El clamor de los alcaldes
“El debate de las élites políticas ha derivado en disputas, retóricas y formales, alejadas de las preocupaciones concretas de los habitantes de la zona”. As asociaciones de alcaldes del Biobío y La Araucanía acordaron solicitar una reunión al Presidente de la República, en Temuco, para plantear su visión ios respecto de la violencia en la zona, y coordinar también un frente común ante las autoridades políticas nacionales. Las dos regiones suman 65 municipalidades. Días antes, el presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región de La Araucanía, Alfonso Coke (independiente, ex PPD), denunció que seis alcaldes han sido amenazados de muerte.
Según el presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, Carlos Cuadrado, la “valentía” de los jefes comunales “a veces contrasta con la cobardía con que otras autoridades, que tienen la obligación de actuar, no lo hacen”; a su juicio, aquello justifica la alta valoración que las personas tienen de la labor municipal. En la reciente encuesta CEP, los municipios son la institución del sistema político mejor evaluada por la ciudadanía.
Álvaro Ortiz (DC), alcalde de Concepción y presidente de la asociación de municipios en Biobío, explicó que a nivel central no se ha prestado suficiente atención a la posición de los representantes locales, que son quienes conocen con mayor cercanía el escenario local; por lo mismo, indicó que quieren contribuir a la revisión y mejoramiento del estado de emergencia que se renovó esta semana. Ortiz agregó que la restricción que supone el estado de excepción “acotado” no pareciera incluir las atribuciones necesarias para entregar tranquilidad a la población.
En el contexto de la eventual inacción o lentitud de respuesta de militares y carabineros a un atentado ocurrido anteayer en Curanilahue, el senador socialista —y exministro del Interior— José Miguel Insulza planteó que el “gran problema” es que las FF.AA.
Y Carabineros “no tienen demasiado claro qué cosas les son permitidas y qué cosas no”. La estrategia que impulsan los alcaldes es un aporte a la comprensión más equilibrada y plural de la situación en el Biobío y la Araucanía.
Si bien se trata de un conjunto de miradas locales de municipios diversos, tanto por tamaño y demografía como por el nivel de riesgo que enfrentan, quienes los conducen tienen la experiencia inmediata y práctica del conflicto y de la percepción de la ciudadanía; esta mirada es fundamental para el diseño de políticas públicas y de seguridad.
Las peticiones de los jefes comunales se inscriben en una lógica similar a la demandó a comienzos de abril, ante el Senado, el gobernador de Biobío, Rodrigo Díaz: la urgencia de elaborar respuestas que combinen los intereses —legítimos— de toda la población; en este sentido merecen una particular atención los sectores más vulnerables que no disponen de mecanismos de presión y que ven amenazada su subsistencia y sentido de pertenencia.
En la discusión pública acerca de la violencia y el reconocimiento del pueblo mapuche ha predominado enfoque centralista y vertical, donde el examen crítico y la evidencia han sido sustituidos por la polarización, la ideología y el reclamo identitario y estamental o, desde otra vertiente, por el prejuicio y la reducción del conflicto a una crisis de seguridad pública. Como consecuencia, el debate de las élites políticas ha derivado en disputas, retóricas y formales, alejadas de las preocupaciones concretas de los habitantes de la zona. El llamado de los alcaldes es una apelación al sentido común que amerita ser escuchada.