Autor: POR: XIMENA SEPÚLVEDA VARAS Y VICENTE PAINEL SEGUEL
COLUMNAS DE OPINIÓN: LA IMPERIOSA NECESIDAD DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS PARA LA PAZ
COLUMNAS DE OPINIÓN: LA IMPERIOSA NECESIDAD DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS PARA LA PAZ Hace Hace apenas algunos días, un artículo periodístico intentó escandalizar sobre el presupuesto ejecutado porla Comisión de Pazy Entendimiento. Aunque el cálculo estaba errado, ese no es el punto esencial. Lo verdaderamente significativo es lo que no se dijo.
Sin proponérselo, el artículo terminó revelando que todo el presupuesto de la Comisión no alcanza ni el 10% de lo que el Estado ha gastado en más de mil días de Estado de Excepción en la llamada macrozona sur otrora Butalmapu, Wallmapu o Frontera. Solo durante esta administración, se han destinado 25 millones de pesos diarios a esa medida, sin contar su aplicación durante el gobierno anterior. El contraste es escandaloso. Así de caro le cuesta al Estado sostener el monopolio de la fuerza, y así de barato cuando decide abrirse al diálogo y al conocimiento.
Pero claro, del mismo modo en que se descalificó el informe de recomendaciones sin siquiera haberlo leído, o se amplificó mediáticamente la postura disidente de un comisionado intentando opacar el valioso consenso alcanzado por los otros siete, ahora se presenta como gasto lo que, a todas luces, es una inversión. Frente al fanatismo, las matemáticas no gritan, pero esclarecen. Más allá de la coyuntura, lo que está en juego es mucho más profundo. Incluso en contextos de guerra abierta, la humanidad ha pasado más tiempo sin agredirse físicamente que en combate. Aun así, durante siglos, la historia fue contada como un desfile de batallas y efemérides. Hoy, la comunidad científica internacional lleva décadas estudiando la paz desde una mirada transdisciplinaria: la paz como proceso, como sistema complejo, como práctica cultural, como construcción social. Chile, sin embargo, aún está al debe. En el Cono Sur existe un conglomerado epistemológico potente: desde los saberes ancestrales andinos y mapuche, hasta los aportes de Gabriela Mistral, Humberto Maturana y Francisco Varela. Tenemos con qué. Se requiere ahora el coraje de innovar con responsabilidad, de asumir que no hay afirmación ética sin conocimiento previo. Hemos tenido demasiada doxa y tan poca episteme; demasiada phoné, ruido y griterío, y tan poco logos, diálogo razonado y pensamiento. El porvenir no será construido por los odiadores que se alimentan del miedo, Su lugar, más temprano que tarde, será el rincón olvidado de la historia. El futuro lo levantarán quienes apuesten por la ciencia, por el estudio riguroso, por la escucha activa. Ese es el único camino hacia una paz que no sea una pausa, sino una transformación. T) POR: XIMENA SEPÚLVEDA VARAS Y VICENTE PAINEL SEGUEL.