Economía mundial en momento crucial: Implicaciones para Chile
Economía mundial en momento crucial: Implicaciones para Chile LA ECONOMÍA MUNDIAL SE ENCUENTRA EN UN MOMENTO CRUCIAL, marcado por una serie de shocks que elevan la incertidumbre a niveles no vistos en muchos años: las políticas arancelarias y fiscales de Estados Unidos, las amenazas de Trump de despedir al Presidente de la Fed y las crecientes tensiones geopolíticas. En conjunto, estos factores están afectando las perspectivas de crecimiento, inflación y política monetaria a nivel mundial. La política arancelaria del Presidente Trump combina objetivos mercantilistas, proteccionistas, fiscales, geopolíticos y de política interna, lo que hace muy difícil predecir su trayectoria y, sobre todo, su posible destino final.
En las últimas dos semanas la incertidumbre ha vuelto a aumentar bruscamente tras los anuncios y amenazas arancelarias recientes, las que incluyen anuncios de nuevas alzas de aranceles a Canadá, México, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Brasil e Indonesia, entre otros países. En paralelo, la guerra comercial con China se moderó tras un acuerdo de desgravación parcial, aunque las negociaciones siguen abiertas.
Más allá del conflicto bilateral con China, estas alzas arancelarias terminarán reduciendo la competitividad de las industrias de EE.UU. que dependen de insumos gravados, en particular sectores estratégicos para la transición tecnológica, como la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos, grandes usuarios de electricidad y cobre. Esto no solo afectará la competitividad, el crecimiento y el bienestar de los consumidores de EE.UU., sino que también tendrá impactos negativos para el resto del mundo. Al 13 de julio de 2025, el arancel promedio ponderado de EE.UU. alcanzó el 20,6%, el nivel más alto desde 1910, según The Budget Lab at Yale, y ocho veces superior al registrado en 2024.
Los vehículos, el acero y el aluminio enfrentan aranceles de 50%, lo mismo que aplicaría al cobre a partir del 1 de agosto, mientras persiste la amenaza de nuevos aranceles al resto de los países incluidos en la lista del 2 de abril, a los que se les aplicarían aranceles recíprocos. Pero el shock arancelario no es el único factor de perturbación actual. El programa fiscal recientemente aprobado en EE.UU. incrementará el déficit del gobierno federal y elevaría la deuda pública a un nivel cercano al 186% del PIB en 2055. A ello se suma el shock migratorio, resultante de la política de reducir drásticamente la inmigración y de deportaciones masivas que reduce la oferta de trabajo.
A estos factores se agregan los ataques de Trump al presidente de la Reserva Federal, que amenazan con desanclar las expectativas inflacionarias, aumentar aún más las tasas de largo plazo y limitar el rol de la Fed en la estabilización financiera global. Finalmente, las crecientes tensiones geopolíticas --entre EE.UU. y China, Rusia y Ucrania, China y Taiwán, e Irán e Israel-también contribuyen a aumentar la incertidumbre global. Según estimaciones del Yale Budget Lab, los aranceles vigentes y anunciados hasta el domingo pasado provocarían un aumento del 2,1% en los precios al consumidor durante 2025. Se proyecta que, como consecuencia de estos aranceles, el PIB se reduciría en 0,9 puntos porcentuales en 2025 y en un 0,5% en el largo plazo. Además, se estima una pérdida de 641.000 empleos y un aumento de 0,5 puntos porcentuales en la tasa de desempleo. El crecimiento global para 2025 se proyecta entre 2,8% y 3,0%, un crecimiento entre 2 y 3 décimas más bajo que lo estimado a comienzos de año, debido principalmente a un menor crecimiento de EE.UU. Por su parte, la inflación global había estado convergiendo hacia la meta de los bancos centrales, pero los nuevos shocks dificultan este proceso.
En este contexto, la Reserva Federal ha optado por mantener la tasa de interés, a la espera de mayor evidencia sobre los efectos que las políticas de Trump tendrán sobre la inflación y el mercado laboral. Chile muestra señales mixtas: la actividad se contrajo en mayo, tras dos meses de recuperación. El mercado laboral sigue débil, con una tasa de desempleo cercana al 9% y caídas tanto en la tasa de ocupación como en la participación laboral masculina. Los aumentos del salario mínimo y la implementación de la Ley de 40 horas de trabajo semanales han presionado los costos laborales, lo que afecta negativamente la demanda de trabajo. En el lado positivo, la inflación ha continuado su convergencia hacia la meta. Adicionalmente, se espera una mayor inversión en minería y energía. En este contexto, el Banco Central de Chile mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM), anticipando nuevos recortes, aunque con cautela ante la persistente incertidumbre global y una inflación subyacente aún elevada. Dado el deterioro del escenario externo, lo más probable es que el crecimiento de este año se ubique en la parte baja del rango proyectado por el Banco Central. En conclusión, el entorno global está marcado por una alta y persistente incertidumbre. Las políticas de EE.UU. están afectando el crecimiento, la inflación y la política monetaria global. Chile enfrenta riesgos asociados al comercio internacional y a los precios del cobre, aunque hay señales positivas en inversión. Una conducción monetaria y fiscal prudente será clave para mantener la estabilidad económica y protegernos de la incertidumbre global. Sin embargo, eso no será suficiente. Frente a un escenario internacional más volátil, se vuelve urgente avanzar en la eliminación de obstáculos internos que frenan la actividad productiva. La lista es extensa, pero un punto de partida crucial sería agilizar los procesos de aprobación de proyectos, especialmente en lo que refiere a permisos de construcción por su efecto en el empleo. Economía mundial en momento crucial: Implicaciones para Chile Una conducción monetaria y fiscal prudente será clave para mantener la estabilidad económica y protegernos de la incertidumbre global". ANÁLISIS Vittorio Corbo.