Autor: Constanza León A.
“Cuando uno está convencido, las críticas e insultos son irrelevantes”
Raúl Figueroa, ministro de Educación: Uno siempre está sujeto a lo que dice el Presidente.
Pero este ministerio no es que se caracterice porque exista una lista enorme de gente interesada en ocupar esa silla”, bromea el jefe de Educación, justo el día en que cunden rumores de cambio de gabinete en medio de la crisis política del gobierno. Raúl Figueroa se ríe en su oficina, pero rápidamente recupera su compostura porque por estos días vuelve a estar ante el escrutinio público por el retorno a clases presenciales en Fase 2. Abogado de la U. Católica, 45 años, cumplió un año en el cargo donde sucedió a Marcela Cubillos. “Hay que distinguir la agenda específica del ministerio, que siempre es muy intensa y que en el contexto del covid lo es mucho más. Y tiene El titular de la cartera vuelve a entrar en el debate del retorno a clases.
“Los únicos que no están dispuestos para la presencialidad, son grupos específicos que se disfrazan de mayorías”. que ver no solo con lo importante de la presencialidad, sino también con seguir adelante con una agenda muy robusta que apunta a un máximo desarrollo del sistema educacional.
Educación es una pieza fundamental para ver cómo se organiza la sociedad”. —Con la pandemia se ha agudizado la brecha educacional. —Desde que yo era subsecretario, el principal objetivo siempre ha sido disminuir al máximo las brechas de aprendizaje para asegurar que todos los niños y jóvenes accedan a las mejores oportunidades y desarrollen al máximo sus capacidades. La pandemia lo que hizo fue, por un lado, confirmar el diagnóstico y darle un particular sentido de urgencia a las medidas que estábamos implementando y, además, profundizar el problema.
El desafío es cómo mitigamos al máximo los efectos de la pandemia en el sistema educativo. —Hemos visto casos de niños estudiando en la mitad de un callejón para conseguir Internet, o a una mamá que no despierta a su hijo para clases porque no quiere que pase hambre. —Todos los chilenos están viviendo momentos difíciles, desde el punto de vista económico y emocional. Los fenómenos sociales se reflejan en el sistema educativo, por eso es muy preocupante cómo nuestra sociedad se organiza. Con la pandemia, en términos de políticas públicas, la educación desapareció del debate.
Me llama la atención cómo algunos insisten en que la apertura de las escuelas no es una urgencia, presentan proyectos que prohíben que abran y ellos mismos sostenían que la educación era el principal camino para corregir las desigualdades.
Me impresiona cómo personas que están en posición de tomar decisiones están dominadas por el miedo, por la presión, por la necesidad de dar respuestas populistas. —¿ A quiénes se refiere? —Alcaldes de todos los partidos se han negado sistemáticamente a abrir las escuelas cuando las condiciones sanitarias lo han permitido y, lamentablemente, lo han hecho dominados por el temor.
Y no dominando ellos la situación y tomando las decisiones que deben tomarse cuando toda la evidencia muestra que es posible llevar adelante este proceso, cuando todos los organismos internacionales lo piden. —Estamos con casi 5 mil contagios por día y un 7,58% de positividad.
Las condiciones sanitarias no están dadas para el retorno, según los expertos. —Es complejo no caer en los lugares comunes, cuando decimos “todo el mundo dice”. Lo que dice todo el mundo es que los colegios deben estar abiertos, es lo que dice la Unicef, la Unesco la OMS, la OCDE, el Banco Mundial, la Defensoría de la Niñez, la Sociedad Chilena de Pediatría y el Colegio Médico.
Los únicos que han señalado que no están dispuestos para la presencialidad son grupos específicos que se disfrazan de mayorías. —Pero el Colegio Médico señaló que el retorno a clases debería ser de Fase 3 en adelante. —El Colegio Médico ha tenido una postura ambivalente, porque ha sido muy claro en señalar que es importante que los colegios vuelvan a abrir y ha ido mutando su posición pero sin estar apegado a lo que la evidencia indica: que para la salud mental y física de los alumnos es fundamental volver a las clases presenciales. —Aunque el Colegio de Profesores se niega también. —No me interesa entrar en discusiones permanentes con el Colegio de Profesores.
Me llama profundamente la atención que el Estado de Chile, habiéndoles entregado prioridad en el proceso de vacunación, teniendo toda la evidencia que indica que incluso sin vacuna es más seguro abrir una escuela, existan agentes gremiales que apunten a que esto no es posible. —Y terminan con descalificaciones.
Austed lo trataron de “ministro ausente” después del último fallido retorno a la presencialidad y usted les dijo que ellos “llevan mucho tiempo sin tocar un colegio”. —Yo nunca he descalificado al Colegio de Profesores, solo constato un hecho. Tengo la mejor relación con el gremio.
Pero yo converso mucho con apoderados, alumnos, profesores que han vuelto a las Alcaldes de todos los partidos se han negado a abrir las escuelas cuando las condiciones lo han permitido, dominados por el temor”. Es muy difícil imaginar lo que habría sido de mi vida sin mi mujer. Ella saca lo mejor de las personas que la rodean”. clases y ellos ponen particular énfasis en lo importante que es para esas comunidades. Lamentablemente, el presidente del Colegio de Profesores tiene una tendencia al adjetivo, pero como dice Huidobro, “el adjetivo cuando no da vida, mata”. Es mejor sentarse en la evidencia y colaborar.
“Es comprensible que los apoderados tengan temor” Cuando el presidente Piñera nombró a Figueroa lo presentó como “quien conoce el ministerio como la palma de su mano”. Fue en 2010 cuando entró como jefe de la división jurídica. “En 2014 fundamos Acción Educar y parte de ese equipo siguió trabajando en el gobierno.
Nos permitió desde el mundo privado contribuir al diseño y al debate educativo”. —José Luis Jiménez, experto español que ha podido constatar el contagio del covid por el aire, explicaba que colegios en España ocupan filtros y medidores de CO2 para controlar la ventilación. ¿Existe en Chile alguna propuesta al respecto? —Estamos en permanente revisión y perfeccionamiento de protocolos sanitarios en coordinación con el Ministerio de Salud. Hoy en día se le dio prioridad al proceso de vacunación y es uno de los más exitosos en el mundo. Las medidas más efectivas están implementándose: los exigentes protocolos de organización interna. Somos uno de los países que terminó primero la vacunación de todos sus trabajadores de la educación. Es importante que cada uno pueda tener su propia opinión, pero no sus propios datos: el 98% de los establecimientos que han abierto no tuvieron ningún brote de Covid. Los alumnos que no han podido recuperar un ritmo de presencialidad están viéndose hoy perjudicados. Es totalmente comprensible que los apoderados tengan temor, nuestro deber es generar las condiciones para dar confianza. —Hemos visto también que la salud mental de los profesores se ha visto deteriorada.
Están sufriendo el burnout tal como los profesionales de la salud. ¿Qué están haciendo ustedes al respecto? —Profesores y asistentes han tenido que asumir una tarea muy grande para la que nadie estaba preparado, yo soy el primero en reconocer ese esfuerzo y agradecerlo.
Los profesores en Chile se han partido el lomo trabajando y, obviamente, se han hecho todos los esfuerzos para mitigar al máximo situaciones complejas, como entregar capacitación, recursos, organizar el proceso educativo a distancia y también por recuperar la presencialidad. —En marzo, el 88% de los particulares pagados abrió, el 70% de los particulares subvencionados y de los municipales, solo un 28% retomó las clases presenciales, ¿ por qué tanta diferencia? —Los establecimientos que pudiendo abrir no lo han hecho, no ha sido por falta ni de recursos ni de apoyo, sino porque su sostenedor no ha tenido la fuerza necesaria para empujar el cambio. El 100% de los colegios en Chile presentó en enero de este año su plan de funcionamiento combinado, poniéndole un particular foco a la presencialidad.
Llama mucho la atención ver en comunas vulnerables establecimientos subvencionados abiertos y establecimientos municipales cerrados. ¿A quién afecta esto con mayor fuerza? A los alumnos más vulnerables. —Según un informe del ministerio, en prekínder desertaron 3.960 niños este año. Un 25% más que el 2020, un 98% más que el 2012. —Con la pandemia el riesgo de exclusión del sistema educativo aumenta. El año pasado hicimos una proyección y no se cumplió. Obviamente, estamos tomando medidas adicionales para poder recuperarlos. Nos preocupa que entre kínder y prekínder esa exclusión fue sustantivamente mayor. Llevamos dos años tramitando un proyecto de ley en el Congreso que hace el kinder obligatorio. Estamos empujando que se vuelva a discutir. “Yo no podría sin el apoyo de mi familia” Raúl Figueroa es el menor de tres hermanos. Estudió en el Santiago College antes de irse a Francia, alos 10 años. Es hijo de María Eugenia Salas y de Luis Simón Figueroa del Río, subsecretario de Augusto Pinochet en Interior, Bienes Nacionales y Agricultura, embajador y ministro. “Heredé una vocación de servicio público, pero no milito porque soy un ferviente admirador de la independencia. Obviamente, tengo una posición política muy definida”. Luis Figueroa murió hace dos años. “Mi padre siempre fue muy impulsor de la reflexión, era un hombre muy inteligente y muy dado a la buena conversación. Trabajamos juntos muchos años. Y mi madre siempre estuvo muy dedicada a sus hijos, pero colaboró muy estrechamente con mi padre. Es muy mujer muy decidida, creo que eso lo saqué de ella”. Después de dos años en Francia, volvió al Colegio Tabancura. “Soy católico, pero tampoco pertenezco a ningún movimiento religioso”, aclara. Está casado, desde el 2000, con la abogada Paulina Campos y tienen cinco hijos, entre 12 y 19 años. “Tengo la fortuna de tener una familia que es un gran soporte. Mi señora y mis hijos son una pieza fundamental en mi vida. Ellos aprecian el que yo tenga esta responsabilidad y contribuyen a que siga adelante. Yo no podría sin el apoyo de mi familia” Sus hijos son los primeros en recibir las bromas de sus amigos y las “sugerencias” para su padre.
“Mis hijos son una gran caja de resonancia, escucho a través de ellos lo importante que es generar espacios de presencialidad en los colegios”. Si habla de sus pasatiempos, cuenta que le gusta leer (terminó “El adversario” y siguió con “De Vidas Ajenas”, de Carrere) y navegar. “Fuimos campeones nacionales en la universidad. Luego se me hizo incompatible con muchas responsabilidades”, explica. Y ve poca televisión.
“No soy muy fanático de las series, me aburren”. —Usted, diga lo que diga, recibe comentarios bien duros. ¿No pierde el temple? —Este trabajo solo es compatible con personas que están convencidas de lo que hacen. Para mí, lo más importante es hacer el máximo esfuerzo para que el sistema educativo en Chile sea un espacio en el que nuestros niños y jóvenes desarrollen sus capacidades. Cuando uno está convencido, las críticas y los insultos, las agresiones a veces, son absolutamente irrelevantes. Lo que me afecta es la tremenda polarización que la educación produce, ver cómo ciertas personas abandonan con mucha facilidad sus convicciones.
Obviamente, uno tiene momentos de mucha reflexión, pero en estos cargos se tiene la obligación de mantener el temple, porque si no, se abandona el rigor en la toma de decisiones. —Mucho le habrán comentado también los memes suyos en redes sociales. ¿Le causa gracia en algún momento? —Hay cosas bien divertidas, con mi familia nos reímos del ingenio permanente. Yo trabajo con mucho humor. Ahora, hay que distinguir la creatividad de la agresión y la insistencia en generar divisiones, que es lamentable. Da muestra de un espacio cada vez más amplio dominado por grupos minoritarios, pero tremendamente invasivos, que van capturando la voz de la sensatez.
Ninguna de esas agresiones nubla mi pensamiento ni afecta mi estado de ánimo. —¿ Y cómo era usted en su época universitaria? ¿ fue dirigente? —Participé muy activamente en la política universitaria, pero nunca postulé a cargos. El proceso universitario es fundamental para fortalecer las propias convicciones. La mía fue una gran generación, donde había muchas diferencias políticas, pero una gran capacidad de conversación. Ahí estaban la Subsecretaria de DD.
HH, Lorena Recabarren, la exministra Paola Tapia, el diputado Gonzalo Fuenzalida. —Ahí conoció a su mujer, hace 27 años. ¿Cómo lo hizo para casarse con su primera polola y seguir hasta hoy? —Mi señora es un pilar fundamental. Todo lo que he hecho en mi vida adulta se lo debo a la formación de mis padres y, muy particularmente, a mi señora y la familia que he podido formar con ella. La familia es un motor fundamental para llevar adelante todos los propósitos. Es muy difícil imaginar lo que habría sido de mi vida sin mi mujer. Somos un buen complemento. Ella tiene muchísimas virtudes, pero la principal es que saca lo mejor de las personas que la rodean. Es fundamental contar con alguien que a uno lo haga, al menos hacer el esfuerzo, por ser siempre una mejor persona.