Autor: OSVALDO ROSALES V
COLUMNAS DE OPINIÓN: El diálogo comercial EE.UU.-China
COLUMNAS DE OPINIÓN: El diálogo comercial EE.UU. -China OPINIÓN a v a n z a d o s, y EE.UU. no accederá libremente a tierras raras chinas. China es actor principal en la producción de 17 elementos metálicos clave para las nuevas tecnologías y graduará estas exportaciones en función de las concesiones que le ofrezca EE.UU. Por de pronto, pese a siete años de severas restricciones tecnológicas de EE.UU., empresas chinas como Huawei y DeepSeek han seguido avanzando. La negociación entre EE.UU. y China será continua. Resolver sus diferencias no es algo que suceda pronto, ya que ambas naciones dependen mutuamente y ninguna puede vencer a la otra. Aunque el conflicto persista, tratarán de controlar la situación sin escalar. Entramos en una era de "guepaz", marcada por la disputa tecnológica, donde ambas potencias compiten en un plano de fuerzas relativamente equilibradas. Este conflicto se prolongará por décadas, alternando períodos de tensión y diálogo, lo cual puede ser positivo si ello evita enfrentamientos más agudos y de índole más peligrosa. Para Chile, esta negociación importa, en tanto prevalezcan el diálogo y el intercambio de concesiones.
Estabilizar los niveles arancelarios de ambas potencias, aunque sea a niveles superiores a los de 2024, ayudaría a reducir los grados de incertidumbre, el principal factor que hoy limita al comercio internacional. n El acuerdo de Londres entre Estados Unidos (EE.UU. ) y China fue un marco para implementar el consenso de Ginebra, después de las acusaciones mutuas de incumplimiento. En esencia, fue un acuerdo para aplicar el acuerdo previo. Los datos entre Ginebra y Londres mostraban una caída en el comercio bilateral, afectando a ambas partes. Las exportaciones chinas a EE.UU. caían 30% y el crecimiento chino podría resentirse en un punto porcentual.
En EE.UU., Walmart, Apple y otras empresas alertaban de que los elevados aranceles las llevarían a subir sus precios; la Fed proyectaba menor crecimiento y mayor inflación y las automotrices pedían que se negociara con China ante la escasez de tierras raras, de lo contrario, paralizarían sus actividades en pocos meses. De hecho, Ford cerró una planta en Chicago. EE.UU. busca un acceso seguro a las tierras raras exportadas por China, mientras que China desea acceder a los softwares de diseño de semiconductores y asegurar el flujo de estudiantes a universidades norteamericanas. La reunión en Londres permitió cierta flexibilidad en estos temas, sin abordar otras diferencias sustantivas. Solo en el ámbito comercial, EE.UU. alega masivos subsidios industriales, sobreproducción en acero, paneles solares y otros, infracciones de propiedad intelectual y, en general, a la normativa OMC. China exige el reconocimiento de su estatus de economía de mercado, vigente desde 2016 según lo concordado en la OMC, y que no se bloqueen sus inversiones en EE.UU. ni el acceso a tecnologías avanzadas.
Los aranceles entre EE.UU. y China seguirán altos; los vehículos eléctricos chinos no ingresarán a EE.UU. ; China no tendrá acceso a chips de IA El diálogo comercial EE.UU. -China Para Chile, esta negociación importa, en tanto prevalezcan el diálogo y el intercambio de concesiones. OSVALDO ROSALES V.. BC y conflicto en Medio Oriente: -