Autor: Juan Olivares Meza cronica@lidersanantonio.cl
A nueve años del naufragio recuerdan a la tripulación del bote jibiero Don Juan II
A nueve años del naufragio recuerdan a la tripulación del bote jibiero Don Juan II ARCHIVO-DIARIO EL LIDER ueve años se cumplieron esta semana desde aquella N madrugada trágica que marcó para siempre a la comunidad pesquera de San Antonio. Era la noche del viernes 1 de julio de 2016 cuando el bote jibiero "Don Juan II" zarpó rumbo a las zonas de pesca de jibia, a unas diez millas náuticas de la costa.
Cuatro hombres de mar iban a bordo, curtidos en faenas artesanales: el experimentado Juan Ambrosetti Adasme, de 64 años; su hijo Juan Ambrosetti Santander, de 18; Carlos Ibarra Berrios, de 60; y Nelson Romero Guzmán, de 21. Los hombres de mar nunca regresaron. La embarcación no recaló al amanecer del sábado, como estaba previsto. Las horas se volvieron eternas en el muelle y la angustia se apoderó de familiares y compañeros, quienes rápidamente dieron aviso a la autoridad marítima. La Gobernación Marítima de San Antonio desplegó un amplio operativo de busqueda que se extendió por semanas. Patrullas, embarcaciones y aeronaves rastrearon la zona una y otra vez, pero el mar solo devolvió vestigios. La tragedia quedo marcada en la memoria colectiva.
A MEDIADOS DE MES LA COMUNIDAD SE REUNIRÁ OTRA VEZ PARA RECORDAR A LOS DESAPARECIDOS. dar a la tripulación, Miranda contó que "Juan Ambrosetti Adasme era una gran persona, siempre solidario, un compañero de trabajo de esos que estaban al cien por ciento. Carlos Ibarra Berrios, al que todos llamaban "Burrito", siempre con su sonrisa, su amabilidad y sus chistes. Juan Ambrosetti Santander, lo vimos crecer en los cuartos, un cabro alegre, servicial y respetuoso, muy querido, igual que su papa.
Y Nelson Romero Guzmán, un joven trabajador, lleno de sueños y proyectos, pero el destino dijo otra cosa y vino la tragedia que rompió la armonía de sus familias y compañeros". Miranda también recordo el difícil momento que vivieron durante la infructuosa búsqueda. "Ese es el costo de nuestra actividad, ese es el precio de un accidente en la mar.
La inmensidad de nuestra querida y amada mar, fuente de vida y poder, la respetamos y tanto amamos, tiene también estas cosas que son parte de la vida de los pescadores, un precio que cada cierto tiempo toca pagar", dijo. Como cada año, los pescadores preparan una liturgia en memoria de los desaparecidos. El oficio religioso se realizará a mediados de este mes, un momento de recogimiento y unión, que será oportunamente avisado. "Por siempre estarán presentes en nuestro recuerdo. Bendiciones para sus familias y mucha fuerza en esta fecha", cerró el dirigente. 0 EMOCIÓN Al cumplirse nueve años, el dolor sigue latente. Cristian Miranda Figueroa, dirigente histórico de los pescadores artesanales, lo recordó con emoción. "Han pasado nueve años de la tragedia del bote Don Juan II. Cuatro compañeros, amigos, padres, hermanos, hijos que desaparecieron en la mar, pero que viven en nuestra memoria y en nuestros corazones. Cuando los olvidamos ya no existen, pero nosotros siempre los recordamos como eran cuando estaban con nosotros", expresó el pescador sanantonino con palabras cargadas de profunda emoción. Sus dichos resonaron entre los pescadores, que aún sienten la ausencia de sus colegas.
Al momento de recorEran cuatro compañeros, amigos, padres, hermanos, hijos que desaparecieron en la mar, pero que viven en nuestra memoria", Cristian Miranda dirigente de los pescadores 64 años tenía Juan ambrosetti Adasme, el más experimentado de los pescadores desaparecidos.
Su hijo Juan, de 18, era el más joven de la tripulación.. Con una liturgia en su memoria, la comunidad pesquera de San Antonio rememorará a los cuatro pescadores desaparecidos el 2 de julio de 2016 en faenas de captura de jibia, manteniendo viva la llama de su triste recuerdo.