CARTAS: El costo de un sistema “sin seguro”
El costo de un sistema “sin seguro” Señor Director: En la nota publicada el lunes —destacada en portada del diario— se indica que el aumento en el uso de diésel para ción eléctrica se debe, entre otras causas, a la "escasez de gas”. Es clave aclarar: en Chile no hay tal escasez. Al contrario, el esquema dual de suministro —con GNL por barco y gas desde Argentina— le otorga a nuestra matriz energética estabilidad en el abastecimiento. Esto es, sin duda, una ventaja para el país. El verdadero problema está en otra parte: una infraestructura de transmisión débil, algo que quedó brutalmente expuesto en el apagón masivo de febrero. Pero eso no es todo, El modelo bajo el cual opera hoy nuestro sistema de generación no premia ni los contratos firmes ni las tecnologías que aportan seguridad al suministro.
Funciona en base a decisiones descentralizadas de los agentes, guiadas por señales de precio que ignoran la seguridad como restricción u objetivo. ¿La consecuencia? Cuando Frío, sequía y alta demanda coinciden, si no activamos el respaldo flexible del gas natural, terminamos recurriendo a carbón y diésel —con mayores costos y más emisiones—, exactamente lo opuesto a lo que exige una transición energética seria. La conversación urgente no es si tenemos suficiente gas, sino: ¿ cómo remuneramos la seguridad de suministro? Porque sin resiliencia, la transición será no solo más cara, sino también más contaminante y menos eficiente. CARLOS CORTÉS SIMON ejecutivo Asociación de Gas Natural