Autor: Padre Enrique Opaso Capellán del Refugio de Cristo
Un Refugio para la solidaridad
Un Refugio para la solidaridad E neste Mes de la Solidaridad, en que recordamosel legado de San Alberto Hurtado, quiero Invitarlos a pensar en una solidaridad queno se queda en palabras, sino que sevuelveconcreta, cercana y transformadora.
En el Refugio de Cristo, esa solidaridad se traduce en rostros y nombres: los 107 niños y niñas que hoy viven en nuestras residencias, los 320 jóvenes que se forman en nuestrosliceos técnicos, los adultos mayores que acompañamos diaa dia. Nuestra misión ha sido, por más de 70 años, un compromiso inquebrantable con quiemás duro. Pero hoy, ese compromiso enfrenta una amenaza silenciosa: la falta de recursos. El Estado cubre apenas el 65% del costo real de cuidar a un niño. Y aunque la reforma del Sename a Mejor Niñez buscó mejorar los estándares, lohizo sin aumentar el financiamiento, exigiendo más, como un educador cada tres niños, pero sin entregar los medios para sostenerlo. El resultado es un sistema al limite. En los últimos dos años hemos debido cerrar dos residencias: en Quillota y Villa Alemana. No por falta de vocación, sino por simple falta de fondos. Y no queremos seguir cerrando puertas, porque cada puerta que se cierra deja a un niño sin un lugar seguro donde sanar, estudiar y soñar. La solidaridad concreta que necesitamos hoy no se mide sólo en pesos, sino en compromiso. En decidir que un niño vulnerable no es un número en una estadistica, sino alguien por quien nos debe mover el corazón y el bolsillo. Un socio del Refugio no sólo financia comida, abrigo o educación; sostiene una red humana de cuidado; psicólogos, educadores, tutores, acompañamiento espiritual. Sostiene vinculos que reparan. Séque la desconfianza hacia las institucionessociales ha crecido tras escándalos recientes. Pero el Refugio de Cristo siempre ha estado abierto: nuestros socios pueden conocer la obra, visitar a los niños y jóvenes, mirarles a los ojos. La confianza se construye con transparencia y con hechos. Por eso, nuestra meta para 2025 es clara: sumar 5.000 nuevos socios. No para crecer en infraestructura, sino para no perder lo que ya tenemos. Para seguir cuidando sin bajar la calidad ni el cariño que damos. La solidaridad es un verbo. Y en el Refugio de Cristo la vivimos cada dia. Te invito a que también la vivas tú. Puedes unirte en www.rcristo.cl.
Porque cuando un niño encuentra un lugar seguro, no sólo cambia su vida: también cambia la nuestra. "La solidaridad es un verbo. nes la vida ha golpeado Y en el Refugio de Cristo la vivimos cada día. Te invito a que también la vivas tú".. C Columna "La solidaridad es un verbo. nes la vida ha golpeado Y en el Refugio de Cristo la vivimos cada día. Te invito a que también la vivas tú".