Claudio Girola en Sala América PUCV
Claudio Girola en Sala América PUCV Daniel Santelices En Matta 79, Recreo, Escuela de Arquitectura y Diseño, se exponen obras de quien fuera profesor en dicha escuela, adscritas al arte concreto argentino surgido en los años '40, precedido en Europa en 1930 con Theo van Doesburg.
Roberto Acosta señala que abandonar la representación mimética del entorno constituye, en términos estéticos, un gesto radical de distanciamiento: una fractura entre el artista y el espectador, entre la mirada que imita y aquella que interroga. Claudio Girola nace en Rosario, Santa Fe, Argentina, en 1923. En 1939 ingresó a la E. Bellas Artes Manuel Belgrano, la que abandonó en 1943 luego de firmar el Manifiesto contra los lineamientos de la enseñanza de dicha escuela. El Manifiesto lo firman cuatro jóvenes: Girola, Tomás Maldonado, Alfredo Hlitoy Brito. Participa de la tendencia de Arte Concreto. Esculpe en Paris y Milán. Se estableció en Chile y es profesor de la Escuela de Arquitectura de la actual PUCV. Se adentra en la poesia, colabora con la Revue de Poésie parisina. Falleció en 1994. El arte concreto al que estuvo adscrito consiste, especificamente en Argentina, en la abstracción geométrica y en la autonomía del arte, abordando solo formas puras.
Las obras que se exponen forman parte del patrimonio artistico de la PUCV, en las que se aprecia que al prescindir de la realidad, Girola despliega un mundo interior sensitivo, recurriendo a diferentes materiales, que se expanden en el espacio invitando al espectador a proyectarse en las diferentes dimensiones en las que las obras armónicamente se asientan, creando una cierta tensión por el dinamismo latente de una composición en su justo equilibrio.
Esto se advierte nitidamente desde la base misma en que la obra se instala y que al ir en la conquista de la espacialidad que le es fundamental al desplegarse, en todo instante existe una correspondencia de sus partes de un equilibrio en el que la percepción está en juego y es un referente de un dinamismo con zonas de tensión de exquisita factura, todo ello concebido con un dominio del espacio donde la materialidad, a la vez, es llevada a su máxima expresión. Expresión que no implica dramatismo sino, más bien, fin último de las posibilidades.
Interesante señalar el origen de Girola en elarte: su padre, clases de dibujo con un profesor, Escuela de Bellas Artes, rebelión contra ésta en un Manifiesto, adscripción al arte concreto y conferirle a éste carta de ciudadanía argentina; su colaboración en una revista francesa con poesia. Todo esto confluye en su creatividad reflexiva, de cuidada factura, que demanda un recorrido descubriendo la riqueza de las proporciones que conducen a una armonia de la correspondencia de las partes, en obras excelentes, extraordinarias. CRITICA DE ARTE.