo esto no se cumplió y La Mañana y sus instalaciones siguieron en manos del MIR hasta el 11 de septiembre de 1973, según señala la periodista Amparo Pozo.
“Prensa libre y noticiosa” Durante la dictadura el diario fue restituido a su dueño, situación que le permitió volver a sus laborales informativas con el slogan de “Prensa libre y noticiosa”, pero con grandes problemas en lo económico y en lo técnico que venían aquejando a este periódico talquino desde antes de su toma por parte del MIR y sus trabajadores.
Sumado a estos problemas, en 1989 se fundó Diario “El Centro” en Talca lo que vino a profundizar la crisis de “La Mañana” y a poner en evidencia las debilidades gráficas e informativas que tenía este antiguo diario de la ciudad respecto de los más nuevos.
En la actualidad, este diario de gran relevancia como fuente directa para conocer y comprender la historia reciente de Talca y la Región del Maule, se conserva y digitaliza en el Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca con el objetivo de ser puesto a disposición del público regional y
Resumen
“La Mañana” aparece en las calles de Talca el 15 de noviembre de 1906 como un “órgano liberal”, sus primeros editoriales promueven el orden y el progreso a través de un “estímulo a las mentes abiertas” L imaginario de Talca como la capital de una oligarquía endogámica, que repite los mismos apellidos y que no se mezcla como sucede en otras ciudades chilenas (José Bengoa, 2010), confirma el origen de una de las identidades culturales más fuertes de Chile central., Este liberal, científico y redactor de “La Mañana”, encontró en el diario el dispositivo cultural para construir su imaginario: al respecto, el académico Javier Pinedo Castro, en su prólogo a la tercera reedición de “El Tapete Verde” (2004), señala que “es fácil pensar que el doctor escribió aquellos ensayos sobre el tema del juego, y los publicó en La Mañana., Sumado a estos problemas, en 1989 se fundó Diario “El Centro” en Talca lo que vino a profundizar la crisis de “La Mañana” y a poner en evidencia las debilidades gráficas e informativas que tenía este antiguo diario de la ciudad respecto de los más nuevos.
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