Autor: MARCELO POBLETE
Más vinculo y menos convivencia: las ventajas de tener un pololeo puertas afuera
"Se ha desestructurado un poco el concepto del amor. O se ha vuelto a armar por las distintas generaciones que han pasado”, dice Camila Figueroa, sicóloga clínica. Piénselo bien antes de irse a vivir al poco tiempo con alguien con todas estos beneficios de vivir cada uno por su lado E conocen. Hay onda. Se ven de vez en cuando. Se echan de menos. Se dan cuenta que se quieren. Se ponen a pololear; pero ninguno de los dos quiere pasar al siguiente nivel, ninguno de los dos quiere vivir con el otro. Tal vez porque intuyen que tarde o temprano la convivencia termina en rutina o porque el espacio personal cobra una importancia superior a esa idílica vida en común de antaño y con final predecible. Lo que contó el cantautor Pablo Herrera con su pareja en una entrevista (que puede leer acá https://bit.ly/3y D7y AO) es parte de esa tendencia de quienes prefieren vivir cada uno por su lado. “Y tú me dices que cambie, que cambie y yo no temo arriesgarme”, cantaba Herrera en 1992. Y ahora, el artista prefirió escuchar bien su corazón y quedarse con el lado amable de una relación y dejar la convivencia junto con todo lo que implica, al margen.
Es tendencia Las relaciones puertas afuera son una tendencia mundial, sostiene la sicóloga argentina Judith Alvarez, desde el otro las de la se da bastante y es un fenómeno que va creciendo en todo el mundo. Muchas parejas tienen su hogar, se vinculan más por momentos, pero no conviven. De hecho, hay más vinculación y menos convivencia. Pueden tener algún proyecto puntual como algún viaje o compra de cierto bien, pero nada que implique algún compromiso mayor”, asegura. Dice que cuando hay hijos de por medio “es más fácil si están cada uno por su lado.
Las familias ensambladas requieren muchísimo trabajo sicológico para llevar a cabo de buena manera y no todo el mundo puede”, "Construir un espacio en común requiere trabajo y el modelo de vínculos es distinto, el modelo de relaciones. El contexto cultural está cambiando y vamos en esa dirección”. Respetar el espacio Melissa Guzmán (35) vivió diez años con su exmarido.
Dice que la vida en pareja es un juego de tranzar todo el tiempo y de "saber qué batallas dar, porque tampoco es sano ir al choque por cada cosa que te moleste”. Ahora tiene una relación puertas afuera y dice que es muy difícil que en el futuro piense en vivir de nuevo con otra persona. "Al tener una relación de puertas a fuera, le sacas la carga a la relación. Le das una cuota de relajo, porque cada uno respeta el espacio del otro. No está ese conflicto de "esto no le va a gustar, o no lo puedo hacer porque se puede molestar”. Los ronquidos son otro gran tema en muchas parejas. Poder descansar bien en la noche, suena algo simple, pero es muy importante”, asegura.
Echarse de menos Otro de los argumentos a favor de no vivir con la pareja de Melissa Guzmán es disfrutar esa sensación de estar lejos del otro, pero que en algún momento sale alguna cita y eso da la cuota ideal de diversión, como si las relaciones humanas fueran como un perfume: si se excede la dosis, se arruina el efecto. “La posibilidad de armar un panorama, de planificar algo entretenido. Estar fuera de la casa es necesario. O un día yo voy a su casa o él viene a la mía. Hay varios beneficios de no tener un techo común. Compartir mi hogar cuando yo quiera, cuando yo lo decido, eso otro plus”. Metas personales "Los objetivos personales se pueden priorizar mucho mejor viviendo sola. El vivir con alguien, muchas veces se pone la prioridad de la pareja antes de la de uno”, afirma Guzmán.
Do se tiene su propio espacio, no se pierde el norte y uno organiza el tiempo a su antojo”, y lanza un argumento más certero que la flecha de cupido: "Cuando uno tiene metas personales, el vivir sola te enfoca”. Ella tiene un hijo de cinco años y dice que este tipo de pololeo "asegura libertad en la relación y también permite resguardar el espacio del hijo”. El cambio de paradigma Al parecer, el orden de prioridades en cuanto a la realización personal está cambiando. Camila Figueroa, sicóloga clínica de Red Salud, entrega su mirada sobre el cambio social que percibe. "En la actualidad las relaciones se están mirando desde una perspectiva mucho más abiertas. Ha cambiado esta mirada clásica del pololeo formal o con compromisos que se proyectan a largo plazo. Se ha desestructurado un poco el concepto del amor. O se ha vuelto a armar por las distintas generaciones que han pasado.
Por la posición que tiene la mujer hoy día en la sociedad, eso ha permitido que haya un cambio de paradigma a nivel social en cuanto a las relaciones de pareja, aunque los conflictos de pareja que uno ve en terapia siguen siendo los mismos”. Añade que las parejas “ahora valoran mucho sus espacios y no depender del otro. Acerca de qué tipo de personas son las que, según su experiencia, más optan por este tipo de acuerdo, la sicóloga indica que es habitual “en personas más adultas, con vidas laborales resueltas. Hay personas que tienen horarios distintos y hay que organizarse de una buena manera con ese tipo de relaciones. Pero en general, son parejas independientes en sus vínculos y les resulta cómodo ese tipo de acuerdo en común”.